CUMBRE/AMERICA: Una alianza de la sociedad civil contra el ALCA

La Cumbre de los Pueblos de América, inaugurada hoy en la capital de Chile, es el primer intento de constituir un "contrapoder" de la sociedad civil que lleve a los presidentes de la región "la voz de los sin voz".

Así lo manifestó Manuel Baquedano, responsable del Foro Ambiental y miembro de la Secretaría Ejecutiva de la cumbre paralela, que concluirá el sábado próximo con una declaración que será entregada a los presidentes de 34 países americanos por el canciller de Chile, José Miguel Insulza.

El ministro chileno dijo este miércoles a la prensa extranjera que espera reunirse con una delegación del foro alternativo en compañía de otros cancilleres y que incluirá sus resoluciones en la documentación que se entregará a los gobernantes.

"Los gobiernos iniciaron un proceso de integración que es fundamentalmente económico y han dejado al margen a actores importantes como las organizaciones sindicales, ambientales, de defensa de los derechos humanos, de mujeres, a la ciudadanía en suma", dijo a IPS Baquedano, dirigente ecologista chileno.

Los gobernantes del hemisferio con la sola exclusión de Cuba lanzarán el fin de semana próximo en Santiago las negociaciones para la creación del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) hacia el año 2005, el tema que más preocupa a los promotores de la Cumbre de los Pueblos.

La experiencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) está presente en todo este proceso.

"Desafortunadamente se confirmó el pronóstico de que se impondría la línea más neoliberal", comentó Alejandro Villamar, de la Red Mexicana de Acción para el Libre Comercio, en alusión a que no existirá en el ALCA un grupo de negociación en temas ambientales.

"No están dispuestos ni siquiera a pelear los costos de ajuste", dijo Villamar, una actitud que no lo tomó de sorpresa en el caso de los delegados oficiales mexicanos, pero advirtió que lo mismo está ocurriendo con los del Mercado Común del Sur (Mercosur), formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.

En cuanto a los aspectos ambientales de la liberalización comercial, el representante de la Red Mexicana de Acción para el Libre Comercio dijo que la experiencia de su país en el TLC es clara en este sentido.

"Los acuerdos paralelos pero sin fuerza jurídica vinculante terminan siendo letra muerta", afirmó Villamar. "La política ambiental y social termina subordinándose a la política farisea comercial. Siguen cargándonos los costos de sus externalidades y nos obligan a redoblar esfuerzos para modificar esas políticas".

Baquedano señaló, por su parte, que estos procesos de integración económica privilegian los intereses de las grandes empresas transnacionales, las facilidades de inversión, pero los costos los pagan los ciudadanos.

"Por eso fue tomando cuerpo la necesidad de estructurar un contrapoder, constituido por distintos sectores de la sociedad civil, para lo cual hay que construir una alianza, porque hasta ahora cada sector actuaba en forma separada y yo diría que con poco éxito para frenar las políticas de liberalización", añadió.

Un primer objetivo de la cumbre alternativa consiste, justamente, en un primer paso para unir a los distintos actores de la sociedad civil en un proceso único, de tal manera que pueda fiscalizar los acuerdos de los presidentes e impulse una visión distinta del desarrollo y la forma como integrar a los pueblos.

Pero junto a éste, también se pretende "llevar la voz de los sin voz a la reunión de presidentes", que se celebra este fin de semana en la capital chilena, dijo Baquedano.

Unos 300 delegados de todo el continente sesionarán en 10 foros, que abarcarán los ámbitos de interés de la reunión: sindical, ambiental, indígena, ético, parlamentario, derechos humanos, alternativas de integración y desarrollo, género e igualdades, campesino y educación.

La Organización Regional Interamericana de Trabajadores, la Central Unitaria de Trabajadores de Chile y la Red Chile por una Iniciativa de los Pueblos, conforman la Secretaría Ejecutiva de la Cumbre de los Pueblos de América.

La democratización de las negociaciones aparece como el nuevo desafío para los movimientos de la sociedad civil, apuntó Eduardo Gudynas, del Centro Latinoamericano de Estudios Sociales de Uruguay.

Gudynas, quien asistió en Costa Rica a la reunión de ministros de Comercio que allanó el camino para el lanzamiento del ALCA en Santiago, dijo que en el encuentro de las organizaciones ambientalistas hubo polémica sobre el punto.

"Por ejemplo, no se llegó a un acuerdo sobre la potenciación del papel de los parlamentos. En cambio, en el movimiento sindical esta cuestión parece saldada a favor de promover un mayor protagonismo de ese espacio", comentó.

En este sentido, Renato Martins, dirigente de la Central Unica de Trabajadores de Brasil, condenó que no exista en el ALCA un grupo de negociación en temas laborales y manifestó que su organización reivindica la democratización del proceso de integración continental.

"Una iniciativa de esta dimensión no puede limitarse a la responsabilidad de los poderes ejecutivos, los acuerdos deben pasar por la aprobación de los parlamentos", dijo Martins, quien reclamó la participación en el proceso de todos los sectores sociales y la creación de un grupo de trabajo laboral.

"El hecho de que estas propuestas no hayan sido acogidas nos lleva a continuar denunciando el carácter antidemocrático que reviste la iniciativa del ALCA y presionando a los gobiernos nacionales para que modifiquen su posición sobre el tema", dijo.

El sindicalista brasileño adelantó que en la Cumbre de los Pueblos se ratificará la aspiración de construir un proceso de integración distinto del que se viene constituyendo con el ALCA. (FIN/IPS/ag/ggr/dv-ip/98

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