Ecuador y Perú acordaron pedir a una "mesa de donantes" de países industrializados los 2.000 millones de dólares para financiar proyectos de integración fronteriza, destinados a afirmar la paz entre los dos países, que protagonizaron un enfrentamiento bélico en 1995.
"Los países industrializados serán invitados por Ecuador y Perú a concretar en efectivo, contante y sonante, el interés que han expresado políticamente en apoyar la paz entre ambas naciones", comentó el sociólogo Manuel Benza.
"Si aceptan a la invitación, no lo harán únicamente por altruismo, pues la paz y el desarrollo generan mejores condiciones para el comercio y mayores oportunidades de inversión", añadió.
Según la información, conocida este jueves en Lima, el acuerdo se adoptó el miércoles en Washington, al concluir las sesiones de una de las cuatro comisiones formadas para negociar una solución pacífica al conflicto entre Ecuador y Perú, que ha convertido a la frontera común en la más caliente de la región.
En la sesión de clausura de esta Comisión estuvieron presentes el secretario adjunto para América Latina de Estados Unidos, Peter Romero, y Luigi Enaudi, representante de Washington en las conversaciones de paz peruano-ecuatorianas.
Estados Unidos, junto a Argentina, Brasil y Chile, intervino decididamente para detener la guerra de 1995, que se desarrollaba en una zona pantanosa de la selva amazónica disputada por Ecuador y Perú.
Los cuatro países, que firmaron como garantes del Tratado Fronterizo suscrito en Río de Janeiro en 1942, consiguieron sentar en la mesa de negociaciones a los representantes de Lima y Quito en marzo de 1995.
Desde entonces, y mientras se desarrollan las negociaciones diplomáticas que buscan resolver las causas del conflicto, una misión de observadores militares, conformada por oficiales de los cuatro países garantes, vigila los territorios que fueron escenario de la contienda bélica.
Ecuador aceptó reconocer el Tratado de 1942, que impugnaba desde 1950, incluyendo el reconocimiento de la línea limítrofe allí establecida, en tanto que Perú se compromete a reconocer a al país vecino el derecho de navegación no militar por el río Amazonas.
Los dos países beligerantes y los cuatro garantes de la paz, acordaron dividir las negociaciones en cuatro rubros: el trazado de la línea fronteriza, la navegación por el río Amazonas, la integración fronteriza y la creación de un mecanismo de seguridad que impida sorpresivos incidentes bélicos entre ambas naciones.
En la presente etapa, las negociaciones de paz entre Ecuador y Perú se desarrollan en cuatro escenarios Washington, Brasilia, Buenos Aires y Santiago de Chile.
En Washigton se contemplan aspectos vinculados a la integración fronteriza y la cooperación comercial entre los dos países, y en Brasilia se instaló la Comisión encargada de resolver las discrepancias existentes sobre el trazado definitivo de la línea de la frontera.
En Buenos aires sesiona la Comisión encargada de elaborar el Tratado de Comercio y Navegación que autorizará y reglamentará el paso de las naves ecuatorianas por el río Amazonas hasta el territorio brasileño, principal aspiración de Ecuador para integrarse a la cuenca amazónica.
En Santiago, las conversaciones bilaterales se proponen crear un mecanismo de Seguridad y Confianza Mutua, que impida el estallido de incidentes militares que podrían afectar el proceso de construcción de la paz.
En las conversaciones que concluyeron el miércoles en Washington, se revisaron los aportes de los 12 Grupos de trabajo encargados de desarrollar otros tantos proyectos de inversión en obras de infraestructura para reforzar la integración fronteriza.
Forman parte del paquete estudiado diversos proyectos de irrigación, interconexión de hidroeléctricas, carreteras y oleoductos.
En el aspecto comercial, se revisaron medidas para favorecer y normar el intenso microcomercio fronterizo existente, dentro del marco de liberalización comercial en el que los dos países participan como miembros de la Comunidad Andina.
También formaron parte del trabajo de las comisiones el estudio de acuerdos sobre el flujo de personas, vehículos y carga en las carreteras binacionales y los respectivos mecanismos de control.
Según fuentes diplomáticas de Lima la Comisión de Integración fronteriza, que sesionó en Washington, muestra mayor avance, en tanto que en la cita de Buenos Aires, las discusiones sobre el tratado de comercio y navegación no logran superar algunas diferencias, cuyo carácter se mantiene en reserva.
En Brasilia, al cabo de dos días se dio por concluido el trabajo de los grupos jurídicos que analizan los procedimientos adecuados para definir la línea demarcatoria, y se acordó reunirse nuevamente el día 21.
Según trascendió, los puntos aún no resueltos en Brasilia se refieren a las líneas demarcatorias en dos tramos de la Cordillera del Condor y en el sector de Lagartococha.
La Cordillera del Condor, zona montañosa en donde quedó truncada en 1950 la colocación de hitos limítrofes, dejando inconcluso un tramo de 62 kilómetros en una frontera de más de 1.500 kilómetros, fue el escenario de las guerras de 1981 y 1995. (FIN/IPS/al/ag/ip/98