La policía de tránsito de la capital de Brasil atribuyó gran parte del éxito en la disminución del número de personas atropelladas durante 1997 a la implantación de los cruces preferenciales para peatones, que cumplieron esta semana un año de vida.
El coronel Renato Azevedo, comandante de la policía de tránsito, afirmó que el año pasado hubo 940 personas menos accidentadas en las calles, que en 1996.
De los accidentes fatales, añadió, 97,2 por ciento se produjeron fuera de los lugares de cruce peatonal preferencial, desmintiendo a quienes auguraban un año atrás que la implantación de estos cruces provocaría un aumento de los accidentes.
Según Azevedo, considerando los números globales se puede hablar de una revolcuión, eficaz y pacífica, en el tránsito. En enero de 1996, argumentó, hubo 49 muertes en accidentes de tránsito en el Distrito Federal, mientras que en el mismo mes del año pasado fueron solo 22.
En febrero los índices fueron aún más elocuentes. En 1996 se produjeron 45 muertes, mientras que en el mismo mes del 97 fueron apenas 16.
El funcionario subrayó también la importancia de los datos cualitativos, como el cambio en la mentalidad. "Actualmente hay mayor respeto por la persona, independientemente de su ubicación social. Ahora los autos lujosos paran en los cruces para dejar pasar a los peatones".
El peatón, visto por mucho tiempo como un ciudadano de segunda clase, añadió, subió a primera clase, "y eso influye en la autoestima del brasileño". Ahora, el automovilista que no respeta la preferencia del peatón en los cruces, recibe la reprimenda de éste, siguió.
Las multas para los automovilistas que no dan la preferencia al peatón cuando éste ya comenzó a cruzar por una de las zonas señalizadas, son de casi 170 dólares.
El jefe de tránsito destacó también que fue necesario, antes de implantar los cruces peatonales, lograr la disminución de la velocidad con que la mayoría de los automovilistas conducía en Brasilia.
La iniciativa tomó como ejemplo ciudades europeas, y a la vez está sirviendo de inspiración para otras ciudades brasileñas. Autoridades de Santa Catarina, Rio Grande do Sul y oficiales de tránsito de Sao Paulo han venido a observar el funcionamiento del nuevo sistema de Brasilia.
El jefe de tránsito anunció que los próximos pasos serán "quitar a los brasileños la idea de que la banquina es una vía más de circulación", y lograr que los vehículos pesados circulen siempre por la derecha, sin entorpecer el tránsito.
Las autoridades de Brasilia combinarán al mismo tiempo las nuevas medidas de ordenamiento con un esfuerzo de capacitación de los funcionarios, que recibirán a partir de agosto cursos de dos meses. (FIN/IPS/dv/98