Los sistemas financieros de América Latina demostraron ser "mucho más sólidos de lo que los pronósticos habían indicado y permiten" a la región "enfrentarse a la globalización", dijo en la capital de España la directora de Relaciones Económicas del SELA, Manuela Tortora.
La experta participó en Madrid en la III Reunión de Alto Nivel sobre la Reforma de los Sistemas Financieros en América Latina y el Caribe, que finalizó el viernes en la Casa de América.
El seminario fue organizado por la Asociación Española de la Banca (AEB), la Agencia Española de la Cooperación Internacional (AECI) y el SELA (Sistema Económico Latinoamericano) con el fin de realizar un balance del sector financiero e intercambio de experiencias.
Tortora sostuvo que la reunión fue oportuna, pues ha pasado medio año desde el impacto de la crisis en Asia. Aunque se trató de un momento preocupante para América Latina y el Caribe, "logramos resistir bien los coletazos de la crisis", dijo.
La experta recordó que en diciembre de 1994 y durante 1995, América Latina sufrió la primera grave crisis financiera de tipo sistémico. "Esas lecciones fueron aprendidas en la región y ese fue el motivo principal para frenar la crisis asiática después", dijo a IPS.
En cuanto a la globalización, Tortora señaló el hecho de que esta región había captado en los últimos años flujos masivos de inversión extranjera a raíz de la apertura del sistema financiero.
Pero ahora se registra un cambio significativo reciente. "Los flujos de inversión que están llegando desde el año pasado a América Latina y el Caribe son inversiones extranjeras directas', es decir, la proporción con los capitales volátiles está cambiando", explicó.
"Esto significa que la globalización está acarreando una inversión más estable, más vinculada con el aparato productivo de nuestras economías, lo cual es muy importante porque cambia el producto de la globalización de manera positiva", añadió.
Las fusiones de la banca europeo-latinoamericana son "parte del proceso de globalización al que debemos acostumbrarnos a manejar y en eso estamos", dijo.
Tortora aseguró que, a pesar de esas fusiones, todavía se puede hablar de una banca nacional en la región. "La integración financiera entre nuestros países con la banca nativa es un proceso paralelo al de la integración comercial que se está dando de manera acelerada", afirmó.
"A corto plazo no se pueden establecer vínculos inmediatos entre lo que es la apertura, el crecimiento o la modernización del sistema financiero y los resultados de indicadores de empleo. Creo que las explicaciones no hay que buscarlas allí", agregó.
Pero, aclaró, "a medio y largo plazo el crecimiento del sistema bancario deberá contribuir a estimular el crecimiento económico de un país".
Tortora manifestó que el sector financiero en América Latina y el Caribe estará lleno de oportunidades en el futuro. "En términos socioeconómicos, es una región en pleno movimiento, transformación e innovaciones, y este sector es uno de los motores principales", recalcó.
"Nuestro sistema financiero está condenado al éxito y va a ser partícipe en primera fila de los cambios que se están produciendo en las economías de la región", concluyó.
A la reunión asistieron superintendentes de bancos centrales y representantes de entidades financieras privadas de España, América Latina y el Caribe, Estados Unidos e Inglaterra.
Concurrieron, además, los expertos de los bancos centrales Enrique Mario Goberna, de Uruguay, Carlos Hernández Delfino, de Venezuela, y Claudio Ness Mauch, de Brasil, así como Ernesto Aguirre-Carrillo, del Fondo Monetario Internacional. (FIN/IPS/nu- af/mj/if/98