Un incendio destruyó 1.000 hectáreas de bosques de la mayor reserva natural que se conserva en el mundo de la especie pequeña de papagayo conocida como cotorra.
El fuego, que fue controlado el lunes pasado luego de varios días, afectó al menos 20 por ciento de la región de Los Indios, en la Isla de la Juventud, al sur del archipiélago cubano, según las autoridades locales.
La Empresa Local de Flora y Fauna informó que las áreas afectadas no cubren el área central de la reserva, pero incluyen una extensa franja de alimentación y nodificación de la cotorra y otras valiosas especies.
La cotorra, un ave de color verde con plumas de otros colores capaz de reproducir palabras, se encuentra entre las especies más valiosas de la fauna autóctona de esta isla del Caribe que están declaradas en peligro de extinción.
Las autoridades aduaneras cubanas mantienen una vigilancia constante para evitar la exportación ilegal de especímenes que los especuladores venden a turistas extranjeros a entre 25 y 50 dólares.
Los expertos en la conservación de la flora y la fauna de la zona afectada aseguraron que el incendio coincidió con la etapa reproductiva de las cotorras, lo cual puede ocasionar daños a más largo plazo.
El diario gubernamental Granma aseguró el martes que hasta el momento se desconocen las causas del incendio que, favorecido por la sequía que afecta a ese territorio, avanzó de forma acelerada.
La región dañada comprende sabanas de arenas blancas y ecosistemas de palmeras, pinares, bosques de galera, ciénagas y áreas de pasto de la ganadería.
La Agencia de Información Nacional (AIN) informó que los incendios se incrementaron en los últimos años en la Isla de la Juventud, municipio especial en la división político- administrativa de Cuba.
"La ocurrencia hasta la fecha alcanza los 32 fuegos forestales y domésticos, con perdidas superiores a los 72.000 pesos, y en su gran mayoría causados por negligencia", según la AIN.
Hacia la zona del incendio se movilizaron durante tres días unas 600 pesronas, entre ellas vecinos de los asentamientos aledaños, trabajadores de los centros forestales y de flora y fauna y miembros de las fuerzas armadas.
Los daños a la región de Los Indios suceden a un hecho similar que afectó a la provincia de Pinar del Río, a 176 kilómetros de La Habana, a fines de abril pero que, según las autoridades, no fue un desastre ecológico.
El incendio se extendió por varios días dañando unas 600 hectáreas de pinos en la zona de Cajalbana, considerada la mejor área de pino "Caribe" del mundo, informó la dirección local de la agricultura.
La emisora Radio Reloj, que transmite a todo el país, aseguró que más allá de los daños al pinar, la madera podría ser utilizada con fines económicos, como en la construcción de casas para curar tabaco.
El viceministro de la Agricultura, Fidel Ramos Perera, afirmó en abril que los bosques cubanos crecen anualmente a un ritmo de unos 7,5 millones de metros cúbicos de madera.
Cuba posee 1.9 millones de hectáreas de árboles que se espera aumenten hasta 2,4 millones para el 2015. Para esa fecha, las autoridades forestales pretenden tener cubierto de bosques 27 por ciento del territorio de la isla.
En 1492, año del descubrimiento de la isla por el navegante Cristobal Colón, el archipiélago cubano tenía cubierto de árboles 90 por ciento de su superficie.
Fuentes del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente aseguran que para 1900 la proporción descendió a 53 por ciento y que a inicios de la década del 60 sólo quedaba 13,5 por ciento de los bosques originales.
Expertos estiman que el impulso oficial a la política de fomento de los bosques se ve afectado por la tala ilegal de árboles y los incendios que se originan como consecuencia de los períodos de sequía y de negligencias humanas.
Datos oficiales aseguran que en 1996 la economía cubana perdió 17,2 millones de pesos (igual al dólar al cambio oficial), como consecuencia de 12.958 incendios. La causa más reiterada resultó la negligencia. (FIN/IPS/da/mj/en/98