La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) cuestionó la idea predominante en los gobiernos de la región, en cuanto a que la educación es una suerte de "fórmula mágica" para lograr más equidad social.
En su informe "Panorama Social de América Latina 1997", la agencia regional de Naciones Unidas advirtió que las políticas de empleo, demográficas y de asignación de recursos a los sectores más pobres son también fundamentales para redistribuir los ingresos.
El informe, difundido este miércoles en Santiago, encierra así un cuestionamiento indirecto a acuerdos adoptados por la II Cumbre de las Américas, que se celebró en esta misma capital en abril último con la presencia de 34 gobernantes.
En ese encuentro se puso a la educación como eje de las políticas para superar la pobreza y se acordó canalizar hacia planes de enseñanza y capacitación recursos por 8.300 millones de dólares durante los próximos tres años.
Estos fondos, destinados en alto grado a sectores vulnerables, como minorías indígenas, mujeres y migrantes, procederán del Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial y la Agencia Internacional para el Desarrollo de Estados Unidos.
El gobierno de Chile, cuyo presidente Eduardo Frei propuso a la educación como tema eje de la cumbre continental, destacó que ése fue uno de los resultados concretos más trascendentes para el desarrollo futuro de América.
En su informe social, Cepal valora los esfuerzos en los frentes de la educación y la capacitación, pero apunta que la región no logrará superar la inequidad en tanto no corrija las actuales estructuras de enseñanza y de empleo.
Los gobiernos latinoamericanos y caribeños están impulsando la educación como instrumento para crear una mayor igualdad de oportunidades, pero la enseñanza por sí sola no es suficiente para alcanzar ese objetivo, señaló el organismo regional.
El balance social de 1997 siguió siendo crítico, en la óptica de Cepal. La comisión señala que el crecimiento promedio de tres a 3,5 por ciento de la economía en el último trienio es insuficiente para reducir la brecha entre ricos y pobres.
"La distribución del ingreso predominante en los países latinoamericanos determina que la región sea considerada, en el ámbito mundial, una de las más rezagadas en términos de equidad", según el informe entregado por el secretario ejecutivo de Cepal, el colombiano José Antonio Ocampo.
Aun con un crecimiento económico sostenido en los próximos 10 años será difícil lograr mejoras importantes en la distribución del ingreso si prevalecen las actuales estructuras, agrega el estudio.
Ocampo recordó que 10 por ciento de la población más rica de América Latina capta 40 por ciento de los ingresos, en tanto 40 por ciento de los habitantes más pobres reciben solo entre dos y tres por ciento de los ingresos generados en la región.
El informe destaca que países con un crecimiento económico sostenido en situaciones de estabilidad en el último trienio, como Chile, Brasil y en alguna medida Panamá, lograron reducciones en sus índices de pobreza.
Pero ni chilenos ni brasileños corrigieron la alta inequidad en la distribución, en tanto en otras economías importantes, como México y Argentina, afectadas por la crisis de 1994-1995, no se redujo el porcentaje de población pobre.
En base a estadísticas de Chile, Colombia, Costa Rica y Uruguay, el informe señala que en los últimos años las remuneraciones de profesionales y técnicos crecieron a un promedio de siete por ciento, en tanto las de más baja calificación solo aumentaron 3,5 por ciento.
Este es uno de los antecedentes que permite a Cepal advertir que la educación o calificación opera haciendo más desparejas las remuneraciones, y que esta tendencia podría mantenerse e incluso acentuarse en los próximos años.
Es por ello que la educación no basta por sí sola, si no va acompañada de políticas de creación de empleo para los estratos de más bajos ingresos y no se supera la actual rigidez del mercado laboral, que afecta a los sectores más pobres.
Las políticas demográficas, vinculadas con aspectos como el acceso a la vivienda, y el mayor acceso a otros recursos patrimoniales, como el capital y el crédito, son también indispensables para atacar la inequidad, según Cepal.
La región puede vislumbrar una efectiva redistribución de los ingresos en un escenario de aplicación de políticas en todos esos frentes, acompañado de un crecimiento promedio anual del producto de cinco por ciento, de acuerdo al informe.
El énfasis puesto en la educación se fundamenta en el principio de que con una mayor capacitación y calificación los pobres estarán en condiciones de mejorar sus oportunidades de acceder a mejores empleos.
Esta idea, que reafirma el principio neoliberal de subsidariedad del estado como suministrador de oportunidades educacionales dejando al mercado la asignación del empleo, parece ahora cuestionado por el último informe de Cepal. (FIN/IPS/ggr/mj/ed/98