El desempleo adquiere en España ribetes de drama o fraude compartido, según se escuche al gobierno, a la poderosa Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), al Instituto Nacional de Empleo o a los sindicatos.
Si se atiende a la oficial Encuesta de Población Activa, más de tres millones de personas, que conforman 20 por ciento de la mano de obra total, están en busca de trabajo, un dato que significa un drama para la economía de cualquier estado.
En el polo opuesto está la evaluación de la CEOE, cuyo presidente, José María Cuevas, reduce esa cantidad a la mitad, y calcula que hay un millón y medio de desempleados.
Pero entre ambos extremos aparece una tercera evaluación, proporcionada este lunes por el también oficial Instituto Nacional de Empleo (INEM), que identifica poco más de dos millones de desocupados, 12,58 por ciento de la población activa.
Los sindicatos toman de referencia para sus demandas el cálculo de la Encuesta de Población Activa.
Estas diferentes maneras de medir se mantienen desde dos décadas atrás, cuando comenzó a agudizarse la desocupación en España, y ninguno de los sectores involucrados demuestra interés por lograr una estimación válida que satisfaga a todos.
La explicación de esa actitud puede estar en el deseo de mantener la ayuda por 7.000 millones dólares anuales que España recibe de la Unión Europea (UE), por registrar una renta inferior a la media europea.
Esa ayuda sería anulada si las estadísticas avalaran la afirmación del comisario (ministro) de Empleo de la UE, el irlandés Padraig Flynn, quien sostiene que la economía informal supone en España entre 10 y 23 por ciento del producto interno bruto (PIB).
La oficialización de la economía informal se traduciría en un aumento del PIB, y España se colocaría por encima de la media de renta de la UE y no tendría derecho a los subsidios.
Por de pronto, la Fundación Caja de Ahorros, sustentada por la Confederación Española de Cajas de Ahorro, se sumó a la polémica e hizo público, a principios de abril, los resultados de un estudio que aumentaría en 1.400.000 los empleados registrados por la Encuesta de Población Activa.
En sentido contrario se pronuncia la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE, que agrupa a los países del Norte industrial), que da por buena la tasa superior a 20 por ciento de desocupación y pronostica que bajará a 19,8 este año y a 18,4 por ciento en 1999.
No obstante, la validez de las estadísticas que señalan altas cotas de desocupación es cuestionada también por el crecimiento de la economía y el aumento del consumo, del turismo y de la industria del ocio y del esparcimiento.
El buen desempeño de las Bolsas de Comercio también añade nuevos factores de duda. La de Madrid subió 40 por ciento en los tres primeros meses del año, igualando sus ganancias de todo 1997 y superando las de 1996.
Además, la economía española, según proyecciones locales respaldadas por la OCDE, seguirá mejorando en 1998, y el crecimiento del PIB será de 3,5 por ciento, una décima más que en 1997.
Con apoyo en esos datos, el gobierno del centroderechista José María Aznar aprobó un Plan de Empleo con el que se propone crear 370.000 nuevos puestos de trabajo hasta fin de año.
El programa se basa en la inversión pública de 7.000 millones de dólares y en créditos oficiales a las pequeñas y medianas empresas por 2.000 millones, para que esas unidades creen empleo.
Pero representantes de las dos centrales sindicales mayoritarias, Comisiones Obreras (CC.OO.) y Unión General de Trabajadores (UGT), calificaron el plan de "regalo para los empresarios", y consideraron insuficiente el presupuesto asignado por el gobierno al Plan de Empleo.
Cándido Méndez, lider de UGT, señaló que el documento sobre el empleo presentado por el Ejecutivo "no define las acciones concretas para favorecer la creación de nuevos puestos de trabajo, ni los recursos económicos para llevarlos a cabo".
Núñez advirtió que puede estarse "jugando con las cifras", presentando como nuevas algunas partidas ya previstas en los Presupuestos del Estado.
Para Antonio Gutiérrez, de CC.OO, el Plan de Empleo es "ineficaz e insuficiente", porque fomenta la precariedad laboral y no controla correctamente la cobertura de desempleo en algunos tipos de contratos..
Al respecto, Toni Ferrer, secretario de asuntos sociales de la UGT, recordó que más de la mitad de los inscriptos como desocupados en el INEM carecen de subsidio, y anunció que su central y CC.OO. promoverán manifestaciones "por el empleo y la solidaridad" en toda España entre el 20 de este mes y el 1 de mayo.
Si esas manifestaciones no fuesen atendidas, dirigentes de las dos centrales convocarían a una huelga general.
Mientras, las asociaciones de desocupados ya comenzaron a actuar y anuncian para los próximos días "acciones en los templos del dinero", como la realizada a fines de marzo, cuando la Asociación de Parados en Acción irrumpió en el edificio de la Bolsa de Madrid y lanzó octavillas en el patio de operaciones.
En las octavillas se leía: "La Bolsa revienta de beneficios. Los parados de sacrificios". (FIN/IPS/af/ff/lb/98