AFGANISTAN: Talibán levanta bloqueo y surgen esperanzas de paz

El movimiento fundamentalista islámico Talibán, en poder de 80 por ciento del territorio de Afganistán, levantó el bloqueo alimentario a las zonas que controla la rival Alianza del Norte y reavivó así las esperanzas de que se reanuden las negociaciones de paz.

La Alianza del Norte respondió al levantamiento del bloqueo, decidido esta semana, con la oferta de reanudar de inmediato el proceso de paz que impulsa Pakistán.

La Alianza se había retirado de la primera reunión con las autoridades de Talibán en la capital de Pakistán el domingo 3, cuando el movimiento fundamentalista se negó a levantar el bloqueo.

Al parecer, el inesperado cambio de opinión de Talibán revela que los dirigentes del movimiento consideran que la reanudación del proceso de paz es su mejor oportunidad para obtener el reconocimiento internacional.

Aunque Talibán controla más de 80 por ciento del país, sólo Arabia Saudita, Emiratos Arabes Unidos y Pakistán lo reconocen como gobierno de Afganistán.

El gobierno derrocado de Burhanuddin Rabbani, líder de la Alianza del Norte, aún ocupa el sitio correspondiente a Afganistán en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Además, el aislamiento internacional implica que Talibán no puede conseguir la financiación de los países industriales que es esencial para reconstruir a Afganistán, devastado por casi dos décadas de combates.

En su visita a Afganistán el mes pasado, el embajador de Estados Unidos ante la ONU, Bill Richardson, el funcionario estadounidense de mayor rango que haya visitado al país desde los años 70, habría advertido al movimiento Talibán que la ayuda y el crecimiento económico sólo surgirán cuando termine la guerra.

Observadores de Islamabad creen que la mejor manera para que Talibán obtenga el reconocimiento internacional es negociar con la Alianza del Norte.

Las fuerzas de Talibán no lograron socavar las defensas militares de la Alianza del Norte desde su humillante retirada de Mazar-e-Sharif, en mayo de 1996.

Talibán bloqueó partes de Afganistán controladas por la Alianza, lo que fue perjudicial para su imagen en el ámbito internacional.

Versiones no confirmadas aseguran que al menos 100 personas murieron de hambre por el bloqueo alimentario en las localidades de Hazarajat y Ghurband. El miércoles, Abdul Hakim Mujahid, embajador de Talibán ante Pakistán, dijo a la prensa que se enviarán 1.000 toneladas de granos a la región.

Al Programa Mundial de Alimentos de la ONU se le encomendó entregar los alimentos en las "áreas necesitadas de Afganistán central" a condición de que los víveres no terminen en poder de los combatientes de la Alianza del Norte, declaró Mujahid en conferencia de prensa en Islamabad.

Mujahid acusó a Irán de querer sabotear el proceso de paz en Afganistán, lo que le brindaría la posibilidad a Teherán de suministrar el petróleo y gas de Asia central al resto del mundo.

Talibán, de tendencia musulmana sunita, e Irán, de tendencia chiíta, desconfían uno del otro desde que el movimiento fundamentalista tomó el poder en Afganistán luego de que sus integrantes abandonaran sus estudios en seminarios islámicos de Pakistán.

Irán no está conforme con el apoyo que Arabia Saudita brinda a Talibán ni con el efecto que ejerce el movimiento en la inquieta población sunita de la frontera oriental iraní.

De hecho, Talibán fue la causa del distanciamiento entre Islamabad y Teherán, a pesar de las reiteradas gestiones de Pakistán para convencer a Irán de que el movimiento afgano no representa una amenaza.

Las gélidas relaciones entre los dos países mejoraron a partir de las intensas gestiones diplomáticas que Pakistán lideró durante siete meses para orquestar una salida política que ponga fin a la guerra civil en Afganistán.

La administración del primer ministro paquistaní Nawaz Sharif, en su cargo desde febrero, pretende dar la imagen de que Pakistán sólo actúa como un vecino preocupado para lograr la paz en Afganistán.

Islamabad consiguió que la Alianza del Norte accediera a dialogar con Talibán en febrero, luego de habilitar canales de comunicación entre líderes del movimiento y la Alianza, como el general uzbeko Rashid Dostam y el comandante tajiko Ahmed Shah Masood, quienes detuvieron el avance de Talibán.

El enviado especial de la ONU, Lajdar Brahimi, diplomático de Argelia, confirmó que Pakistán había conseguido destrabar la situación en Afganistán, tras su reunión con representantes de la Alianza del Norte en marzo.

En abril, Talibán declaró al embajador Richardson que estaba listo para conceder una tregua que brindara a las negociaciones de paz posibilidades nuevas. El funcionario acreditó el "éxito" diplomático a Pakistán.

Islamabad asegura que es responsable de haber "guiado" a Talibán para que éste aceptara la idea de negociar la paz.

Ahora, Pakistán pretende que se imponga un embargo integral de armas que bloquee todas las rutas de suministro de armamentos a Afganistán, incluso los aeropuertos y carreteras.

Para "consolidar lo que se logró, esperamos que los países que trabajan para la paz en Afganistán bajo los auspicios de la ONU actúen con rapidez para que se imponga un embargo de armas total", expresó Islamabad. (FIN/IPS/tra-en/nz/an/aq-ml/ip/98

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