LIBERIA: Miles de refugiados en Ghana temen el regreso

Miles de liberianos refugiados en Ghana se sienten atrapados entre la escasa ayuda que reciben en los campamentos de refugiados administrados por ACNUR, y el temor de volver a Liberia a empezar una vida a partir de cero.

Cuando los refugiados decidan volver, deberán dejar atrás la mayor parte de sus pertenencias.

Un comunicado oficial de ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) explica que "70 kilogramos es el peso permitido por cada refugiado repatriado". "Elementos como camas, sillas, refrigeradores y roperos están prohibidos", añade el aviso.

"Pasamos la vida en el exilio y por la gracia de Dios pudimos reunir ciertas cosas básicas para llevarlas de vuelta a casa. Ahora nos dicen que tenemos que venderlas, no es algo que se le debe decir a un refugiado. No es humano", dijo Joseph Weagbah, de 51 años.

Funcionarios de ACNUR no explicaron las causas de las restricciones, pero se estima que las mismas se deben a los costos de transporte.

A principios de año, la agencia anunció que 48 millones de dólares habían sido destinados para repatriar y reubicar a 480.000 refugiados liberianos de países de Africa occidental junto a 750.000 personas desplazadas en la propia Liberia. , Unos 5.000 exiliados fueron repatriados de Ghana y otros países de la región desde entonces. ACNUR proporciona elementos de ayuda a los refugiados. Una familia de cinco integrantes, por ejemplo, recibe media bolsa de maíz, dos botellas de aceite, un juego de utensilios, dos sábanas, dos mantas y dos colchones.

Los repatriados son en su mayoría mujeres, niños y ancianos. "No hemos registrado profesionales entre las personas que retornan", informó Olga Tettey, funcionaria de ACNUR en el campamento de refugiados de Buduburam, 35 kilómetros al oeste de Accra, con unos 15.000 refugiados liberianos.

Alrededor de 200.000 liberianos de una población de 2,5 millones murieron entre 1989 y 1996 a causa de la guerra civil que devastó la economía y desplazó a más de la mitad de los habitantes. El fin de las hostilidades permitió la celebración de elecciones en julio de 1997.

El mes pasado, el director regional de ACNUR para Africa, Albert Alain Peters, dijo que el primer objetivo de la agencia es verificar las condiciones a las que retornarán los liberianos, luego de recorrer zonas donde serán reubicados los refugiados.

Alain reconoció que algunos refugiados no desean volver a Liberia debido a la supuesta inseguridad del país, la falta de escuelas para sus hijos y la escasez de empleos.

Un funcionario de ACNUR en Accra, Fredolin Tetteh Mensah respondió que Liberia tiene un presidente electo por el pueblo y que el gobierno debe proteger a sus ciudadanos, cuando se le preguntó por qué la agencia enviaba a los refugiados de vuelta a un país que aún no es seguro.

"Ahora hay un gobierno elegido democráticamente (en Liberia), ese gobierno debería mantener la seguridad dentro de sus fronteras territoriales", dijo.

Refugiados dijeron a IPS que volverían a Liberia porque la vida para ellos es difícil en Ghana, en parte debido a que ACNUR les proporciona cada vez menos alimentos desde enero de 1994.

Algunos de los refugiados dependen del dinero que les envían familiares residentes en Estados Unidos u otros países. Quienes no cuentan con esta posibilidad debieron recurrir a la agricultura y el comercio.

"Es mejor enfrentar las dificultades en casa que seguir sufriéndolas aquí en Ghana", aseguró un joven cansado de vivir como refugiado.

La vida de refugiada también se tornó insoportable para Patricia Nibo, de 63 años. "Perdí a mis seis hijos y mi esposo, pero quiero irme a casa. No puedo recurrir a nadie por ayuda y ya hace demasiado que llegué aquí".

A pocos pasos, Edith Gould, de 33 años, observaba en silencio los cuatro autobuses que esperaban para trasladarla, junto a unos 280 refugiados más, a Liberia.

IPS le preguntó a Gould si le preocupaba el hecho de que ACNUR no le brindara asistencia financiera para comenzar una vida nueva en un país con gran desempleo.

No mucho, dijo. "No dependo de las Naciones Unidas. Dependo de Dios todopoderoso. El me guió durante la guerra y el exilio y se que me guiará en esto", añadió. (FIN/IPS/tra-en/jc/kb/aq-lp/pr/98

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe