Representantes de más de 20 partidos políticos minoritarios de Costa Rica ocuparán este viernes más de 70 puestos en los gobiernos municipales y siete escaños en el parlamento, un nivel de participación en la toma de decisiones pocas veces visto en el país.
La nueva legislatura y de las autoridades municipales elegidas el 1 de febrero se instalarán el 1 de mayo y ocho días después asumirá la Presidencia Miguel Angel Rodríguez, del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC).
A diferencia de instancias anteriores, en que el PUSC y el Partido Liberación Nacional (PLN) obtuvieron presencia casi excluyente en los cargos de elección popular, los partidos pequeños tendrán esta vez importante representación.
Quizá el desencanto de los costarricenses con los partidos tradicionales fue buen aliado de los partidos minoritarios, que tendrán presencia en 40 de las 81 municipalidades del país.
El caso más notorio de este proceso de consolidación de las nuevas organizaciones políticas es la Yunta Progresista Escazuceña, que tendrá control total del municipio de Escazú, un cantón al oeste de la capital, por haber superado en la votación al PUSC y al PLN.
Otro ejemplo de la desconcentración del poder en las municipalidades es el partido del Sol, del cantón de Santa Ana, vecino de Escazú.
Aunque no obtuvo mayoría, porque el PUSC obtuvo tres puestos y el PLN dos, el partido Del Sol manejará una cuota de poder y de negociación.
La experiencia de estos partidos pequeños y de otros que también estarán representados a partir del viernes, determinó a a una docena de comunidades a formar su propia organización política para las elecciones del 2002.
Yunta Escazuceña asesora ya a comunidades que pretenden tener su propio grupo político, en el que puedan depositar su confianza.
"Queremos formar un partido para poder confiar en nuestros dirigentes, para ocuparnos de la seguridad y buscar solución a los problemas de alcoholismo, drogadicción y deterioro del ambiente de nuestra comunidad", dijo Benedicto Mendoza, de Vásquez de Coronado, al este de la capital.
Rocío Céspedes, quien asumirá como regidora por el partido Fuerza Democrática en San Ramón de Alajuela, afirmó que su organización mantendrá una posición independiente de los partidos tradicionales.
La mayoría de los costarricenses resolvieron en febrero "quebrar el voto". Es decir, votaron por candidatos a la Presidencia de los partidos tradicionales, pero simultáneamente, señalaron en la papeleta a aspirantes a cargos municipales de los grupos menores.
Muchos también se pronunciaron por candidatos al parlamento de los partidos minoritarios, y el resultado es que el PUSC y el PLN estarán obligados a negociar sus proyectos e intereses también en la Asamblea Legislativa. En este caso, con los siete representantes de los grupos pequeños.
Según el Tribunal Supremo de Elecciones, el PUSC tendrá 27 diputados, dos menos de los que necesitaría para la mayoría absoluta, pues el congreso tiene 57 integrantes.
El PLN tendrá 23 representantes y los minoritarios siete. Tres de estos últimos diputados representan a Fuerza Democrática, un partido de centroizquierda que se consolidó en las elecciones de febrero como tercera fuerza política.
El PLN y el PUSC negociacian desde hace 15 días para obtener el apoyo de los grypos emergentes en la elección de las autoridades del parlamento, que se realizará el mismo viernes.
Sin embargo, aún no está claro el panorama de alianzas, si es que las hay, porque dos de los diputados minoritarios impulsan la idea de un directorio legislativo compartido. (FIN/IPS/mso/ff/ip/98