Empresas rusas firmaron un acuerdo con Namibia para la explotación de yacimientos de diamantes en esa nación africana. De esta forma, Rusia hizo saber al mercado de piedras preciosas que está dispuesta a desafiar a la poderosa firma sudafricana De Beers.
El acuerdo firmado este mes permitirá a empresas rusas explotar una de las reservas más importantes del planeta junto a las de Botswana, Rusia, Sudáfrica, Angola, Australia y República Democrática del Congo, ex Zaire.
Hasta ahora, los yacimientos de Namibia eran explotados por empresas mixtas del gobierno y De Beers.
Rusia ya se había aventurado en la explotación de diamantes en el sur de Africa a través de una empresa mixta en Angola, pero ahora sus compañías tendrán un acceso mucho más amplio a las riquezas de esta región.
Las empresas rusas podrán realizar actividades de exploración geológica en Namibia, para después proceder a la explotación de los yacimientos. Además, se comprometieron a generar una industria de tallado de diamantes, incluida la capacitación de especialistas namibios.
Una de las primeras reacciones al acuerdo firmado el día 1 en Moscú por el presidente namibio Sam Nujoma fue la creación de una empresa mixta llamada Arsan, en la cual participará el mayor productor y exportador de diamantes en bruto de Rusia, Almazy Rossii-Sakha (Alrosa).
El presidente de Alrosa, Sergei Ulin, dijo que Rusia no representa una amenaza para la sudafricana De Beers, y aseguró que el convenio más bien responde a "los logros empresariales de este país, y específicamente los que se han alcanzado en la minería de diamantes".
La cooperación con Namibia permitirá a Rusia desarrollar aún más la minería de diamantes, además de potenciar la reestructuración de su industria, comentó Ulin.
Pero es evidente que Rusia está invadiendo el territorio del conglomerado sudafricano. Esto comenzó a finales de 1997, cuando Alrosa y De Beers suscribieron un acuerdo comercial para la exportación y venta de diamantes rusos.
En la práctica, el acuerdo terminó con el férreo control de De Beers sobre el comercio mundial de diamantes, pues le permitió a Rusia participar en el establecimiento de regulaciones del mercado.
El convenio se firmó luego de difíciles negociaciones. Rusia se comprometió a venderle a De Beers diamantes en bruto por un valor de 550 millones de dólares anuales, pero dará prioridad a la industria nacional del tallado, que de esa forma venderá el producto con valor agregado.
El vicepresidente de Alrosa, Anatoly Kozeyev, dijo que ahora el acuerdo con Namibia permitirá explorar depósitos aluvionales en el río Orange, desarrollar yacimientos costa afuera y buscar otros minerales.
Además, se montarán fábricas para tallar y pulir diamantes, e incluso se considera instalar talleres de joyería, confirmó Koseyev.
La idea de formar una empresa mixta había sido concebida hace dos años, pero Alrosa tuvo que esperar por una licencia del Banco Central ruso que autorizara a movilizar capitales para costear su parte del proyecto y financiar las primeras exploraciones geológicas.
La compañía rusa asume la mitad del capital de formación de la empresa, de 100.000 dólares, y además buscará financiamiento por 10 a 15 millones de dólares para exploraciones.
La entrada de Alrosa en Namibia consolida la presencia rusa en esa zona del Africa, donde ya tenía un puesto de avanzada en el desarrollo del campo minero de Katoka en Angola.
La Compañía Minera de Katoka fue creada en 1992, pero el proyecto se inició recién en 1995, cuando concluyó la guerra civil de Angola. Demandó inversiones por 90 millones de dólares, de los cuales Alrosa consiguió 80 millones.
El estudio de factibilidad fue realizado por el instituto Yakitimproalmaz de Siberia. El objetivo es explotar 1,6 millones de toneladas de mineral diamantífero para fines de 1998, que serán procesadas en una planta de refinación construida por especialistas rusos en Katoka.
"Esa planta comenzó a operar en julio", dijo Kozeyev, quien dijo que en diciembre ya procesaba 100.000 toneladas de mineral, con la expectativa de llegar hasta las 133.000 toneladas. En los primeros cinco meses, la venta de diamantes estuvo 50 por ciento por encima de lo previsto, dijo el funcionario de Alrosa.
La compañía rusa es socia de la angoleña Endiama UEE, con 32,8 por ciento de las acciones cada parte. Los socios minoritarios son la brasileña Odebrecht y la holandesa Daumonty. El contrato estipula que 90 por ciento de los diamantes sean comprados por Alrosa, que los venderá a su discreción.
Pero De Beers no se quedó tranquila frente a la nueva competencia.
Mientras Alrosa incursiona en sus territorios africanos con empresas en Angola y Namibia, los sudafricanos se preparan para entrar en Rusia, tras un acuerdo con la empresa Soglasie que le permitió acceder a la explotación de los yacimientos de Lomonsov, en el noroeste del país.
Se estima que allí hay piedras preciosas por un valor de 12.000 millones de dólares. En la competencia por ganar el derecho de explotación, De Beers logró vencer a la propia Alrosa y a la australiana Ashton Mining. (FIN/IPS/tra-en/ai/jmp/rj/lc-ml/if/98