La Unión Europea se prepara para votar una norma que, de ser aprobada, permitiría a las compañías europeas patentar plantas y semillas del Sur en desarrollo que agricultores de los países pobres cultivan desde hace siglos.
Una delegación de India, invitada a Europa por organizaciones no gubernamentales (ONG) como un último esfuerzo contra la aprobación de la directiva, teme que la norma se apruebe debido a la "apatía" de los políticos europeos.
"Nos sorprendió descubrir que las enmiendas a la directiva fueron delegadas al comité de asuntos legales del Parlamento Europeo. No se trata de una cuestión legal, sino de una cuestión sustancial", exclamó Biplab Dasgupta, legislador y economista indio.
"Los miembros del Parlamento Europeo que vimos parecían cansados de analizar el tema. Me preocupa que la directiva se apruebe debido a su apatía", añadió.
El Parlamento Europeo votará la directiva el día 12 en Estrasburgo. Dasgupta y la abogada Indira Jaisingh fueron invitados por la Fundación Gaia, de Londres, y la Coalición Contra las Patentes de Vida, de Holanda.
Ambas ONG consideran que la directiva propuesta será desastrosa para los países en desarrollo, sobre todo para sus agricultores.
De ser aprobada, la directiva incluirá por primera vez a las patentes de formas biológicas en las leyes de patentes europeas, como ya sucede en Estados Unidos.
La norma otorgaría libertad a las compañías trasnacionales de los países industrializados para patentar plantas y semillas autóctonas de los países en desarrollo.
Pero "políticos y funcionarios europeos parecen mucho más preocupados por perder oportunidades comerciales frente a las compañías agrícolas de Estados Unidos y Japón que del efecto a largo plazo que las patentes tendrán en los países en desarrollo", dijo Dasgupta a IPS en Londres.
En India, uno de los 12 países de gran diversidad que albergan la mayor parte de los recursos biológicos del mundo, varias compañías trasnacionales del ramo agrícola y farmacéutico patentaron numerosas formas de vida.
La tendencia, que comenzó cuando India se incorporó a la Organización Mundial del Comercio, condujo en septiembre a la polémica concesión de una patente sobre la variedad de arroz Basmati a Rice Tec, una compañía arrocera de Estados Unidos, por la Oficina de Patentes de ese país.
El arroz Basmati, aromático y de grano largo, es autóctono del subcontinente indio y es un importante producto de exportación que sólo el año pasado generó 313 millones de dólares para el país.
El año pasado, India litigó con éxito contra la patente farmacéutica estadounidense del cúrcuma, planta tropical asiática cuya raíz aromática se utiliza como condimento y antiséptico. Este antecedente podría favorecer la oposición india a la patente de la variedad del arroz Basmati.
La aprobación o no de la directiva europea puede ser un factor importante en la lucha de los países en desarrollo para preservar su riqueza biológica, opinó Jaisingh, un abogado de la Corte Suprema de India.
"Queremos que Europa sea neutral en la batalla (de las patentes) entre los países en desarrollo y Estados Unidos", dijo Jaisingh. "Lo que está en juego es nuestro derecho a la vida y al sustento".
La directiva propuesta tiene una larga y turbulenta historia desde que fue presentada por primera vez en 1989. A la versión actual se le agregaron 35 modificaciones en julio de 1997.
La Comisión Europea y el Consejo Europeo de Ministros de Economía aceptaron todas las modificaciones excepto una, la que condena la biopiratería o las patentes de vida, explicaron fuentes de las ONG.
"La directiva europea de la patente de vida es un intento deliberado y desvergonzado de descartar las inquietudes del público europeo y contraviene la Convención sobre Diversidad Biológica", según la Fundación Gaia.
"El proyecto de directiva concuerda plenamente con la posición de Estados Unidos, que permite básicamente patentar cualquier cosa con vida", añadió.
La directiva contradice la Convención, considerada por muchos como el más democrático de los foros internacionales sobre este tipo de asuntos, a través de su definición del término "invención".
Gaia sostiene que la directiva "legalizará la biopiratería" porque su definición de invención se amplió para permitir la patente de "descubrimientos".
La definición implica, por ejemplo, que una compañía trasnacional que "descubre" la variedad de arroz Basmati, que agricultores de Asia meridional cultivaron durante siglos, podría fingir haber "inventado" una "versión mejorada", de la misma manera que Rice Tec lo hizo en India.
Basada en la denominada "invención", un proceso de refinamiento y mejoramiento que los agricultores practican cada temporada desde hace siglos, la compañía puede solicitar la patente, que el país en desarrollo tendrá que disputar.
El arroz "Basmati es una demostración evidente de la manera en que las corporaciones extienden sus derechos privados al dominio colectivo y se adueñan del conocimiento tradicional y los materiales genéticos autóctonos", según Gaia.
La directiva pretende ampliar los requisitos del Acuerdo de Derechos de Propiedad Intelectual Derivados del Comercio de la Organización Mundial de Comercio, que excluye la patente de plantas y animales. (FIN/IPS/tra-en/dds/rj/aq-ml/en dv/98