El mundo fue sacudido este mes por noticias sobre las pruebas nucleares de India, la desestabilizada Indonesia y el referéndum en Irlanda, pero para millones de habitantes de Estados Unidos, ninguna fue tan importante como el final del programa de televisión "Seinfeld".
El programa de corte humorístico estuvo en el aire durante nueve años y atrajo una audiencia de 73 millones de personas para el capítulo final, en el cual Jerry Seinfeld y los otros tres protagonistas se encuentran encarcelados discutiendo sobre cómo abotonar una camisa.
Fue un final apropiado para los cuatro personajes que lograron atraer a un número masivo de seguidores. Jerry Seinfeld, con el mismo nombre, encaró a un hombre melindroso, meditabundo; Jason Alexander fue un George egoísta y gruñón; Julia Louis Dreyfus una Elaine frenética y sarcástica; Michael Richards un Kramer lunático.
Seinfeld tiene planificado dedicarse a las actuaciones en vivo. En diciembre ya había anunciado su decisión de retirarse de la televisión y abandonar el programa que creó con Larry David, en el cual se desempeñó como protagonista y productor ejecutivo.
Desde ese mismo momento, la National Broadcasting Company (NBC) lanzó una intensa campaña publicitaria en torno al final de "Seinfeld", que fue su programa más exitoso.
Las tapas de las revistas Time y Rolling Stone fueron dedicadas al programa, mientras el capítulo final era proyectado el día 14 en una pantalla gigante en el Times Square, en pleno centro de Nueva York.
Era imposible esquivar la ofensiva de publicidad, y los 73 millones de personas que sintonizaron el capítulo final constituyeron una de la audiencias más masivas registradas en la historia de la televisión de este país. Después de todo, se trataba de la tercera parte de los habitantes de Estados Unidos.
Millones de personas vieron por segunda vez el capítulo final cuando la NBC lo repitió, una semana más tarde.
El episodio tenía los ingredientes que hicieron famoso a este programa: las frases rápidas, los personajes raros, la conversación plagada de modismos que utilizan las personas educadas de Nueva York. Una de sus características es que se trataba "de nada".
Este concepto fue delineado en un episodio en el cual los personajes de Jerry y George se acercan a unos ejecutivos de la televisión para venderles la idea de un programa muy parecido a "Seinfeld". Uno que, según le explican a los dudosos empresarios, es acerca de "nada".
"Seinfeld" presentó tramas bastante complejas basadas en la interacción de cuatro personajes que tenían sus propias preocupaciones y prioridades. Todo se desarrollaba en la media hora que duraba cada episodio.
Las últimas temporadas del programa habían presentado argumentos algo más débiles y complicados, en especial después que el cocreador Larry David decidió retirarse hace un par de años.
En el final, Jerry, George, Elaine y Kramer aparecen sometidos a juicio en el estado de Massachusetts precisamente por hacer gala de las características que hicieron famosos a sus personajes: una autoestima exagerada, y una mezcla de desprecio y desinterés por los demás.
En la trama, son arrestados bajo la ley del "Buen Samaritano", por no ayudar a un hombre que estaba siendo asaltado. El proceso, por cierto, termina mal para estos personajes.
Así que las últimas escenas los retratan en prisión conversando sobre temas que no parecen haber sido escogidos premeditadamente. Al final, se trata de "nada". Y tal vez la cárcel reflejó la sensación que experimentaba Jerry Seinfeld cuando decidió dejar la televisión.
El dilema es si los cuatro personajes lograrán salir de esa prisión, para que los actores puedan continuar con sus carreras después de "Seinfeld". (FIN/IPS/tra-en/fah/lc-ml/cr/98