/BOLETIN-AMBIENTE/ NICARAGUA: Espesa nube de humo mexicano se cierne sobre el país

Una espesa nube de humo procedente de México afecta a todo el territorio de Nicaragua, lo que agrava los perjuicios que provoca el fenómeno del Niño y la gran cantidad de incendios forestales que ocurren en este país centroamericano.

"Aquí siempre hubo quemas forestales, pero no se había unido a otros factores que han agravado la situación", comentó Claudio Gutiérrez, director del Institituo Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter).

Entre estos factores, Gutiérrez mencionó las altas temperaturas de las últimas semanas, lo que ha provocado incendios forestales en todo el país.

El Ministerio de Salud sugirió al gobierno que decrete el estado de emergencia nacional por ocho días para proteger a los niños que asisten a la escuela, principales víctimas de la toxicidad de la densa capa de humo.

Las autoridades de Salud recomendaron a los profesores que no impartan clases de educación física de mañana, momento del día en que hay poca circulación de aire y los contaminantes se concentran en la superficie del suelo.

También recomendaron a ancianos, embarazadas y trabajadores de la construcción que tomen precauciones ya que pueden verse afectadas por elementos tóxicos y contaminantes presentes en la densa capa de humo.

En los cinco primeros meses de este año se han registrado en Nicaragua 14.700 incendios, según datos oficiales. El año pasado, en el mismo período, hubo 9.442.

Además, debido al Niño se mantiene un sistema de alta presión sobre el país, por lo que no hay viento ni lluvia, y el humo permanece en el ambiente.

La situación no cambiará hasta que llueva y cambie el sistema de alta presión, dijo Gutiérrez.

La nube de humo motivó la decisión de suspender esta semana los vuelos nocturnos, ya que la visibilidad ha disminuido de 10 a dos kilómetros, por debajo de la norma requerida.

La influencia de los incendios forestales en México empezó a sentirse en este país a comienzos de mes, cuando la nube de humo se hizo más espesa y los pobladores empezaron a quejarse de irritación en los ojos y malestar en las vías respiratorias.

A los incendios que se han producido desde México hasta Honduras se sumaron las quemas que tradicionalmente realizan los campesinos nicaragüenses antes de que lleguen las lluvias con el fin de preparar los suelos para la cosecha.

Pero a los campesinos locales se han unido pirómanos inescrupulosos que provocan estos incendios para cazar animales y cortar árboles de maderas preciosas.

En abril se registraron más incendios que a todo lo largo de 1997, al alcanzar la cifra de 11.283 incendios en todo el país, según cifras oficiales.

"No podemos quedarnos indiferentes, mientras se destruye el país. Estamos viviendo una emergencia ambiental y vamos a actuar en correspondencia", afirmó el viceministro de Agricultura y Ganadería, Horacio Jarquín.

Para enfrentar las quemas e incendios el gobierno del derechista Arnoldo Alemán decidió "desempolvar" un viejo decreto que castiga las quemas forestales y conformar un Comité de Emergencia que estudie la situación y proponga otras medidas de castigo.

De acuerdo con el Proyecto de Monitoreo de Recursos Naturales e Incendios (NOAA), en febrero se registraron 343 incendios en todo el país y en marzo aumentaron a 1.502.

En abril, según NOAA, las quemas e incendios aumentaron geométricamente hasta alcanzar los 11.283, cifra que supera a los 9.000 reportados a lo largo de 1997.

La mayoría de los incendios y quemas (7.465) se han registrado en la Zona Atlántica del país, donde están las principales reservas forestales del país, lo que fue atribuido a la intensa migración agrícola.

Se estima que cada año se destruyen alrededor de 150.000 hectáreas de bosques en Nicaragua. (FIN/IPS/rf/mj/en/98

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