Cuba, Estados Unidos y algunas islas del Caribe coinciden en la política de evitar a toda costa una nueva crisis migratoria en la región, lo cual parece alejar cada vez más a los cubanos de la esperanza del "norte prometido".
Aunque los habitantes de este país gozan del privilegio de recibir al menos 20.000 visas anuales para viajar como residentes permanentes a Estados Unidos, no son pocos los que aún optan por las vías ilegales para salir de la isla.
La posibilidad de que se esté verificando un aumento de los intentos ilegales y la vigencia de la voluntad política para evitar este tipo de éxodo emergió el lunes pasado con la repatriación de dos grupos de emigrantes.
El gobierno de Bahamas y la guardia costera estadounidenses coincidieron en el cumplimiento de sus compromisos con La Habana con la devolución a las autoridades de la isla de 83 personas que intentaron emigrar de forma ilegal.
En Cuba se aguarda que las autoridades confirmen si entre los 65 deportados desde Bahamas figuran tres jugadores de beisbol y un entrenador que habían partido de la isla en una embarcación rústica el 10 de marzo, con la esperanza de "saltar" a Estados Unidos.
Un cuarto beisbolista que salió de Cuba el 10 de marzo, Jorge Luis Toca, aceptó una visa para viajar a Japón, donde reside su esposa.
Los deportistas intentaron seguir los pasos de Orlando Hernández, "El Duque", quien a inicios de este año recibió asilo en Costa Rica para después obtener un contrato de 6,6 millones de dólares con el equipo Yankees de New York.
Pero Costa Rica no otorgó visas en este caso. El gobierno de Bahamas y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) concluyeron que los beisbolistas no cumplían los requisitos para obtener asilo político.
El subdirector de Inmigración de Bahamas, Vernon Burrows, confirmó que entre los deportados figuraban los deportistas, pero hasta el momento Cuba mantiene silencio sobre ese hecho.
La Agencia de Información Nacional (AIN) afirmó que la devolución de los 65 cubanos "constituye la más fehaciente respuesta de la voluntad de cumplimiento por esa isla (Bahamas) del memorándum bilateral en materia de migración".
De ser cierto el retorno de los beisbolistas, La Habana tendría el ejemplo que necesita para tratar de evitar casos similares de deportistas interesados en firmar contratos millonarios en Estados Unidos.
Bahamas cumplió con su parte al confirmar la pronta repatriación de todos los cubanos que se encuentran en esa isla y evitar así una gestión para que fueran admitidos en territorio de Estados Unidos.
El diario El Nuevo Herald, que se publica en Miami, aseguró el martes que organizaciones de exiliados cubanos en esa ciudad estadounidense habían avanzado en sus gestiones de solicitud de visas en terceros países para la mayoría de los refugiados en Bahamas.
"Lamentablemente se ha establecido un patrón, en este caso por Estados Unidos, que ha dado la pauta a los demás países de no aceptar inmigrantes", dijo José Basulto, presidente de la organización anticastrista Hermanos al Rescate.
La primera deportación efectuada por Bahamas desde el 23 de diciembre subraya, al parecer, la intención de ese país de obstaculizar toda alternativa que no sea la emigración legal por los canales acordados por La Habana y Washington.
Sally Moss, funcionaria de la cancillería de Nassau en La Habana, dijo a la AIN que el entendimiento entre los dos países "tiene plena vigencia e incluso se profundiza para fortalecer aun más el acuerdo".
Fuentes oficiales cubanas revelaron que Bahamas ha deportado 489 cubanos desde la firma del memorándum migratorio en 1996.
Con los 18 emigrantes interceptados en alta mar y devueltos el lunes por un guardacostas estadounidense a las autoridades cubanas, Estados Unidos ha repatriado a la isla 936 personas desde mayo de 1995.
El acuerdo bilateral establece la repatriación de toda persona que intente llegar de forma ilegal a Estados Unidos al tiempo que se mantiene vigente la posibilidad de no ser deportado una vez que se alcanza el territorio norteamericano.
De acuerdo con las leyes estadounidenses, todos los cubanos que entran ilegalmente o que con visa temporal deciden permanecer en ese país obtienen la residencia automáticamente al año y un día de su arribo.
"Estamos dispuestos a devolver a Cuba a todos los cubanos que arriben ilegalmente a Estados Unidos, siempre y cuando el gobierno de Cuba acepte esa devolución", dijo en diciembre de 1996 John Hamilton, subsecretario de Estado para América Central y el Caribe.
Hamilton, que viajó a La Habana al frente de la delegación estadounidense al diálogo sobre migración entre los dos países, admitió la posibilidad de extender el acuerdo de repatriación, pero hasta el momento nada se ha anunciado.
Estadísticas de la guardia costera de Estados Unidos arrojan un aumento de los cubanos interceptados en alta mar de 45 en el primer trimestre de 1997 a más de 120 en los primeros tres meses de este año. (FIN/IPS/da/mj/ip pr hd/98