El efecto del embargo impuesto a Sudán por Estados Unidos empezó a sentirse con el retiro de Coca Cola, uno de los principales empleadores de este país africano, dejando a 7.000 trabajadores desocupados.
Cuando el gobierno de Estados Unidos anunció sanciones contra Sudán hace cuatro meses, las autoridades se encogieron de hombros. El comercio entre los países era bajo, dijeron, de modo que la medida poco afectaría la economía.
El semanario oficial "Sudan Standard" dijo que Coca Cola Internacional solicitó a industrias egipcias que detuvieran el transporte a su subsidiaria en Sudán de concentrado y mezclas químicas para fabricar la bebida.
El retiro de Coca Cola es uno de los resultados más espectaculares del embargo impuesto por Washington en castigo al "terrorismo de Estado" del gobierno en Jartúm.
Estados Unidos dijo justificó las sanciones alegando además que Jartúm continuaba respaldando el terrorismo internacional, entrenando a grupos de oposición en países vecinos para desestabilizarlos, y faltando el respeto a los derechos humanos.
Los trabajadores de Coca Cola en Jartúm acusaron a Estados Unidos del sufrimiento que tendrán en el largo plazo. "Somos víctimas del embargo", dijo un electricista llamado Ahmad Sedik. "No es fácil para mí lograr un empleo. Estaré el resto de mi vida sin trabajo".
Debido al cierre, Sedik retiró a sus siete hijos de la escuela. "Estos niños inocentes vuelven a una vida oscura. Irán al mercado a trabajar. No hay forma de que se salven".
Cuando Estados Unidos impuso sanciones a Sudán, autoridades del gobierno las describieron como injustas, pero dijeron que no dañarían al país, sino que el perdedor sería el país norteamericano.
Según Estados Unidos, sus exportaciones a Sudán totalizaron 50 millones de dólares en 1997, mientras las exportaciones sudanesas a Washington fueron 20 millones de dólares.
Ahora, sin embargo, los negocios locales se quejan de falta de repuestos y algunos bienes de consumo, como computadoras, cada vez más escasos.
Empresas que solían importar computadoras de Estados Unidos ahora cierran sus puertas, y se duplicó el precio de los pocos ordenadores importados de Estados Unidos antes de las sanciones.
El comercio y el embargo económico incluyen el congelamiento de los activos de Jartúm en Estados Unidos y la prohibición del comercio entre ambos países. Con anterioridad, Washington había prohibido a firmas estadounidenses invertir en Sudán. (FIN/IPS/tra-en/nb/kb/lp/if lb/98