Los rostros pintados por el artista Chuck Close acapararon una sección del Museo de Arte Contemporáneo de esta ciudad, que de esa forma se convirtió en escenario para el despliegue de algunas de las caras más fieras y crudas jamás vistas.
La muestra, que bien podría contener una advertencia de "no apta para cardíacos", contiene retratos de hasta casi tres metros de altura, dolorosamente detallistas.
Los modelos de Close, identificados con nombres simples como "Phil" o "Keith", suelen tener una apariencia deteriorada, como atontada, un poco ajada. Uno de los cuadros presenta a una mujer con un agujero en la garganta, presumible resultado de una operación para reparar años de tabaquismo.
Una de las cualidades más fascinantes de Chuck Close, que lo diferencia de otros artistas modernos, es la precisión casi obsesiva con la cual atrapa los rostros en sus pinturas.
Close admitió que está seducido por los retratos. "Cuando voy a un museo casi siempre termino paralizado frente a los retratos".
Muchos de las cuadros de Close se basan en versiones de fotografías muy claras, que se transforman en pinturas mediante el uso de plumas a tinta. El estilo se conoce como foto-realismo.
Otras obras, sin embargo, son como una versión alocada de ese realismo, con caras divididas en cuadrículas de colores, o cuadrículas y matrices marcadas por formas como círculos amarillos o triángulos verdes en vez de las características faciales que deberían representar.
Todos los retratos de Close comienzan por una fotografía, que establece la base para el proceso de desintegración que realiza el artista. Separa la fotografía en componentes que pueden ser pequeños cuadrados, matrices de puntos o simplemente divisiones faciales: ojos, nariz, etcétera.
Close utiliza diversos materiales, desde discos de metal hasta tiras de linóleo, para crear sus composiciones. Algunas veces, sus retratos están formados por zonas de colores brillantes que corresponden con absoluta precisión a las características del rostro original.
El efecto definitivo de los retratos es que no presentan tanto caras como el arte mismo. La técnica es tan fiel como una fotografía, pero también revela cómo la pintura puede mostrar una apariencia de la realidad mediante una construcción esquemática de otros elementos.
Las caras siempre están mostradas de cerca, en primer plano. Sólo varía la técnica de presentación, que va desde lo más realista hasta el colorido surrealista.
Para algunas personas, el recorrido de las obras de Close puede ser duro, con un paisaje formado por rostros que inspiran miedo y constituyen una visión inquietante del mundo. (FIN/IPS/tra- en/fah/mk/lc-ml/cr/98