Campesinos sin tierra, afincados como precaristas en las riberas del canal de Panamá, comenzaron a dar vida a un proyecto impulsado por el gobierno para sustituir la llamada "paja canalera" por cultivos de uso alimenticio.
Unos 250 campesinos sin tierras asentados en una decena de poblados ubicados en la ribera occidental del canal, se han organizado en cooperativas a las cuales el Estado les ha asignado 13 fincas de 20 hectáreas cada una.
El proyecto procura evitar que los campesinos continúen con sus prácticas de invadir y quemar los bosque contiguos al canal para habilitar tierras de labranza, recuperar los terrenos invadidos por la paja canalera y al mismo tiempo ayudar a proveer alimentos para la población rural de bajos recursos económicos.
En Panamá, 37,8 por ciento de sus 2,7 millones de habitantes viven en condiciones de pobreza absoluta. La pobreza se ubica en 16 por ciento en las zonas urbanas, pero aumenta a 63 por ciento en el medio rural y llega hasta 90 por ciento en las regiones indígenas.
La gramínea, procedente de Vietnam, fue sembrada en las laderas del canal en 1913 por ingenieros estadounidense con el fin de detener la erosión de las tierras adyacentes al canal, a las cuales se les había quitado su capa boscosa.
La paja canalera ayudó a evitar el desmoronamiento de las laderas del canal, pero sus livianas semillas se esparcieron por grandes extensiones de tierras cercanas al canal, las que desde esa época han quedado inutilizadas para uso agrícola, dijo a IPS el técnico forestal René Chang.
Además de proveer tierras de uso agrícola para campesinos pobres, el proyecto busca "hacer un control ecológico" de la paja canalera, dijo la jefa del departamento de control ambiental de la Autoridad de la Región Interoceánica (ARI), Sayda Grimaldo.
La ARI es una entidad del Estado encargada de la administración de las tierras que ha devuelto Estados Unidos a Panamá en virtud de los tratados canaleros de 1977.
El método empleado por los campesinos para eliminar la graminea consiste en ir cortando o quemando la paja canalera y sobre el suelo desnudo sembrar plantas de rápido crecimiento, como la nativa mocuna, para crear una sombra que impida su rebrote.
Según experimentos realizados con la paja canalera en la finca agroforestal Río Cabuya, de la no gubernamental Asociación Nacional de Conservación de la Naturaleza (Ancon), la sombra es la única forma para matar las resistentes raíces de la graminea, cuyo tallo alcanza hasta tres metros de altura.
El campesino Gertrudis Gómez, tesorero de la Finca Agroforestal de Nuevo Emperador, cedida por la ARI, señaló que un año después de comenzar las labores de limpieza de una parcela de dos hectáreas ya ha logrado producir frijoles, pepinos, ají pimentón y arroz.
Sin embargo, la tierra no fue suficientemente fértil como para producir maíz, cuya siembra fue un fracaso, según Gómez.
"El año pasado trabajé todo el año para combatir la paja canalera. Primero me encargaba de un pedazo de tierra, quemaba la paja, luego sembraba la mocuna y después, debajo de ella, sembraba la semilla", dijo el agricultor.
"Cuando llegamos a nuestra parcela en Bajo Bandera esto era pura paja blanca (canalera) y empezamos a trabajar con la mocuna", afirmó el campesino Urbano Ramos.
"Ahora la tierra se ha puesto buena y hemos podido sembrar maíz, arroz, café y papaya", añadió Ramos al explicar como él y otros campesinos sin tierra del poblado de Bajo Bandera limpiaron sus 20 hectáreas y, bajo la orientación de técnicos del gobierno, iniciaron la producción de alimentos.
Una experiencia similar han realizado ocho campesinos de la finca agroforestal del poblado de Santa Clara, cedida por la ARI en el marco del proyecto contra la paja canalera, según informó la campesina Cándida Morán.
El proyecto ha resultado tan bueno que "hemos sembrado de todo y a nosotros la sequía no nos ha afectado", afirmó, como ocurrió este año con unas 53.000 familias de campesinos pobres de la zona central del país, que debieron ser asistidas por el Estado tras perder sus cosechas a causa del fenómeno de El Niño.
Los campesinos beneficiados con el proyecto invadían todos los años las áreas boscosas pertenecientes al Estado en las riberas del canal para habilitar pequeñas parcelas, tras quemar y talar el bosque existente en el lugar.
El administrador de la ARI, el ex presidente Nicolás Ardito Barletta, informó que el proyecto para ganar terrenos a la paja canalera va a ser complementado con otros similares destinados a dar "nuevas oportunidades de desarrollo y empleo para la población".
La entrega de tierras a campesinos radicados en las riberas del canal forma parte de un Plan de Uso de Suelos revertidos por los tratados canaleros, el cual también incluye la constitución de parques industriales, hoteles, centros turísticos y centros de estudios superiores.
El canal, las bases militares, infraestructuras y los 1.400 kilómetros cuadrados de tierras que componían la antigua zona del canal bajo administración exclusiva de Estados Unidos hasta el 1 de octubre de 1979, tienen un valor aproximado de 30.000 millones de dólares.
La vía interoceánica, tierras, estructuras de uso civil y seis bases militares que aún están en poder de Estados Unidos, deben ser devueltas a la jurisdicción de Panamá el 31 de diciembre de 1999, según lo estipulado en los tratados de 1977. (FIN/IPS/sh/ag/dv-en/98