SALUD: Directora electa de OMS alerta contra recetas neoliberales

La ex primera ministra noruega Gro Harlem Brundtland previno a los gobiernos de Asia contra el riesgo de prescribir para el sector de la salud las mismas recetas neoliberales aplicadas en la economía.

En un seminario realizado durante la asamblea anual del Banco Asiático de Desarrollo (BAD), que sesiona esta semana en Ginebra, Brundtland advirtió del peligro de que las estrategias orientadas por el mercado "exitosas en muchos sectores de la economía, se transfieran sin mayor reflexión al sector de la salud".

En un mensaje a políticos y gobernantes de Asia, la dirigenta noruega recomendó que en "esta etapa crucial" de la región "no sacrifiquen la salud en la búsqueda de ahorros presupuestarios".

"Los gastos de largo plazo perdurarán más que las ganancias de corto término", dijo Brundtland, elegida nueva directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El nombramiento de Brundtland debe ser aún convalidado por la Asamblea Mundial de la Salud, que se reunirá en Ginebra del 10 al 16 de mayo próximo.

Sin embargo, durante el seminario de este martes convocado por la OMS y el BAD para analizar el estado de la salud en Asia y en la región del Pacífico, Brundtland aprovechó para anticipar los lineamientos de su gestión futura.

La contribución de la OMS se asentará sobre el pilar de la relación entre salud, políticas sanitarias y desarrollo económico, dijo.

Para que la OMS encabece la defensa de la salud, es necesario que demostremos que la salud es esencial, no sólo como una obligación moral o un derecho humano, sino también porque es una pura cuestión económica, sostuvo.

Las mejoras en la salud determinan aumentos en el producto interno bruto (PIB) por habitante y tasas más altas de crecimiento. El beneficio de los progresos en la salud es mayor para los sectores más vulnerables, los pobres y los que tienen escasa educación.

Brundtland citó un estudio sobre los obreros de plantaciones de caucho de Indonesia, que demostró que la mitad eran anémicos, lo que reducía su productividad en 20 por ciento.

Un simple suministro de un suplemento de hierro permitió que el trabajo de los que recibieron el tratamiento se equiparara en productividad a los obreros no anémicos.

A diferencia del discurso neoliberal que predomina en las discusiones de la asamblea del BAD, que se prolongarán hasta el 1 de mayo, la intervención de Brundtland previno de los riesgos de la participación privada en el sector de la salud de Asia.

La designada directora de la OMS basó sus afirmaciones en los antecedentes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que reune a los países industrializados.

La experiencia de la OCDE, dijo, sugiere decididamente que la dependencia sustancial y creciente de Asia de los mecanismos privados de financiación, incluido el seguro voluntario privado, amenaza desatar un aumento generalizado de los costos de la atención de la salud.

Sin embargo, la experiencia de varios países de la OCDE demuestra que los costos pueden contenerse mientras al mismo tiempo se proveen servicios de calidad a toda la población.

El gobierno de Estados Unidos, a pesar del acento considerable que pone en la financiación privada, gasta en salud el mismo porcentaje de su PIB que los estados de Noruega y Gran Bretaña.

La diferencia reside, por supuesto, en que el rubro de la salud en conjunto consume en Estados Unidos el doble de ese porcentaje del PIB.

De la comparación, Brundtland dedujo que para conseguir una cobertura universal y controlar los costos se requiere una presencia consistente del sector público en las finanzas de la salud.

La política noruega opinó que la comunidad asiática y la OMS deben combatir en esa región batallas contra la tuberculosis, contra el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), que causa el sida, y contra el tabaco.

La presidenta de Sri Lanka, Chandrika Kumaratunga, resaltó durante el seminario los progresos alcanzados por su país en el campo de la salud.

A pesar de esos avances, el país insular afronta aún grandes desafíos sanitarios, entre los que Kumaratunga mencionó las consecuencias de la prolongación de la guerra civil durante 14 años, que ha devastado al país.

El subdirector general de la OMS, Fernando Antezana, insistió en que los beneficios obtenidos de las inversiones en el sector social "son enormes, aunque difíciles de cuantificar".

Esos beneficios incluyen, dijo, paz y seguridad, desarrollo sustentable, mejor salud y calidad de vida para todos, lo que a su vez estimulará el crecimiento económico". (FIN/IPS/pc-ml/he/98

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe