En una de las montañas que rodean a esta localidad de Puerto Rico hay un bosque de difícil acceso donde no se cortan los árboles ni se daña el ambiente, pues allí tiene lugar una de las iniciativas de conservación ecológica más importantes de este territorio insular.
La "Selva del Pueblo" está compuesta por 303 hectáreas de bosque húmedo subtropical, cuya conservación es el resultado de largos años de lucha contra las pretensiones de empresas mineras.
Compañías como Amax y Kennecott se interesaron desde los años 60 por la explotación de oro, cobre y níquel en los yacimientos de Adjuntas y otros pueblos de la región. Pero sus proyectos fueron neutralizados tras una intensa campaña por parte de organizaciones nacionalistas y ambientales.
Dirigentes de esas organizaciones consideran que el principal logro de esa campaña fue la creación de la "Selva del Pueblo".
La reserva es manejada en conjunto por el Departamento de Recursos Naturales de Puerto Rico y una organización de base con sede en Adjuntas llamada Casa Pueblo, que tuvo un papel protagónico en la lucha contra las compañías mineras.
El convenio entre estas dos instituciones es único en Puerto Rico.
Los visitantes que logran terminar el recorrido de escarpadas carreteras para llegar hasta la reserva se encuentran con una vista impresionante de valles y montañas verdes. En la "Selva" hay servicios como senderos y áreas recreacionales, que fueron diseñados por los escolares de Adjuntas.
También hay un proyecto agroforestal que aglutina a los pobladores de la zona en actividades de reforestación de especies escasas o en extinción, así como de árboles frutales, algunos de ellos desaparecidos hace años.
Los servicios fueron construidos en zonas que ya habían sido afectadas por exploraciones de minerales, con la finalidad de minimizar el impacto ambiental. Los senderos, por ejemplo, fueron trazados sobre las huellas que dejaron los pesados vehículos de las mineras.
Los miembros de Casa Pueblo también reconstruyeron un centro ceremonial que había sido levantado por los indígenas tainos en tiempos precolombinos, y que fue destruido por los mineros.
Residentes de Adjuntas aseguran que la reserva y otras zonas aledañas albergan gran cantidad de objetos de la cultura taino, que fueron desparramados por los mineros y ahora están enterrados, a la espera de ser redescubiertos.
La "Selva del Pueblo" no tiene energía eléctrica, aunque hay planes para colocar paneles solares. Otro proyecto es la construcción de un museo sobre la minería, donde se muestre la historia de las luchas que se han realizado en Puerto Rico para combatir las pretensiones de empresas del sector.
Casa Pueblo fue fundada en 1986 por residentes de Adjuntas que habían sido activistas de las campañas contra las empresas mineras. Tiene una modesta sede en el centro del pueblo, donde hay una biblioteca manejada por estudiantes y una pequeña tienda de artesanías.
La organización se autofinancia y sus gastos son pagados con donaciones de los asociados, o con el producto de la venta de su café "Madre Isla".
Algunos grupos ambientalistas sugirieron a Casa Pueblo que su café fuera cultivado con métodos orgánicos, pero la evolución de una plantación convencional hacia una en la cual no se usen pesticidas ni otros componentes químicos entraña grandes problemas técnicos.
"Es más fácil decirlo que hacerlo", dijo la estudiante universitaria Maribel Hernández, quien forma parte de la organización.
Uno de los proyectos más famosos de Casa Pueblo es un servicio de ecoturismo. Este "eco-hotel" ya albergó delegaciones de estudiantes e investigadores provenientes de Estados Unidos y Alemania.
Los miembros de Casa Pueblo están orgullosos de su independencia económica y política, y no ceden ante las tentaciones. Por principio, rechazan toda cooperación empresarial.
Hace algún tiempo, una compañía de cervezas les propuso un acuerdo para auspiciar sus proyectos. "Les dijimos que en las actividades de nuestra organización no hay espacio para el comercio ni para las bebidas alcohólicas", recordó la maestra Tinti Deya. (FIN/IPS/tra-en/cr/cb/lc-ml/en/98