La agricultura es el pilar de la economía de India, pero eso no logra evitar una ola de suicidios de trabajadores rurales, quienes beben sus pesticidas para escapar de la pobreza.
La mayor parte de los 350 millones de pobres de India viven en el campo, donde los trabajadores agrícolas se desesperan ante la pérdida de cosechas, las presiones de prestamistas voraces y la falta de políticas claras para el sector.
Los suicidios de los pobres rurales suelen pasar inadvertidos en este país, pero no ocurre así cuando 300 personas se quitan la vida en unos pocos meses en las plantaciones de algodón de Andhra Pradesh, en el sur del país.
Los agricultores bebieron pesticida para escapar de la peor plaga del campo indio: voraces prestamistas que desean ejecutar las hipotecas para apoderarse de las tierras.
La ola de suicidios también afecta a los cultivadores de algodón del estado de Maharashtra, en el oeste de India, donde los campesinos son asediados por una tardanza en las lluvias del monzón, las exigencias de los acreedores y la caída de los precios manipulados por intermediarios.
Esos agricultores no califican para la ayuda que brinda el gobierno a los campesinos afectados por la sequía, dado que en el pasado registraron buenas cosechas.
Informes provenientes de los distritos norteños de Bidar, Gulbarga, Raichur y Dharwar hablan de al menos 26 suicidios de campesinos, desesperados luego que se arruinó la cosecha de legumbres.
La escasez de lluvias se combinó con la carencia de un sistema de irrigación eficiente. De los 130 sistemas de irrigación que alguna vez se construyeron en la región, solo 10 están en funcionamiento.
Para colmo de males, este año cayó encima la temida plaga de gorgojos que arrasa con las vainas de las legumbres, contra la cual, irónicamente, no funciona ninguno de los pesticidas disponibles en el mercado.
Los agricultores que se suicidaron tenían riego y pesticidas, así que se busca una explicación para el hecho. Puede que los intermediarios adulteraran los pesticidas, una práctica bastante común en zonas rurales. O bien los gorgojos desarrollaron resistencia al producto.
La organización nacional campesina Kisan Sabha, controlada por el Partido Comunista de India – Marxista (CPI-M) dijo que los suicidios fueron causados por políticas agrícolas equivocadas.
El CPI-M y sus aliados presionan para aprobar leyes que garanticen un ingreso mínimo a los agricultores. También llevan décadas proponiendo una legislación que mejore las condiciones de tenencia de la tierra, proyectos que invariablemente son rechazados por poderosos terratenientes.
Kisan Sabha denunció que hay una continua disminución de la inversión gubernamental en el sector agrícola, lo cual ocasiona una disminución de la producción.
Como resultado de esta situación aumenta el desempleo entre los agricultores, quienes además ven disminuida su capacidad de enfrentar calamidades naturales como plagas, malas condiciones climáticas o fluctuaciones de precios.
El secretario general de Kisan Sabha, Ramachandran Pillai, advirtió que se necesita establecer un sistema de seguros para las cosechas, y además ampliar los programas de crédito para mantener a los campesinos alejados de las garras de los prestamistas.
Pillai también le pidió al gobierno que investigue la distribución de pesticidas y fertilizantes, que además de estar adulterados, pueden ser dañinos para el ambiente.
La organización campesina anunció que realizará actividades de protesta en todo el país para demandar al gobierno que intervenga en el mercado, con la finalidad de proteger a los agricultores de las abruptas fluctuaciones en los precios.
Una "Encuesta Económica y Social de Asia y el Pacífico-1998" difundida recientemente por la Organización de las Naciones Unidas confirmó que la agricultura sigue siendo el pilar de la economía india, aunque está descuidada.
El estudio recomienda que las estrategias para reducir la pobreza en India consideren la promoción del crecimiento en zonas rurales.
"La pobreza rural es más sensible a las variaciones en el ingreso, y por lo tanto se requieren medidas para generar empleo en zonas afectadas por condiciones climáticas para aumentar ese ingreso", dijo el estudio, realizado por la Comisión Económica y Social para Asia-Pacífico (ESCAP).
La Comisión también resaltó que no se nota una política ágil en el desarrollo y la aplicación de mejores tecnologías, precios, créditos, infraestructura y, sobre todo, políticas sobre propiedad de la tierra. (FIN/IPS/tra-en/rdr/lc-ml/dv/98
