Las protestas estudiantiles que dejaron las universidades para tomar las calles en Indonesia enfrentan al presidente Alí Suharto a una nueva luz roja política en medio de la crisis financiera de este país asiático, tras haber agotado las negociaciones con el FMI.
Aunque las demostraciones contra la política del gobierno fretne a la crisis financiera tienen lugar desde hace meses, por primera vez salen a las calles.
En las últimas semanas, son más intensas y coordinadas entre varias universidades, y algunas portan estandartes llamando a mayor democracia y acusando al presidente Suharto de todos los desastres. Además, se extendieron a áreas como la remota localidad de Mataram, al este del archipiélago indonesio.
Algunas manifestaciones exigieron la renuncia de Suharto, y causaron preocupación entre líderes indonesios, quienes optaron por una doble estrategia, por un lado atrayéndolos al diálogo, y por otro y advirtiéndoles sobre medidas más duras en el futuro.
Autoridades del gobierno dicen temer que las imágenes de demostraciones callejeras interrumpan los programas de ayuda para la recuperación económica y los esfuerzos por volver a atraer a los inversores extranjeros.
La semana pasada el nuevo gabinete de Suharto logró la entrega de 3.000 millones de dólares de parte de los fondos del paquete de rescate financiero del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El ministro de Información Alwi Dahlan afirma que las manifestaciones estudiantiles socavan los esfuerzos nacionales por salir de la crisis financiera, la cual incrementó el desempleo y contrajo la economía.
Dahlan culpó a los medios de inflar las noticias sobre las demostraciones y complicar los problemas de Indonesia, ya que, en estas circunstancias "no podemos convencer a inversores extranjeros sobre el buen clima para los negocios aquí".
El ministro de Educación, Wiranto Arismundanar, declaró recientemente los complejos universitarios como enclaves libres de la política, y prohibió las actividades políticas dentro de ellos. Pero los estudiantes lo desafiaron cantando consignas provocadoras.
A pesar de un diálogo entre 250 delegados estudiantiles y académicos de las universidades y autoridades militares durante el fin de semana, las protestas continuaron esta semana.
Suharto no ha dado señales de aflojar en su posición. El 17 de este mes, dijo que "las fuerzas de seguridad pueden aplicar medidas represivas" en situaciones de emergencia realcionadas a las protestas. Además, dijo a los estudiantes que volvieran a sus salones de clase.
La mayoría de las protestas procedieron sin represión policial, pero el gas lacrimógeno ha sido utilizado y hubo algunos enfrentamientos.
No obstante, hay informaciones sobre estudiantes desaparecidos tras las demostraciones. Un equipo de la Comisión Nacional de Derechos Humanos visitó la Universidad Gadjah Mada, en Yogykarta, un día después de una protesta que terminó en violencia contra fuerzas de seguridad y detectó 20 desaparecidos.
En ese enfrentamiento 38 estudiantes resultaron heridos y cinco fueron hospitalizados.
Poco después, la Comisión de Personas Desaparecidas y Víctimas de Violencia presentó una solicitud al jefe de las fuerzas armadas de Indonesia, el general Wiranto, para discutir la desaparición, la cual fue rechazada. La comisión informó sobre ocho personas aún desaparecidas.
Activistas afirman que estudiantes desaparecidos después de protestas contra el gobierno retornaron a sus hogares recientemente, pero se niegan a revelar sus experiencias durante ese período. (FIN/IPS/tra-en/ky/js/lp/ip hd/98