Con un coctel de argumentos que incluye corrupción gubernamental, narcotráfico, mujeres que derrotan al machismo, sacerdotes tentados por el sexo, sida y referencias a la política real, TV Azteca de México comprometió el liderazgo del poderoso consorcio Televisa en materia de telenovelas.
En dos años, los tradicionales temas dramáticos de Televisa, como mujeres marcadas por una repentina amnesia, empleadas enamoradas de sus patrones o secretos de amor expresados en la agonía, retrocedieron ante la propuesta de TV Azteca.
Herida por la audacia de su competidora, que le arrebató parte de la audiencia mexicana y latinoamericana que controló por más de tres décadas, Televisa restructura su programación y lanza una ofensiva.
Las dos empresas, cuyos dueños ocupan lugares destacados en la lista de hombres más ricos del mundo que publica anualmente la revista Forbes, se enfrentan en tal competencia que los juicios penales y las acusaciones de plagio parecen insuficientes.
También luchan en escenarios como la Bolsa de Valores, donde sus acciones son de las más cotizadas, pugnan por el manejo del deporte mexicano e intentan ingresar al mercado hispano de Estados Unidos.
Pero los expertos no dudan que al menos en materia de telenovelas, Azteca -empresa privatizada durante el gobierno del presidente Carlos Salinas (1988-94)- aventajó a Televisa e hizo historia al abordar temáticas vetadas en el pasado.
Las nuevas producciones tuvieron tal impacto que se organizan foros públicos para comentar los argumentos, columnistas políticos opinan sobre las tramas y los protagonistas -muchos de los cuales fueron actores de Televisa- son considerados ya como "intelectuales" del género.
Este jueves, luego de 10 meses de alta sintonía, se emitió el último capítulo de "Mirada de Mujer", una telenovela sobre el proceso de maduración personal de una mujer de 50 años, quien renuncia a su papel exclusivo de ama de casa, pone fin a tres décadas de matrimonio y se enamora de un hombre 20 años menor.
La telenovela, que aborada temas como el racismo, el sida y la violación, fue el segundo éxito consecutivo de Azteca, luego de "Nada Personal", difundido entre 1996 y 1997.
En la primera producción, los protagonistas, que interpretan a supuestos altos personajes del gobierno mexicano, aparecen vinculados con el narcotráfico.
"Demasiado Corazón", otra de las telenovelas en el aire con gran aceptación, tiene una trama similar a "Nada Personal", aunque el tratamiento de la corrupción es más profundo e involucra directamente a las Fuerzas Armadas.
Siguiendo con el ciclo, TV Azteca estrenó esta semana "Tentaciones", en la que un joven sacerdote vive un conflicto personal al enamorarse y desear sexualmente a una joven mujer.
No hay real sustancia en las telenovelas de Azteca, sólo buscan provocar escándalo para vender, dicen los voceros de Televisa, tras reiterar que su política en esta materia seguirá limitada a entretener, aunque con mayor calidad.
Algunos grupos ciudadanos conservadores apoyados veladamente por Televisa pidieron a TV Azteca que sacar de programación sus telenovelas, pues consideran que atentan contra la "buena imagen" de México, introducen elementos de discordia en la familia y no difunden valores morales.
Pero TV Azteca asegura que seguirá explotando la nueva veta. "Nuestro interés es despertar conciencias, nos interesa que al terminar de ver los capítulos, la gente discuta", dijo Ricardo Salinas, presidente de la empresa.
Los productores y guionistas de las polémicas producciones, entre quienes se encuentra el señador opositor Carlos Payán, aseguran que mantendrán la línea de trabajo, aunque contraste con la política de noticieros de la televisora, cercana al gobierno.
Para recuperar la preferencia del público, Televisa decidió sacar del aire a famosos conductores de noticias y entretemiento, como Jacobo Zabludovsky y Raúl Velasco, contrató a nuevos productores de telenovelas, reforzó el tono crítico en sus noticieros y lanzó una serie de campañas publicitarias.
"Vamos a ganarle a la competencia adecuándonos las nuevas realidades y dejando de lado viejas ideas", aseguró el presidente de Televisa, Emilio Azcárraga, quien este mes cumplió un año al frente de la empresa, luego de la muerte de su padre, Emilio Azcárraga. (FIN/IPS/dc/ag/cr-ip/98