La justicia de Argentina pidió hoy la captura del empresario Alfredo Yabrán, sospechoso de ser autor intelectual del asesinato de un reportero gráfico, tras recibir un nuevo testimonio que lo incrimina.
El juez José Luis Macchi solicitó la captura del empresario telepostal, sospechoso de haber ordenado el brutal asesinato del fotógrafo de la revista Noticias José Luis Cabezas, un crimen cometido hace 16 meses que conmovió a la opinión pública.
El vocero del empresario, Wenceslao Bunge, puntualizó que Yabrán "no está prófugo, sino ausente por consejo de sus abogados", y confió en que la defensa llevará adelante una estrategia que permita probar su inocencia.
Ante la búsqueda infructuosa dentro del país, el juez pidió su captura internacional, en tanto los abogados de Silvia Belawsky, la testigo que declaró en su contra este viernes, aseguran que la mujer confesó tras haber estado detenida seis meses.
Belawsky, ex esposa del ex policía Gustavo Prellezo, quien está detenido bajo sospecha de ser autor material del asesinato, estaba detenida como partícipe necesario en el crimen.
La testigo confesó este viernes ante el juez que su ex esposo le reveló que trabajaba como custodio privado de Yabrán desde hacía dos años y que le había pedido que matara a Cabezas porque lo molestaba con sus fotografías y sus persecuciones.
Yabrán era dueño de empresas privadas de correo, de control de las rampas, los depósitos fiscales y las tiendas libres de impuestos de los aeropuertos, ganó licitaciones para confeccionar pasaportes, padrones electorales, documentos y permisos para portar armas.
El ex ministro de Economía Domingo Cavallo lo acusó en 1996 de ser el "jefe de una mafia" que operaba en asuntos sensibles al narcotráfico y apelaba a sus influencias políticas con el gobierno del presidente Carlos Menem para lograr sus objetivos.
El empresario, que hasta entonces era un desconocido para la opinión pública, se hizo famoso tras la denuncia de Cavallo, y más aún cuando Cabezas logró tomarle una fotografía junto a su esposa, que se publicó en la portada de Noticias.
"Tomarme esa foto a mí es como pegarme un tiro", le comentó Yabrán ofuscado al director del semanario para evitar su publicación. Pocos meses después, el cuerpo de Cabezas apareció atado con las manos en la espalda y baleado, dentro de su automóvil incinerado.
Un grupo de ex policías y custodios privados vinculados a Yabrán son los principales sospechosos del asesinato, pero hasta ahora no había pruebas para incriminar al empresario como autor intelectual del crimen que desató una amplia campaña de los medios de comunicación para su esclarecimiento.
La ex esposa de Prellezo, pidió este viernes declarar ante el juez, en medio de una crisis de nervios, y durante largas horas dio un testimonio diferente del que había aportado en la primera oportunidad, cuando aseguró que desconocía los vínculos de su ex esposo con Yabrán.
En esta oportunidad, Belawsky aseguró llorando que Prellezo le confesó que trabajaba para Yabrán, le mostró obsequios que el empresario le había hecho y le contó que habían matado a Cabezas por pedido de su jefe, que se sentía molesto por las fotografías.
Tras el testimonio de Belawsky, la justicia ordenó este sábado la captura de Yabrán, quien según las autoridades policiales estaría fuera del país desde hace varios días, en tanto Prellezo pidió declarar el lunes en el mismo juzgado.
El asesinato del fotógrafo fue asumido por el sindicato de periodistas como una causa común y con el lema de "No se olviden de Cabezas" se realizaron numerosos actos recordatorios y de reclamo de justicia durante estos 16 meses.
En 1997, el ministro de Justicia, Elías Jassán, debió renunciar a su cargo luego de que la investigación probara que había recibido numerosas llamadas de Yabrán a su teléfono celular, un hecho que había negado hasta ese momento.
Más tarde, el jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez, aceptó recibir al empresario en la casa de gobierno, lo que causó gran malestar en la opinión pública. (FIN/IPS/mv/ag/ip/98