Dos empresas de televisión, la Confederación Sudamericana de Fútbol y 20 equipos de países del Mercosur idearon un campeonato que les permitirá repartirse 221 millones de dólares durante 10 años.
La Copa Mercosur, en la que intervienen equipos de los cuatro miembros plenos (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y de Chile, país asociado al bloque desde enero de 1997, es organizado por la Confederación Sudamericana de Fútbol y se disputará del 29 de julio al 16 de diciembre a partir de este año.
En el centro del proyecto se encuentran las empresas Traffic, de Brasil, y Torneos y Competencias, de Argentina, que controlan la mayoría de los negocios del fútbol a través de la televisión abierta y para abonados. También incursionan en la compra-venta de jugadores y negocios paralelos, como programas periodísticos.
Se seleccionaron siete equipos de Brasil (Cruzeiro, San Pablo, Palmeiras, Corinthians, Flamengo, Gremio y Vasco de Gama) y seis de Argentina (San Lorenzo, Independiente, Racing, Boca, Velez Sarfield, River Plate).
Los representantes de Paraguay serán Olimpia y Cerro Porteño, y los de Uruguay, Peñarol y Nacional. Por Chile participarán Colo Colo, Universidad de Chile y Universidad Católica.
"En la economía globalizada si no hay. competitividad externa no sólo no se exporta sino que tampoco se salva el mercado interno", que en el caso del fútbol "está invadido por los espectáculos universales de televisión", dijo recientemente el presidente de Uruguay, Julio Sanguinetti.
La iniciativa fue recibida con entusiasmo por los clubes de la región, tanto los grandes como los de menor poder económico. Unos y otros tienen dificultades financieras, los primeros por sus abultados presupuestos originados en pases millonario y altos salarios, y los segundos por las bajas recaudaciones obtenidas.
El total de premios a repartir anualmente durante una década será de 22.100.000 dólares. Cada club recibirá 200.000 dólares por encuentro en la fase inicial, 400.000 en los cuartos de final y 600.000 en las semifinales.
El campeón obtendrá tres millones de dólares y el vicecampeón un millón. Así, a lo largo del torneo el vencedor habrá obtenido 4.600.000 dólares, sin contar los ingresos por concepto de recaudaciones.
Los clubes podrán otorgar derechos de publicidad estática pero deberán reservar cuatro carteles en primera fila para la Confederación Sudamericana de Fútbol, que además recibirá el 10 por ciento de la recaudación.
"En el mundo actual el fútbol tiende a ser un espectáculo que se consume, básicamente, a través de la televisión (y) puede llegar un momento en que los partidos se disputarán en estadios casi vacíos que serán transmitidos a todo el mundo", dijo a IPS el abogado y periodista deportivo Amadeo Ottati.
Esa visión es compartida por el secretario general de la Confederación Sudamericana de Fútbol, Eduardo Deluca, quien manifestó a la revista argentina El Gráfico que "para los clubes que no tienen tanta posibilidad de generar ingresos -por caso los paraguayos y los uruguayos- es una oportunidad fabulosa".
"Aunque queden eliminados en la primera fase ya tienen asegurados 600.000 dólares. Y como el convenio es por 10 años, ya saben que contarán con un mínimo de seis millones de dólares durante ese lapso", añadió.
El primer fin de semana de abril, en toda la etapa profesional del fútbol uruguayo asistieron sólo 13.200 espectadores, lo que permitió una recaudación total de 475.000 dólares. Por esa razón la Copa Mercosur les promete a Peñarol y Nacional, que podrán sobrevivir al déficit endémico que arrastran.
"Hay gente que todavía no entendió que el fútbol es una actividad globalizada. Su principal capital, los futbolistas, están en el mercado internacional", comentó Sanguinetti a sus principales colaboradores, poniendo al fútbol como ejemplo de los negocios de un país.
La emigración de deportistas es una sangría difícil de detener para los países menores del bloque sudamericano, como Uruguay y Paraguay, con poblaciones de 3,1 y 4,2 millones de habitantes, respectivamente.
En cambio, no tiene similar impacto negativo en el caso de Brasil, con 152 millones de habitantes, Argentina con 33 millones y Chile con 13 millones.
En los tres casos, por razones demográficas, la cantera de la que surgen los futuros profesionales es mucho mayor y el dinero que obtienen las instituciones por venta de derechos o de jugadores es también mayor.
Los clubes de Brasil, Argentina y Chile tienen contratos millonarios con la televisión, lo que les ha permitido retener a algunos jugadores de primer nivel, lo que no ocurre en Uruguay y Paraguay, donde jugadores de similar calidad que los de sus vecinos se venden a Europea a precios muy inferiores.
En estos dos países los televisores reciben en directo partidos de los campeonatos profesionales de Argentina a través de canales para abonados, que en el caso de Uruguay operan como si fuera una provincia argentina.
Al mismo tiempo, los partidos del fútbol profesional brasileño se reciben en directo por los canales de ese país o por las cadenas internacionales. (FIN/IPS/rr/ag/cr-if/98