El presidente de Indonesia, Bacharuddin Jusuf Habibie, anunció esta semana la convocatoria a elecciones parlamentarias. Si bien no fijó aún la fecha, sus ministros prevén que se celebrarán en menos de un año.
La decisión se produjo el lunes pasado en un contexto de protestas estudiantiles, reclamos de dirigentes opositores y presiones dentro del propio gabinete de Habibie, incesantes desde la caída la semana anterior de quien gobernó con mano de hierro el país durante 32 años, Alí Suharto.
El anuncio acabó con algunas de las nubes de incertidumbre que se cernían sobre Indonesia desde que Suharto dijo la semana pasada que Habibie completaría su mandato, cuyo fin estaba previsto para el 2003.
Una serie de decisiones adoptadas por el gobierno el lunes dejó en evidencia que Habibie se esfuerza por demostrar que su gestión pretende efectuar cambios que van más allá de la imagen.
El ministro de Justicia, Muladi, también anunció la liberación de dos presos políticos, el sindicalista Mukhtar Pakpahan y el ex parlamentario Sri Binang Pamungkas, de la cárcel de Cipinang.
El ministro de Defensa, general Wiranto, informó ese mismo día que 14 oficiales del ejército fueron acusados de disparar contra una manifestación hace tres semanas, episodio en el que murieron seis estudiantes.
Cinco ministros encabezados por el de Industrias, Ginandjar Kartasasmita, unieron sus voces el fin de semana pasado para pedir la constitución de un "nuevo gobierno con un nuevo mandato popular".
Ginandjar, uno de los principales negociadores ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), sostuvo que los integrantes del gabinete que asumieron el día 24 perciben sus cargos como apenas temporarios hasta la celebración de elecciones parlamentarias, instancia que no se preveía hasta el 2002.
La decisión de Habibie, vicepresidente y delfín de Suharto, consiste en celebrar los comicios una vez que se sancionen leyes de participación política.
El secretario de Estado Akbar Tanjunt dijo que el gabinete no fijó fecha para las elecciones en su primera reunión el lunes, pero aclaró que la intención era celebrarlas "lo más pronto posible", por lo menos dentro de seis meses y a más tardar en un año.
Antes, deberán enmendarse leyes que restringen la actividad política, agregó.
De acuerdo con las declaraciones de Tanjunt, después de las elecciones parlamentarias deberá reunirse la Asamblea Consultiva del Pueblo, de 1.000 integrantes, para elegir un nuevo presidente y vicepresidente.
Al salir de la prisión, Pakpahan y Bintang reclamaron la liberación y la amnistía para todos los presos políticos de Indonesia, y se comprometieron a regresar a la cárcel si eso no sucedía.
El gobierno parece manifestar con las decisiones que adoptó el lunes que sabe que la comunidad internacional no ayudará a Indonesia a sortear la crisis económica si no se producen cambios políticos reales y si Habibie no demuestra independencia respecto de Suharto.
Pero "Habibie tiene menos legitimidad que Suharto, es menos hábil como político, tiene una base de respaldo restringida y se ve muy presionado para explicar el rápido enriquecimiento de su familai", sostuvo el periodista Adam Scwarz en un comentario publicado este lunes.
A pesar de los cambios políticos en los últimos días, hubo pocas mejoras en el frente económico.
La escasez de alimentos continúa, así como la de puestos de trabajo. El comercio se ha paralizado y la inflación saltó a 50 por ciento. El FMI está en una actitud de espera tras pactar su paquete de asistencia de 43.000 millones de dólares y enviará una misión a Yakarta esta semana. (FIN/IPS/tra-en/js/mj/ip/98