Internet, la red de redes de comunicación informática creó una ideología propia, libertaria y pospartidaria, según algunos de sus usuarios, aunque todas las ideologías políticas se divulguen en ella.
En la red pueden leerse, por ejemplo, las misivas del guerrillero zapatista subcomandante Marcos o las declaraciones de la organización nazi Resistencia Aria Blanca.
Sin embargo, algunos escritores, como Jon Katz, autor de una columna en la red llamada "The Netizen" (El Ciudadano de la Red), arguye que la elite adinerada y educada que usa el servicio forma una "nación digital" que practica una forma libertaria de "pospolítica".
Otros, como el personal de la ingeniosa y cínica página Suck.com, cuestionan los valores libertarios de gran parte de la retórica de Internet, pero comparten el desprecio de Katz hacia fuentes tradicionales de poder político como los medios de comunicación, las grandes compañías y la publicidad.
En el peor de los casos, algunos de los libros de los teóricos de la red, como "Media Rants: Postpolitics in the Digital Nation" (Excesos de los Medios: Pospolítica en la Nación Digital) y "Suck", una colección de artículos de Suck.com, parecen la obra de locos de remate.
En el mejor de los casos, los libros, así como las páginas en Internet, pueden revelar la orientación que adopta la política de los jóvenes educados de Estados Unidos.
A veces, los libros cumplen ambas tareas a la vez. Katz, por ejemplo, logra persuadir cuando advierte que "la cultura digital se está convirtiendo rápidamente en una de las elites más poderosas y exclusivas de la historia".
Esta elite es cada vez más "rica, mejor equipada y más alejada de los estadounidenses pobres y de clase obrera".
Pero, unas páginas más adelante, el propio Katz se parece a un elitista privilegiado y criticón cuando sostiene que "la gente es responsable de sus actos. Pueden conectarse a la red si realmente lo quieren hacer. La tecnología también es darwiniana. Los fuertes sobreviven, los débiles no se pueden salvar".
Katz, ex periodista de prensa, aprendió los retos de la edición interactiva al escribir para Internet.
Como los lectores responden rápidamente a todo lo que escribe, su trabajo se hizo más democrático, asegura, y se convirtió en parte del proceso de comunicación y no en la palabra definitiva, una diferencia central de lo que Katz califica como Medios de Comunicación Imperiales.
Con Internet, el "periodismo político, una de las instituciones más elitistas, disfuncionales y menos éticas de Estados Unidos, se está derrumbando", sostuvo.
Katz cree que el periodismo político está siendo sustituido por un grupo diverso de escritores relacionados con Internet, que creen en la libertad de la información y el multiculturalismo, y se resisten a la censura, pero también descreen de las políticas de "gran gobierno" como el Estado de bienestar social.
Con frecuencia parece que Katz idealiza su "nación digital" por el recelo que esta manifiesta hacia el gobierno y los grandes medios de comunicación, pero, como advierte la periodista Wendy Kaminer, "la gente que desconfía automáticamente de los políticos y la prensa quizá crea en ángeles y ovnis".
La divulgación de mitos en la red, como el rumor de que un misil de la armada estadounidense derribó al vuelo 800 de la aerolínea TWA en 1996, tras despegar de Nueva York, confirma para algunos las trampas que oculta la dependencia excesiva de Internet para hallar información.
Sin embargo, a menudo la red parece ser una vía de acceso a varios tipos de comunicación, en que los medios -el mundo del espectáculo, el periodismo, la política, la publicidad- chocan en formas divertidas y reveladoras.
Ese, al menos, parece ser uno de los mensajes de "Suck", que se ríe de todo, incluso de las elecciones presidenciales de 1996 en Estados Unidos, el rap "gangsta", la hegemonía mundial de las compañías Nike y Microsoft y la omnipresencia de los grandes centros comerciales.
Algunos artículos de Suck analizan con frescura la propia nación digital de Katz. "Los estudiosos, como grupo, nunca antes habían sido viables económicamente. Los astrónomos nunca fueron redituables. Pero los programas de computación pueden crear algo que la gente quiere, algo por lo que van a pagar".
Tanto el libro como la página en Internet tienen la misma falla. Gran parte de la obra de los escritores expresa una ironía y una inquietud reflexivas sobre cuestiones superficiales, como la mala televisión y el consumismo sin sentido, que en definitiva llegan a saturar.
La excesiva preocupación por la falta de habilidades sociales de la elite informática también convierten a la nación digital en un lugar especialmente raro.
Es probable que Katz esté en lo cierto y que la nación digital esté asumiendo una naturaleza propia, pero, hasta el momento, el tono presumido de los libertarios hace que la posibilidad de convertirse en ciudadano de esa nación sea poco atractiva. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/aq-lp/cr/98
