El mayor partido de Venezuela, Acción Democrática (AD), negó hoy la posibilidad de respaldar un candidato presidencial independiente e integrar una alianza que cierre el paso al ex líder golpista Hugo Chávez.
El secretario general de AD, Luis Alfaro, dijo a corresponsales extranjeros que no hay ninguna conmoción interna que haga necesario un Acuerdo Nacional de fuerzas democráticas, como reclaman algunos sectores.
Alfaro también puso énfasis en repetir que AD "no apoyará ni remotamente a un independiente" y que el candidato del partido que controla una cuarta parte del parlamento y 10 de las 22 gobernaciones regionales "será un militante".
Observadores políticos y figuras cercanas al gobierno del democristiano independiente Rafael Caldera han asegurado en las últimas semanas que se estaría trabajando en la estructuración de una alianza para enfrentar a Chávez, que incluiría a AD.
También se cita a Luis Giusti, presidente de la empresa estatal Petróleos de Venezuela, como el abanderado de ese frente democrático contra quien en 1992 protagonizó un cruento alzamiento militar, cuando presidía el país Carlos Amdrés Pérez, entonces dirigente de AD y después expulsado del partido.
Alfaro, de 76 años, rechazó confirmar que él será el candidato de AD, tal como se da por descontado dentro y fuera del partido, pero dio abundantes pistas de que esa será la decisión que adopte la dirección de fuerza, probablemente en agosto.
El dirigente, considerado por sus adversarios como un político carente de carisma y liderazgo, es reconocido por todos como un hábil manipulador que logró el férreo control del partido, a base de depurarlo de quienes se opusieron a su conducción.
Ninguna de las encuestas llega a asignar a Alfaro más de dos puntos porcentuales en la intención de voto y otros aspirantes de AD no corren mucha mejor suerte, mientras que el panorama electoral es dominado por Chávez e Irene Sáez, alcaldesa del municipio caraqueño de Chacao y Miss Universo 1980.
En el tercer y cuarto lugar aparecen el empresario Henrique Salas, ex gobernador del industrial estado de Carabobo, y Claudio Fermín, ex alcalde de Caracas y ex candidato presidencial de AD en 1993, quien abandonó esa fuerza a fines de 1997 para postularse como independiente.
Alfaro dijo que AD "no tiene miedo a Chávez" y su ascenso en los sondeos, rechazó que pueda verse como una amenaza para el sistema que intentó derrocar y consideró que sus posibilidades electorales han sido muy magnificadas por sectores interesados.
El secretario general de AD no rechazó de plano un eventual apoyo institucional de su organización a un gobierno de Chávez, similar al que brindó a Caldera desde el parlamento "en defensa de la gobernabilidad", al no tener el presidente mayoría propia.
Pero dijo que habrá que ver los resultados y las circunstancias que emanen de los comicios de diciembre, para conocer el papel que correspondará jugar a AD en el futuro.
A la hora de definirse, Alfaro dijo ser "un animal raro" que nunca ha trabajado en política por un objetivo personal, y que carece "tanto de miedos como de complejos".
"Nunca he sido tentado" por el deseo de ser presidente, aseguró, para insistir, en lo su primer contacto con la prensa extranjera acreditada en el país, que su carrera la ha trazado la dinámica de los procesos de AD y no su ambición.
Ante la insistencia de los corresponsales sobre su candidatura, declaró: "yo no aspiro". Pero añadió que asumirá con pasión ser abanderado de un programa de reforma del país que AD está elaborando, si así se decide internamente.
Criticó la impaciencia electoral de aspirantes y fuerzas políticas, y recordó que hasta mayo no pueden ser seleccionados formalmente los aspirantes a la Presidencia y sólo en agosto comienza la campaña.
Los analistas están divididos en cuanto a si el escenario electoral variará una vez que AD se sume abiertamente a la campaña o si la fuerza que más veces ha gobernado el país no tiene opción de suceder a Caldera, y menos aún si el candidato es Alfaro.
El 6 de diciembre deben elegirse el presidente y los más de 300 integrantes del Congreso bicameral que lo acompanará en su mandato quinquenal desde febrero próximo.
También deberían seleccionarse 3.000 autoridades municipales y regionales para un mandato trienal, pero existe consenso para separar estos comicios de los nacionales, aunque se mantiene un agrio debate sobre su adelanto o postergación.
Alfaro reconoció que los partidos venezolanos y en particular AD soportan una gran crisis de credibilidad, pero ello es fruto de una "campaña despiadada" en su contra.
La corrupción, el clientelismo, la conducción "estalinista" de las cúpulas, el hundimiento del país en una crisis global y el dramático deterioro de las condiciones de vida son consideradas por los venezolanos responsabilidad de la llamada "partidocracia local".
Un sondeo elaborado por el estadounidense The Wall Street Journal y el diario venezolano El Nacional mostró este lunes que 91 por ciento de los encuestados en el país confía "poco o nada" en los partidos.
Caldera, de 82 años, y Alfaro, amigos de gestos mudos para ser leídos por la clase política y la población, se mostraron el domingo jungando como compañeros una partida de dominó.
Esto ocurrió en momentos en que recrudece la tensión interna por el impacto socieconómico negativo de la crisis de precios en el petróleo y la incierta y anómala campaña electoral.
A la hora de analizar si la campaña será un juego de dominó o una partida de ajedrez, Alfaro no dudó en inclinarse por la última posibilidad y añadió: "yo tengo un tablero de ajedrez en mi despacho, pero no se me ve jugar, porque prefiero hacerlo solo, para así asegurarme la victoria". (FIN/IPS/eg/ag/ip/98