El gobierno de Colombia condenó hoy un informe del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, con sede en Londres, según el cual las guerrillas llevan ventaja al ejército en el conflicto armado que sufre este país sudamericano.
Vicente Torrijos, director de la Escuela de Alto Gobierno, centro académico de la Presidencia colombiana, dijo a IPS que este tipo de planteos solo conducen a estimular una guerra en "la que cada cual intenta a toda costa eliminar al adversario" solo para demostrar que esta ganando.
"Lo peor que puede sucederle a los colombianos es dejarse llevar por esta lógica guerrerista" en la que los quieren involucrar "entidades muy prestigiosas desde el punto de vista académico pero alejadas de la realidad", sostuvo Torrijos.
Esta "lógica guerrerista" lleva al adversario a pensar que es posible ganarle la guerra al otro como si se tratara de eliminarlo, según el funcionario, "y eso solo conduce a la corrupción en el Estado y a acabar con el poco margen de maniobra política que todavía tiene la guerrilla".
Torrijos reconoció que desde el punto de vista logístico el ejército colombiano tiene "muy serios problemas", pero este factor no es definitivo al momento de medir fuerzas en el enfrentamiento.
En este tipo de conflictos es importante la posición que asume la sociedad civil, a la que se está "tratando de manipular con este tipo de análisis", dijo el experto.
El informe del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos sostiene que Colombia vive una escalada de violencia y que los militares "están perdiendo la guerra y la guerrilla ha ganado nuevas capacidades ofensivas".
El informe indica que la guerrilla asestó en 1997 fuertes golpes al ejército y que, al mismo tiempo, los grupos paramilitares de derecha, en muchos casos apoyados por fuerzas regulares, se han fortalecido y atacan a la población civil en procura de socavar la base social de los insurgentes.
El informe coincide con el presentado a fines de marzo por la directora de Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas en Colombia, Almudena Mazarrasa, según el cual el desplazamiento interno de la población civil es uno de los problemas más graves que genera el conflicto armado.
Según el estudio del Alto Comisionado, en la comunidad internacional hay un "creciente consenso" en cuanto a que los recursos del narcotráfico ayudan a sostenerse tanto a la guerrilla como a grupos paramilitares.
El informe se produce dos semanas después de que se produjo una controversia por versiones de prensa en torno a un documento de la inteligencia de Estados Unidos según el cual las fuerzas armadas podrían perder la guerra en cinco años si no reciben ayuda externa.
Según este último informe, citado por el diario estadounidense The Washington Post el día 10, la guerrilla izquierdista cuenta con 20.000 combatientes (según el ejército colombiano son cerca de 14.000) provistos de pequeños aviones y misiles portátiles comprados con dinero del narcotráfico.
La inteligencia de Estados Unidos cree además que el ejército colombiano es inepto y que solo la sexta parte de los 120.000 miembros activos con los que cuenta esta entrenado y equipado para el combate.
En estas circunstancia, el informe indica que si la guerrilla continúa fortaleciéndose y el gobierno no toma medidas, Colombia podría convertirse en "un narcoestado".
Pero el consejero para Asuntos Interamericanos de la Casa Blanca, Bryan Penn, afirmó que su gobierno no tiene "razones para creer que la guerrilla va a reemplazar al gobierno central de Colombia".
El informe, desmentido por Washington, señala además que Estados Unidos habría propuesto a Argentina y Brasil constituir una fuerza multinacional para combatir la guerrilla y el narcotráfico en Colombia.
Para el analista Luis Valencia, de la privada Universidad de Los Andes, estos informes indican que el conflicto armado de Colombia se ha "internacionalizado".
Valencia dijo que la firma del preacuerdo de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), las vinculaciones que traza Washington entre guerrilla y narcotráfico y la gestión "facilitadora de paz" de terceros países son señales de la internacionalización del conflicto.
El ELN, segunda fuerza guerrillera, acordó con representantes del gobierno colombiano en España la realización de una reunión en junio para preparar una Convención Nacional que abra espacios a una posible negociación de paz.
El preacuerdo fue suspendido por el ELN, que consideró que había sido utilizado políticamente por algunos sectores, pero luego se reanudó, según un comunicado divulgado por el gobierno la semana pasada. (FIN/IPS/yf/mj/ip/98