ONU: Menos de un dólar para el desarrollo, 135 para la guerra

La ONU indicó que los 4.800 millones utilizados en ayuda para el desarrollo equivalen a unos 81 centavos de dólar por ser humano. Mientras, el mundo gasta unos 790.000 millones de dólares por año con fines militares, unos 135 dólares por persona.

La frase "más vale prevenir que curar" podría estar hecha para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que gasta miles de millones de dólares en países pobres arrasados por la guerra.

Incluso el administrador del PNUD, James Gustave Speth, reconoce que a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) le resultaría mucho más barato gastar en "desarrollo preventivo" que emplear una "fortuna en desarrollo curativo".

La mayoría de los conflictos bélicos, como los de ocho países que reciben ayuda del PNUD -República Centroafricana, El Salvador, Guatemala, Haití, Liberia, Malí, Ruanda y Sierra Leona- se pueden atribuir a factores económicos.

Speth asegura que las guerras se podrían prevenir si se dedicara más dinero al alivio de la pobreza y el desarrollo económico sustentable.

La ONU y sus agencias de desarrollo gastan unos 4.800 millones de dólares por año en el desarrollo económico y social. La cifra se emplea sobre todo para ayudar a los países del Sur en desarrollo en sus sectores de atención médica, saneamiento, agricultura, ambiente, infancia y distribución alimentaria.

Conflictos armados se libran en unos 30 países en la actualidad y casi la mitad de la ayuda de la ONU se emplea con fines de alivio humanitario en esos lugares, en su mayoría a costas del desarrollo económico de largo plazo.

El PNUD destinó el año pasado casi cinco por ciento de sus recursos a iniciativas especiales que "pueden impedir que las crisis se profundicen y construir una paz duradera".

Pero estos recursos, aportes voluntarios sin condiciones, siguen disminuyendo, de 927 millones de dólares en 1995 a 844 millones en 1996.

En 1995, Estados Unidos aportó 113,5 millones de dólares, 51 millones en 1996 y 76 millones en 1997.

"Las necesidades de los países en desarrollo están en su punto más alto, así como las oportunidades para el uso eficaz de la asistencia", dijo Speth.

"Pero justo en este momento de esperanza, muchos gobiernos están recortando su ayuda oficial para el desarrollo en un arranque de miopía que les resultará caro en el futuro", sostuvo.

"Tenemos una tragedia terrible en nuestras manos porque existe una gran necesidad de asistencia al desarrollo que sea utilizada en situaciones de conflicto y países de pobreza desesperante", dijo.

Tore Rose, representante del PNUD en Malí, informó a la prensa que en las últimas tres décadas, países como Liberia, Sierra Leona y Somalia recibieron miles de millones de dólares en ayuda para el desarrollo. "Fíjense cuál es la situación de estos países en la actualidad", exhortó.

Si la ayuda no se utiliza para construir la paz y fortalecer la seguridad, la comunidad internacional en definitiva gastará más para reconstruir a los países destruidos por la guerra, advirtió Rose.

Malí, considerada un modelo de reconstrucción posterior a un conflicto bélico, destinó unos 11 millones de dólares para restablecer la paz y la estabilidad.

El PNUD tiene un papel esencial en la construcción de la paz en este país y ayudó al gobierno a organizar una reunión con ex insurgentes en Timbuctú.

En la actualidad, unos 200 millones de dólares destinados para la asistencia al desarrollo en Malí esperan ser utilizados, pero esto sólo se podrá hacer si el país está en paz, señaló Rose.

El PNUD fomenta la pacificación al respaldar la moratoria de la importación, exportación y producción de armas ligeras en Malí y otros países de Africa occidental, añadió. Además, la agencia está elaborando un "código de conducta" para las fuerzas de seguridad de Malí.

En Haití, el PNUD brindó asistencia para crear y entrenar a la primera fuerza policial del país. También ayudó a organizar elecciones democráticas y lanzó tres proyectos para la reintegración de los refugiados que retornan al país y las personas desplazadas de sus hogares.

El PNUD también reconstruyó importantes instituciones haitianas, como el Parlamento y los medios de comunicación.

Como parte de la ayuda que brinda en Liberia, el PNUD ofrece a personas afectadas por la guerra un programa de capacitación vocacional de tres meses de duración.

Hasta el mes pasado, más de 1.200 liberianos, ex combatientes y civiles, se graduaron de sesiones de capacitación organizadas por organizaciones no gubernamentales.

En la República Centroafricana, que sufrió tres rebeliones militares que llevaron al país al borde de la guerra civil, el PNUD emplea más de 500.000 dólares para fomentar el papel de las mujeres en el proceso de paz.

En Guatemala, donde terminó un conflicto que duró 36 años, el PNUD ayuda a implementar los acuerdos de paz y respaldó reformas judiciales integrales para mejorar las causas procesales penales, la situación de los derechos humanos e integrar a los ex combatientes a la vida civil. (FIN/IPS/tra-en/td/mk/aq-lp/dv/98

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