Con la repatriación de 61 personas más suman tres los grupos de migrantes ilegales repatriados a Cuba durante esta semana por los gobiernos de Estados Unidos y Bahamas.
La televisión estatal cubana informó sobre el arribo el jueves a La Habana del grupo de 61 cubanos que intentaron llegar a Estados Unidos por vía marítima y fueron detenidos cerca de las costas de la vecina isla caribeña.
Un total de 144 personas han regresado desde el lunes a este país en virtud de los acuerdos migratorios firmados con Estados Unidos, en mayo de 1995, y con Bahamas, en enero de 1996, para frenar el éxodo ilegal desde Cuba.
Washington entregó a las autoridades migratorias cubanas a 18 ilegales, 15 hombres y tres mujeres, con los cuales suman 936 las personas devueltas tras ser interceptadas en el mar por guardacostas estadounidenses.
Por su parte, Bahamas repatrió 126 personas que se encontraban hace varios meses en un centro de retención en esa isla, entre ellas 93 hombres, 20 mujeres y 13 niños.
"El gobierno de Bahamas tiene la voluntad de cumplir el memorándum de entendimiento en materia migratoria con Cuba", dijo en La Habana Carlton Wright, secretario de Inmigración bahamenese.
Bahamas ha repatriado a 550 personas desde la firma del memorándum que establece regulaciones migratorias, con el objetivo de evitar las travesías inseguras de indocumentados que emplean como trampolín a ese país para llegar a Florida, Estados Unidos.
Nassau reinició sus operaciones de repatriación esta semana, tras un receso desde diciembre, y generó la rápida reacción de grupos de exiliados cubano que realizaban gestiones para obtener visas de terceros países a todos los indocumentados.
Hasta el momento sigue sin confirmación oficial la posible deportación el lunes de los beisbolistas Angel López, Jorge Díaz y Michael Jova y del entrenador Enrique Chinea, que salieron de la isla el 10 de marzo en una embarcación rústica.
Los deportistas intentaron seguir los pasos de Orlando Hernández, conocido como "El Duque", que a inicios de este año recibió asilo en Costa Rica para después obtener un contrato de 6,6 millones de dólares con el equipo Yankees, de Nueva York.
Pero aún esperaban las gestiones de visa tras la conclusióin de gobierno bahamense y del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) de que no cumplían los requisitos para obtener asilo político.
La segunda operación coincidió con la declaración del presidente de Nicaragua, Arnoldo Alemán, de que las puertas de su país están abiertas para recibir a los refugiados cubanos que en Bahamas corren riesgo de ser deportados a su país de origen.
"El que quiera la libertad, en Nicaragua tiene las puertas abiertas, porque nosotros también hemos sufrido dictadura y persecución", dijo Alemán en Miami, donde fue invitado por la Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA).
En nombre de la FNCA, la organización más influyente de los exiliados cubanos en Estados Unidos, Jorge Mas Santos afirmó que la fundación pagará "lo necesario para trasladar a estas personas a Nicaragua".
Según reportes del diario El Nuevo Herald, de Miami, unos 135 indocumentados cubanos deben permanecer aún en el Centro de Detención de Carmichael Road, en Nassau.
George Stuart, subsecretario del Ministerio de Asuntos Extranjeros de Bahamas, dijo el jueves que "la carta de Managua" llegó cuando ya se habían cerrado las oficinas y ordenado la deportación.
Versiones de prensa indican que un portavoz no identificado de ese ministerio sugirió que el ofrecimiento de Alemán no podría "considerarse con seriedad", pues "Nicaragua debe tener la capacidad de hacer sus propias ofertas a Cuba.
Analistas aseguran que los gobiernos de los tres países coinciden en su decisión de evitar una nueva crisis migratoria en el Caribe y frenar cualquier operación que intente estimular el flujo de indocumentados hacia Estados Unidos. (FIN/IPS/da/mj/pr hd/98