El primer ministro de Canadá, Jean Chrétien, que viajó a Cuba dispuesto al diálogo y para pedir la democratización de la isla, dijo hoy que vió signos de una mayor apertura en este país socialista.
"Hay cambios concretos", afirmó Chrétien a la prensa extranjera, poco antes de su partida de regreso a Canadá, tras una visita oficial a La Habana de menos de 48 horas.
Para el gobernante canadiense, las señales de cambio pueden observarse en el hecho de que su discurso al arribo a La Habana fuera transmitido por la televisión y que pudiera escoger libremente con quién deseaba reunirse.
Chrétien llegó a Cuba la noche del domingo, para convertirse en el primer jefe del gobierno canadiense que visita la isla en los últimos 20 años y dejar clara la posición de Canadá sobre cómo promover una apertura política en la isla.
"En tiempos buenos y malos, nuestros dos países han escogido siempre el diálogo antes que la confrontación, los contactos antes que el aislamiento, los intercambios antes que la ruptura", dijo Chrétien.
El reconocimiento de cambios positivos en la isla fue interpretado por observadores como un intento por bajar el tono al acercarse el final de la visita y una vez terminadas las conversaciones con el presidente Fidel Castro.
El primer ministro canadiense había afirmado en la víspera que la familia hemisférica, que se reunió este mes en Santiago de Chile, debe ser completada con Cuba, pero que eso no sucederá sin señales tanto de La Habana como de Washington.
Chrétien confirmó la oposición de Canadá al bloqueo que Estados Unidos aplica a Cuba desde 1962 y dijo que había iniciado sus conversaciones con Castro por el tema del respeto de los derechos humanos.
Castro "no se mostró muy feliz ", dijo el gobernante canadiense, al comentar que presentó al presidente una lista con el nombre de cuatro presos políticos detenidos el 16 de julio y que todavía esperan ser sometidos a juicio.
Vladimiro Roca, Martha Beatriz Roque, Félix Bonne y René Gómez, miembros del ilegal Grupo de Trabajo de la Disidencia Interna, fueron detenidos tras hacer circular un documento opositor titulado "La patria es de todos".
Castro "tendrá que considerarla (la petición por los cuatro presos), porque se la di en sus manos y él la leyó delante de mi", aseguró Chrétien.
"Para nosotros hay elementos en este caso que no son aceptables en la comunidad internacional", agregó.
También dijo sentirse complacido de los resultados de su primera visita a la isla, que incluyó una entrevista con el cardenal católico Jaime Ortega y con representantes de cuatro organizaciones no gubernamentales.
Parte de la delegación que acompañó al primer ministro se reunió también libremente con representantes de varios grupos de la oposición interna, que actúa de manera muy fragmentada y sin reconocimiento legal.
"Hay que caminar un paso cada vez", señaló Chrétien y prometió que anunciará cuando esté preparado para dar un nuevo paso.
Castro y Chrétien consideraron en su conversación la posibilidad de que Cuba firme la convención de la Organización de las Naciones Unidas sobre los derechos económicos, sociales y culturales.
También estuvo presente en el diálogo la situación de Cuba ante la Organización de Estados Americanos (OEA), de la que fue expulsada en 1962.
Pero, según Chrétien, Castro no solicitó el apoyo de Canadá para el regreso de Cuba a la OEA ni Canadá la ofreció.
Castro "teme una invasión estadounidense. Discutimos eso. No creo que Estados Unidos tenga más intención de invadir Cuba que la que tiene de invadir Canadá, eso lo hicieron en 1812 y no fue muy exitoso", comentó Chrétien.
La visita del primer ministro canadiense puso fin la víspera a una disputa de más de 35 años al lograrse un acuerdo sobre la compensación a cinco empresas de seguros cuyas sucursales en Cuba fueron nacionalizadas en los primeros momentos del gobierno de Castro.
Cuba y Canadá iniciaron las negociaciones para la firma de un acuerdo para la protección y la promoción mutua de inversiones y firmaron un acuerdo de coproducción audiovisual y dos memoranda de entendimiento para la colaboración en la salud y el deporte.
"En Canadá no nos gusta perder dinero", dijo el primer ministro, en referencia al aumento de los intereses económicos canadienses en la isla y a la cantidad de personas que desean viajar a este país. (FIN/IPS/da/ff/ip/98