El presidente de México, Ernesto Zedillo, manifestó su firme rechazo a que otros países realicen actos encubiertos en el suyo, en clara alusión a la "Operación Casablanca" sobre lavado de dinero del narcotráfico efectuada por Estados Unidos.
"Es inadmisible porque es una violación a la soberanía, porque es un atropello a nuestras leyes y porque contraviene el derecho internacional y vulnera las bases de la cooperación bilateral", señaló el mandatario el viernes, durante una gira por el interior del país.
La cancillería mexicana envió el jueves una carta de protesta a Washington en la que señala "su profunda preocupación y extrañeza por el evidente incumplimiento de Estados Unidos de los principios en los que debe basarse la cooperación".
Pero dirigentes políticos opositores consideraron tardía la reacción de México y exigieron la renuncia de algunos funcionarios por su supuesta ineptitud y debilidad en las relaciones con Estados Unidos.
Washington informó el lunes pasado que durante los últimos tres años realizó una investigación encubierta y unilateral contra algunos bancos mexicanos por delitos de lavado de dinero procedente del narcotráfico.
Producto de los operativos, jamás comunicados a su vecino y socio en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, agentes estadounidenses habrían ingresado varias veces a territorio mexicano.
"Los mexicanos no admitimos que en aras de cumplir sus leyes, otros países realicen actos abiertos o encubiertos que violen nuestra jurisdicción territorial", dijo Zedillo, quien en los últimos meses elogió reiteradamente el nivel de cooperación antidrogas con Estados Unidos.
"No se puede justificar ni lo podemos aceptar, porque el límite de toda acción y de toda negociación con México es y será siempre nuestra soberanía nacional", añadió el mandatario.
La Operación Casablanca, que llevó a la detención de 26 mexicanos en Estados Unidos y al decomiso de unos 100 millones de dólares, generó una ola de rechazo en México de parte de todos los sectores políticos.
La forma encubierta en las se efectuó la investigación contradijo las promesas de cooperación de Washington y fue considerada una burla en medios políticos mexicanos.
La cancillería mexicana informó que la secretaría de Estado (cancillería) de Estados Unidos, Madeleine Albright, expresó este viernes a autoridades locales su desconformidad por la forma en que se realizó la Operación Casablanca y la falta de diálogo con el país vecino. (FIN/IPS/dc/ag/ip/98