El ex cantante Ramón Ortega comenzó a ser considerado este mes el mejor candidato oficialista a presidente, mientras la gran insatisfacción del electorado con el gobierno daría hoy la victoria a la oposición, según las encuestas.
A pesar de la aparente falta de propuesta de la opositora Alianza, 54 por ciento del electorado sigue apostando para 1999 por esta coalición de centroizquierda que ya triunfó en las elecciones legislativas de octubre como alternativa al gobernante Partido Justicialista (peronismo).
El analista político Rosendo Fraga remarcó que esta vez la competencia comenzó con más de un año de anticipación, un fenómeno que está acelerando las definiciones de los proyectos, pero mucho más las de los candidatos que los llevarán adelante.
La Alianza, nacida hace nueve meses de la unión del Frente País Solidario y la Unión Cívica Radical, podría definir su fórmula presidencial en octubre y no en noviembre, como había previsto. Desde su triunfo hace nueve meses, la coalición concentra sus energías casi exclusivamente en mostrarse sólida.
El nuevo conjunto de partidos se formó en agosto y ganó en octubre con 45,7 por ciento de los votos frente a 36 por ciento del oficialismo. Su triunfo fue bien recibido no solo entre los sectores populares sino también entre empresarios e inversores que hasta el momento se habían mostrado más cerca del gobierno.
Pero las grandes cuestiones que le dieron el triunfo a la Alianza parecen haberse diluido en la agenda opositora, plagada de problemas internos.
Mientras tanto, los preocupados por el desempleo, la corrupción, la crisis educativa, la falta de independencia del Poder Judicial y la creciente inseguridad siguen esperando sus propuestas.
Inversores y empresarios ya manifestaron su confianza en que un eventual cambio de gobierno no implica un cambio en las reglas del juego.
La oposición remarcó siempre que la estabilidad será prioridad, aunque sus políticas tendrán un mayor énfasis en problemas como el desempleo y el reparto inequitativo de los beneficios del modelo económico.
En este sentido, los candidatos a presidente con más chances de ganar son hoy dos dirigentes de la Alianza: la diputada Graciela Fernández Meijide, con la mejor imagen en las encuestas, y el jefe del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Fernando de la Rúa, segundo en las encuestas.
La designación de "Palito" Ortega en abril al frente de la Secretaría de Desarrollo Social fue un gesto del presidente Carlos Menem que catapultó al autor de la popular canción "La felicidad" al tope de las preferencias del electorado oficialista.
Pero Ortega sólo está tercero y muy lejos detrás de sus dos contrincantes de la oposición.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde, era el político mejor colocado en la carrera para suceder a Menem en 1999, pero desde la derrota que sufrió su esposa en los comicios legislativos de octubre su imagen fue perdiendo gravitación.
La declinación se aceleró este año con la amenaza de Menem de intentar una nueva reforma constitucional que lo habilite para gobernar un tercer período, posibilidad hoy prohibida por la Constitución, pero que no es descartada por sectores próximos al gobierno.
Pero el golpe final a Duhalde parece haber sido la designación de Ortega en una cartera que maneja un presupuesto millonario de ayuda social mientras el nordeste del país sufría el peor momento de las inundaciones.
Algunos analistas objetaron el nombramiento y dijeron que se trataba de una maniobra de Menem, que utilizaba a Ortega como "títere" para frenar las apetencias de Duhalde.
Lo cierto es que las ambiciones del ex cantante, que fue gobernador de la provincia de Tucumán, parecían en 1997 un delirio y desde que asumió en abril la Secretaría su imagen no para de trepar en las encuestas.
Duhalde tenía entonces el respaldo de 55 por ciento de votantes del justicialismo frente a 17 de Ortega. Pero hace un mes, las preferencias variaron. Según una encuesta del Centro de Estudios de Opinión, Duhalde tiene hoy 25 por ciento de las preferencias y Ortega, 24 por ciento.
Si el sondeo se realizara sobre el electorado general, y no por partidos, Ortega es el preferido de los candidatos del justicialismo con 13 por ciento de votos, seguido por Duhalde con 12 por ciento y Menem, que pese a que está inhabiliatado para postularse aparece entre los tres primeros con pareja aceptación.
Por supuesto, los tres competidores del oficialismo están lejos aún de los dos candidatos de la Alianza: Fernández Meijide y De la Rúa. En el último sondeo de Gallup, Fernández tiene 22 y De la Rúa 21 por ciento de las intenciones de voto.
De esta manera, y cuando aún faltan 17 meses para los comicios presidenciales, la campaña parece haber comenzado y el escenario más realista indicaría hoy que la oposición arrebatará la hegemonía al justicialismo luego de 10 años de gobierno de Menem. (FIN/IPS/mv/mj/ip/98