El segundo intento por privatizar parcialmente la Empresa Telefónica del Estado ecuatoriano (EMETEL) podría fracasar, por el retiro de la subasta de las empresas internacionales.
La compañía italiana STET y Telefónica de Espaa renunciaron a la subasta de 35 por ciento de las acciones de EMETEL, programada para el 23 de este mes, mientras una polémica entre funcionarios crea confusión en el caso.
Todo parece indicar que la venta será suspendida pues, según informes periodísticos difundidos este martes, tanto el presidente como el director ejecutivo del Consejo Nacional de Modernización del Estado (Conam), Rodrigo Paz y Raúl Gangotena, tienen redactada su renuncia.
El Conam lleva a cabo el proceso de privatización de activos del Estado desde 1993, y le corresponde la decisión sobre la venta de acciones de EMETEL.
Sólo la compañía estadounidense GTE se presentaría a la subasta del día 23, ya que Korea Telecom, otra empresa presuntamente interesada, no ha confirmado todavía su participación.
Una subasta "no se puede hacer con un sólo comprador", advirtió Francisco Swett, presidente de la Junta Monetaria, el principal organismo de control financiero.
Swett entró en disputa abierta con los funcionarios del Conam, al hacer una serie de declaraciones en Estados Unidos contrarias al proceso de privatización.
Según Swett, el momento para la subasta es inconveniente, porque el mercado está en declinación, lo que podría afectar el precio base de EMETEL para la subasta, fijado en unos 2.000 millones de dólares.
En su opinión, es preferible que el gobierno contrate el servicio de las empresas de telecomunicaciones interesadas, para mejorar el rendimiento y posteriormente ofrecer las acciones en la bolsa de valores.
Además, las cuentas de EMETEL aún no han sido entregadas por las consultoras internacionales contratadas "y nadie va a comprar algo a ciegas", dijo Swett.
Para los funcionarios del Conam, las declaraciones del presidente de la Junta Monetaria responden a intereses concretos de algunos grupos empresariales del país que están interesados en adquirir la empresa telefónica.
El primer fracaso de la privatización parcial de EMETEL se produjo el 19 de noviembre, cuando cuatro de las cinco firmas originalmente interesadas no se presentaron a la subasta, argumentando que el precio base era demasiado elevado.
Las autoridades del Conam creen que el fracaso se debió a maniobras obstruccionistas de los trabajadores de EMETEL, que conforman uno de los sindicatos más poderosos de Ecuador, de algunos funcionarios del área de telecomunicaciones y de sectores empresariales y políticos que desean comprar la empresa.
La subasta culminaría un proceso largo y conflictivo que se inició con la administración de Sixto Durán Ballén (1992-96), cuando el parlamento aprobó el proyecto de privatización parcial de EMETEL.
Pero, al parecer, el proceso no finalizará antes de la instalación del nuevo gobierno, ya que la actual administración provisional de Fabián Alarcón terminará sus funciones en agosto.
El gobierno de Abdalá Bucaram (1996-1997) convirtió a EMETEL en sociedad anónima y realizó la primera convocatoria para la subasta. El proceso que se truncó por los problemas sociales y políticos que llevaron al parlamento a destituir a Bucaram en febrero de 1997.
Bucaram fue acusado de manipular la calificación de las compañías interesadas en la compra, pero esos mismos participantes fueron confirmados por el Conam.
El gobierno de Alarcón dividió EMETEL en dos empresas, como parte de una estrategia para evitar la monopolización del sector.
Las dos compañías resultantes de la división son Andinatel, que cubre el servicio de las provincias de la sierra y tiene sede en Quito, y Pacifictel, que cubre a la costa y está radicada en Guayaquil.
La presión de los virtuales compradores redujo la escisión quedase a un mero formulismo. La ley fue modificada para permitir que una sola empresa compre 35 por ciento de Andinatel y Pacifictel. (FIN/IPS/mg/ff/if/98
