Más de un tercio de los 4.500 obreros que participaron en Panamá en una huelga de 57 días en fincas bananeras de la transnacional Chiquita Brands fueron despedidos esta semana sin cumplirse con los procedimientos legales.
Los obreros decidieron el día 17 volver a sus puestos de trabajo para evitar un arbitraje que, en caso de ser contrario a los huelguistas, los hubiese obligado a pagar daños y perjuicios a la compañía por un cifra millonaria, explicó el secretario general del sindicato, José Morris.
Pese a que no logró evitar el despido de 270 estibadores de Puerto Armuelles, localizado en la provincia de Chiriquí y sobre el litoral Pacífico, el sindicato dejó en manos del gobierno la solución a las diferencias laborales que mantienen los obreros con Chiquita Brands.
Los sindicalistas reclamaban mantener en su puesto a los estibadores, una compensación especial por manipular los agroquímicos usados para preservar la fruta y el pago de los diez minutos de descanso utilizados para la merienda.
Chiquita Brands, según explicó el director de relaciones laborales de la empresa, Oscar Fonseca, resolvió suspender el embarque de frutas por Puerto Armuelles por razones de índole económica.
El banano producido en Chiriquí, donde se realizó la huelga, y en la caribeña provincia de Bocas del Toro, está destinado a partir de este año a Europa, y no se justifica entonces su embarque en un puerto del océano Pacífico, dijo Fonseca.
El embarque del banano en contenedores en el puerto de Rambala, ubicado en Bocas del Toro, ahorra a los barcos de Chiquita Brands unos 1.500 kilómetros de navegación y el costo del peaje del canal de Panamá, cuyo promedio es de unos 30.000 dólares por nave.
La fruta será transportada por carretera desde Puerto Armuelles al puerto de Rambala, cubriendo un trayecto de 250 kilómetros.
Fonseca indicó tras la finalización de la huelga que Chiquita Brands tendrá dificultades para mantener las fincas y centros de empaquetado en funcionamiento, debido a daños en las plantaciones. Pero no anunció despidos en ese momento.
El secretario de prensa del sindicato bananero de la división Puerto Armuelles de Chiquita Brands, Carlos Acosta, informó que el miércoles "se notificó el despido" a casi 1.700 obreros de los muelles, las plantaciones y los centros de empaquetado.
Entre los despedidos se encuentran 1.117 hombres y más de 400 mujeres, agregó Acosta. La actividad bananera constituye la principal fuente de empleo en Puerto Armuelles, cuya población es de unas 15.000 personas.
El sindicato comunicó a los obreros que no deben firmar la notificación de despido, porque Chiquita Brands no ha cumplido con los procedimientos previstos en la convención colectiva de trabajo para suspender o rescindir la relación laboral.
Acosta anunció que el lunes habrá una audiencia con el Ministerio de Trabajo para evaluar y determinar la situación de las plantaciones, "tras lo cual quedará demostrado que no hay daños tan severos como denuncia la compañía para justificar los despidos".
Entre tanto, el diputado Carlos Smith, del gobernante Partido Revolucionario Democrático, solicitó al parlamento que investigue "la ola de despidos que se estan dando en la Chiquita Brands".
Smith advirtió que la situación en Puerto Armuelles puede convertirse en "un caso grave de alteración del orden público" cuando los obreros despedidos se queden sin ingresos.
La huelga de 57 días en Chiriquí impidió a Chiquita Brands la exportación de 1,6 millones de cajas de banano de 18,14 kilogramos cada una, de acuerdo con un informe de la estatal Comisión Nacional del Banano.
La caída de las exportaciones -según la Comisión Nacional del Banano- provoco una reducción de ingresos de 7,1 millones de dólares.
El banano es el principal rubro de exportación de Panamá y en 1997 rindió ingresos por 160 millones de dólares. (FIN/IPS/sh/ff/lb/98