GUATEMALA: Multitud asiste al sepelio de obispo asesinado

Una multitud que incluyó organizaciones de derechos humanos, sectores indígenas y populares acompañó hoy hacia su última morada al asesinado obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Guatemala, Juan Gerardi.

Tras una misa en la Catedral Metropolitana, se realizó una caminata con el féretro de monseñor Gerardi por la Plaza Central ubicada frente al Palacio Nacional, sede del gobierno.

A las 19.30 gmt se llevó a cabo el sepelio en las criptas de la Catedral Metropolitana. La ceremonia contó con la presencia de los jerarcas de la Iglesia Católica de Centroamérica y México.

Momentos tremendamente emotivos se vivieron cuando bajo una pertinaz llovizna, los asistentes arrojaron claveles al paso del féretro.

Un fuerte dispositivo de seguridad fue implementado por el gobierno en prevención de disturbios.

En la noche del martes también se llevó a cabo una masiva marcha en repudio del asesinato del obispo, ocurrido en la noche del domingo, dos días después de que se presentara el informe del proyecto Recuperación de la Memoria Histórica (REHMI).

El informe, titulado "Guatemala: Nunca más", denuncia masacres y otras violaciones a los derechos humanos ocurridas durante el conflicto armado interno.

El documento señala al ejército como el culpable del mayor número de violaciones, con casi 80 por ciento. Atribuyó a la guerrilla nueve por ciento de los abusos, y el restante 11 por ciento no tiene responsable identificado.

Habían pasado un poco más de 48 horas de la presentación del informe, cuando su principal impulsor y coordinador, el obispo Gerardi, fue brutalmente asesinado por desconocidos que le destrozaron el cráneo y el rostro con algún objeto contundente.

Durante la marcha del martes, alrededor de 20.000 personas caminaron en silencio, vestidas de negro, portando velas encendidas y claveles rojos, desde la Catedral hacia la parroquia de San Sebastián, lugar de residencia del obispo y de su asesinato.

"Monseñor vive con su pueblo. La sangre de Monseñor clama justicia y anima nuestro caminar" se leía en algunas de las pancartas que llevaban los participantes.

Los manifestantes coincidían en señalar que "el pueblo debe unirse y no permitir que el mensaje de terror que quisieron impulsar con este asesinato paralice el accionar del país".

"Ya nunca más esperábamos que ocurriera un hecho así en Guatemala. Sin embargo, parece que retrocedimos a la época oscura del pasado", dijo una integrante del Movimiento de Mujeres.

El papa Juan Pablo II manifestó el martes su más enérgico repudio hacia el asesinato del obispo Juan Gerardi, a quien describió como un hombre que dedicó su vida a la paz.

"Fue un acto violento que amenaza la paz y ofende los sentimientos de esta nación amada" expresó el pontífice en un mensaje de condolencia al arzobispo de Guatemala, monseñor Próspero Penados.

El Papa confió en que el asesinato "demuestre palpablemente la futilidad de la violencia y convenza a todos de comprometerse en la búsqueda del entendimiento y el diálogo, y que por otra parte no atente contra los acuerdos que pusieron fin a la guerra civil".

Mientras, las investigaciones sobre el asesinato aún no dan los frutos deseados.

La hipótesis formulada sobre la base del testimonio de un vagabundo conocido como "El Chamuco", que pernoctaba en el parque San Sebastián frente a la iglesia donde se cometió el crimen y que acusa a otro apodado "El Chino" del asesinato, deja muchas lagunas por llenar, según organismos de derechos humanos.

El procurador de Derechos Humanos, Julio Arango, opinó que la foto robot del presunto asesino distrae la investigación y no descartó que pueda ser una coartada para desviar la atención del grupo que asesinó a Gerardi.

"Pensamos que la muerte de monseñor Gerardi fue un hecho premeditado y se debe a la violencia que vive el país, la cual continúa latente y manifestándose de diferentes formas" señaló.

Arango expresó su preocupación por el hecho, pues se pone en peligro los acuerdos de paz y la presentación del informe final de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico.

Por su parte, el Ministro de Gobernación (Interior), Rodolfo Mendoza, informó que el gobierno aceptó la ayuda ofrecida por el gobierno de los Estados Unidos y en los próximos días se incorporarán a la investigación agentes del FBI (Oficina Federal de Investigaciones).

"Parte de la ayuda será técnica, ya que es importante contar con expertos en criminalística para la aportación de la prueba científica y el análisis de los diferentes elementos que fueron recogidos en la escena del crimen, y también investigadores experimentados que apoyen el proceso" explicó Mendoza.

El presidente Alvaro Arzú, en declaraciones a la prensa el martes durante una visita a plantaciones de hortalizas en el occidental departamento de Chimaltenango, dijo que esclarecer el asesinato del obispo y capturar a los responsables "resulta complicado".

"Es como buscar una aguja en un pajar", dijo el mandatario al ser preguntado sobre las posibilidades reales de someter a la justicia a los criminales.

Según el diario local Prensa Libre, el mandatario recomendó a las instituciones que emitieron juicio respecto al asesinato de monseñor Gerardi "medir sus opiniones, porque lo único que hacen es provocar confusión sobre el tema, puesto que no tienen claros los acontecimientos".

Sin embargo, con excepción del gobierno, todas las organizaciones de derechos humanos, sectores populares y la sociedad en general consideran que el alevoso asesinato de monseñor Gerardi "es un crimen político" que lleva el claro mensaje de aterrorizar a la población y frenar el incipiente proceso de paz. (FIN/IPS/cz/ml/ip-hd/98

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