La capital de Sierra Leona está a punto del colapso ambiental después de recibir a casi la cuarta parte de la población rural de todo el país, como consecuencia de la guerra civil iniciada hace seis años.
La población habitual de Freetown de 500.000 habitantes creció en más de 100 por ciento.
"Casi la cuarta parte de la población rural del país migró hacia la ciudad, ya sea por miedo a los rebeldes o en busca de trabajo luego que los campos eran devastados por el avance del Frente Unido Revolucionario (RUF)", dijo el ambientalista John Brima.
Los nuevos pobladores de la capital se instalan en precarias viviendas construidas en forma ilegal en los suburbios o en las colinas cercanas a la ciudad. "Buscan los lugares menos costosos y por eso invadieron aquellas áreas", añadió Brima.
Según los grupos ambientalistas la construcción de estas precarias estructuras en las laderas de las colinas de Freetown, es la causa de un grave problema de erosión.
El gobierno civil del presidente Ahmed Tejan Kabbah, que tiene una enorme lista de problemas pendientes desde su regreso al poder en marzo, trata de combatir la erosión evitando la instalación de población en las colinas.
"El Ministerio de Tierras, Vivienda y Ambiente ordena a quienes estén construyendo viviendas no autorizadas en zonas vulnerables que desistan de esta práctica, o que se enfrenten con la ley", advirtió un comunicado difundido por la radio este mes.
El comunicado informó a la población que la limpieza de vegetación y tala de árboles en las colinas plantea "una seria amenaza para la geografía de Freetown", y por esa razón urgió a la población a "acatar esta orden".
Se identificaron al menos una docena de áreas donde se instalaron viviendas marginales. Las autoridades dijeron que serán demolidas al menos 500 estructuras. Si los moradores se oponen, serán puestos bajo arresto de acuerdo con lo indicado por la ley.
Las inundaciones que afectaron al este de Freetown el año pasado arrasaron con 10 casas, causaron dos muertes y obligaron a cientos de personas a ser reubicadas en la capital.
"Deben adoptarse medidas urgentes para evitar problemas como la erosión del suelo y los derrumbes", planteó el ministro de Tierras, Vivienda y Ambiente, Hafsatu Kabbah.
Un equipo del Ministerio recorre los suburbios de la capital emitiendo advertencias de demolición a los residentes, pero al parecer las autoridades no se preocupan demasiado por la suerte de estas personas una vez que quedan sin vivienda.
Y hay casos difíciles como el de Pa Komrabai Kamara, que hace 10 años reside en una precaria vivienda con su familia de 10 personas. "Si nos obligan a salir de este lugar me moriré", dijo a IPS.
Entretanto, los ambientalistas le pidieron al gobierno que también se tomaran medidas contra quienes cortan y queman los árboles de Freetown.
"La situación se agrava dada la gran cantidad de árboles cortados para ser utilizados como combustible. Lo hacen personas inescrupulosas a quienes se les debería aplicar el peso de la ley", dijo el representante del grupo Amigos del Ambiente de Sierra Leona, Joseph Tommy.
Otra agrupación llamada Proyecto Paisaje Verde, anunció que iniciará actividades de reforestación en la capital. "Lo hacemos porque esta ciudad está en peligro", dijo su presidente Joe Rahall. (FIN/IPS/tra-en/lf/pm/lc/ag/en/98