El auge en las encuestas electorales de Venezuela del ex líder golpista Hugo Chávez causa creciente inquietud en las capitales financieras, mientras en el país, ese aspirante a la presidencia busca neutralizar esos temores.
La calificadora de riesgo Standard and Poor's ha sido la última, por ahora, en resaltar la incertidumbre que se cierne sobre el panorama venezolano por el avance en los sondeos de Chávez, quien el 4 de febrero de 1992 comandó un cruento intento por derrocar al entonces presidente Carlos Andrés Pérez.
En marzo, Chávez desbancó del primer lugar en dos encuestas a la reina de los sondeos desde 1996, la alcaldesa y ex Miss Universo Irene Sáez, que retrocede en todas las mediciones de preferencias del electorado para los comicios de diciembre.
Standard and Poor's alertó en un informe difundido el lunes en Nueva York que Chávez propugna la revisión de la apertura a la inversión externa, de la privatización de empresas ya vendidas, de la política petrolera y del pago de la deuda externa.
En coincidencia con este pronunciamiento, Chávez, de 48 años, se reunió con la cúpula de los empresarios venezolanos, aglutinados en la Federación de Cámaras (Fedecámaras), para garantizar que respetará todos los contratos legales.
Chávez, que según los sondeos concentra las simpatias entre la población masculina de los sectores de menores recursos, hace esfuerzos por suavizar la imagen de rudeza y golpismo que lo catapultó a la fama tras su fracasada rebelión, con cambios profundos en su vestimenta y en su lenguaje.
El candidato, al que la encuesta más favorable asignó 30 por ciento de las simpatias e igual porcentaje de rechazo, dijo a los 36 empresarios con que se reunió por casi tres horas que este mes se entrevistó con representantes de firmas estadounidenses para despejar sus temores en torno de su programa.
Chávez no pudo cumplir una invitación del Banco de Boston para visitar Estados Unidos porque el Departamento de Estado rechazó su solicitud de visa de ingreso por su origen golpista, y desde entonces, desarrolla una "ofensiva" de acercamiento a empresarios vinculados a la potencia del norte.
La semana pasada, Chávez sostuvo un diálogo con directivos de la Cámara Venezolana-Americana, cuyos integrantes se negaron a hacer comentarios, mientras el ex líder golpista aseguró que se ha reunido también con directivos de Morgan, Citicorp y American Express.
Ante Fedecámaras, Chávez aseguró que su propuesta económica se acerca a la del primer ministro británico Tony Blair, una especie de "tercera vía entre el capitalismo salvaje y el socialismo inviable".
Los esfuerzos de Chávez por tranquilizar a empresarios venezolanos e inversores externos son neutralizados desde las propias filas de los grupos que lo apoyan, situados en el extremo de la derecha y la izquierda del espectro político local.
Aristobulo Istúriz, ex alcalde de Caracas (1992-1995) y dirigente del izquierdista Patria Para Todos, aseguró esta semana que el eventual gobierno de Chávez anulará la política de apertura a las transnacionales de la estatal industria petrolera, donde se concentra el interés de Estados Unidos.
La banca de inversión Merrill Lynch también dió a conocer este mes un informe sobre el desconcierto de inversores y mercados por el ascenso de Chávez, quien además de representar un viraje hacia el nacionalismo y proteccionismo económico, ha anunciado que disolverá el Congreso y convocará a una Asamblea Constituyente.
Firmas consultoras estadounidenses y venezolanas aseguran que un número indeterminado de inversores extranjeros congelaron sus proyectos en el país, y que comenzó la salida de capitales al exterior, ante la eventualidad de un triunfo de Chávez.
También se atribuye al "efecto Chávez" las compras nerviosas de dólares y la caída del mercado bursátil este mes. La alta demanda de la divisa ha hecho caer dos por ciento la paridad del bolívar durante la última semana.
El presidente del Banco Central, Antonio Casas, se rehusó a comentar si el "factor Chávez" tiene que ver con el nerviosismo en el mercado cambiario, "porque el Banco Central es un organismo no político y sus actuaciones no tienen que ver con el escenario electoral".
El presidente de la firma consultora Softline, José Grasso, indicó que la tendencia a la baja en la Bolsa de Valores de Caracas se debe a múltiples factores, entre los que se destaca el alza en las tasas de interés, más que la incertidumbre electoral.
Analistas políticos independientes aseguran que hay un interés especial por presentar como posible el triunfo de Chávez, para promover una reacción en los amplios sectores del electorado que rechazan frontalmente su candidatura y así favorecer "un voto del miedo" en favor de Saéz o de otro candidato.
La campaña electoral comenzará en mayo y tras Sáez y Chávez, aparecen con opción de triunfo el empresario Henrique Salas, ex gobernador de un estado industrial, y el socialdemócrata Caludio Fermín.
Los cuatro se presentan como candidatos independientes. Sáez y Chávez aducen ser expresiones de la antipolítica y el segundo de ellos también representa una candidatura antisistema, aunque asegura que decidió aceptar las reglas de juego de la democracia.
De los dos partidos que han dominado la escena en los últimos 40 años, Acción Democrática aún no tiene candidato y ninguno de sus dirigentes figura en las encuestas, tras la decisión de Fermín de separarse de esa organización.
Su septuagenario secretario general, Luis Alfaro, maniobra para encabezar una alianza nacional democrática en que el peligro a un eventual triunfo de Chávez es un factor determinante, pero no ha logrado atraer adeptos a su propuesta mientras sigue con casi cero por ciento de respaldo en todos los sondeos.
El partido socialcristiano Copei avanza hacia la designación de Sáez como su candidata, pero esta decisión es enfrentada por un importante sector interno y se ve obstaculizada por la posición de la alcaldesa del municipio capitalino de Chacao de no medirse internamente y de aceptar sólo un respaldo incondicional. (FIN/IPS/eg/ff/ip/98