Cientos de miles de personas desfilarán este 1 de mayo por las principales plazas de Cuba en una manifestación de apoyo al gobierno de Fidel Castro que eludirá toda referencia a la dura crisis económica de esta década.
"Que tiemblen las plazas el primero de mayo", dice la convocatoria lanzada por la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) que invita a todos los trabajadores, estatales o por cuenta propia, y a todo el pueblo.
Como es tradición, se espara que cientos de miles de personas desfilen con pancartas de apoyo a Castro y griten vivas a la Revolución y "abajo el bloqueo" y todas las leyes promulgadas en Estados Unidos contra Cuba.
Los actos serán una prueba "del apoyo de los cubanos a la revolución, del rechazo al bloqueo estadounidense y a la globalización neoliberal que se pretende imponer a los pueblos", dijo Pedro Ross, secretario general de la CTC.
A las concentraciones asistirán más de 1.100 sindicalistas extranjeros de unas 50 naciones, entre ellos un amplio grupo que participa este miércoles en el Encuentro Internacional de Mujeres Sindicalistas.
Ross declaró al semanario Trabajadores, órgano de la CTC, que Cuba realiza una reforma económica sin que ello implique "la adopción de medidas de choque, despidos masivos o reducciones de la seguridad social".
Así mismo, consideró un logro haber mantenido las principales conquistas sociales de la revolución pese a la situación económica, "tan crítica y difícil".
La combinación de los efectos del bloqueo estadounidense, de la desaparición de los socios comerciales del antiguo bloque socialista y de errores internos, provocó la caída de 34,8 del del producto interno bruto (PIB) cubano entre 1990 y 1993.
El gobierno reconoce que el comienzo de la recuperación en 1994 no mejoró el nivel de vida de la población, y expertos indican que pasará cerca de una década para recobrar el PIB por habitante de 1989.
Fuentes oficiales indicaron que el desempleo alcanzó en 1967 a 6,9 por ciento de la población económicamente activa, aunque había entonces más de 100.000 plazas vacantes y se crearon 67.300 nuevos empleos.
El desempleo retrocedió 1,4 puntos el año último respecto de 1996 como resultado de un crecimiento económico de 2,5 por ciento. Pero se mantuvo la tendencia dominante en el caso cubano: el carácter selectivo de los que buscan empleo.
Expertos estiman que más que el acceso al empleo, la principal preocupación de los trabajadores es intentar vivir con un salario que raras veces supera los 200 pesos cubanos, unos siete dólares en las casas de cambio.
Los cubanos pagan cuotas casi simbólicas por los servicios de electricidad, gas, agua y alcantarillado y tienen acceso gratuito a la salud y la educación, pero se enfrentan a precios muy altos de los alimentos.
Un kilogramo de carne de cerdo cuesta alrededor de 50 pesos, un mazo de cinco cebollas ocho o 10 pesos y una cabeza de ajo un peso, y varios productos de primera necesidad deben pagarse con dólares.
Se calcula que alrededor de 50 por ciento de los 11 millones de habitantes del país tienen acceso al dólar, a partir de remesas recibidas de familiares en el exterior y por brindar servicios retribuidos en esa moneda.
Cómo alimentarse y disponer de dinero para todo el mes es el principal problema de las familias cubanas y motivo de tensión en ellas, según estudios especializados.
El Ministerio de Economía y Planificación aseguró que el salario medio subió en 1997 hasta 217 pesos, pero la política económica oficial excluye todo incremento de retribuciones, para evitar la inflación.
Un reglamento del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social sobre los salarios del personal que ocupa cargos técnicos, publicado el 21 de este mes, fija el salario máximo en 355 pesos.
La legislación resolvió una vieja queja al eliminar los años de experiencia como requisito a la hora de ocupar un puesto.
Para disgusto de trabajadores y empleadores, la ley prohibe a los empresarios extranjeros contratar personal cubano sin la mediación de una agencia del Estado.
"Cada convocatoria de estas (del 1 de mayo) se convierte de hecho en un plebiscito", dijo el secretario general de la CTC, Ross, que consideró "la unidad monolítica" como el principal logro sindical en Cuba.
La unión de todos los sindicatos profesionales o de oficios en una central única data de antes del triunfo de la revolución cubana, en 1959, pero la creación de otros sindicatos independientes está prohibida. (FIN/IPS/da/ff/lb/98