Los presidentes Ernesto Zedillo, de México, y Eduardo Frei, de Chile, firmaron un acuerdo de libre comercio "de última generación", que pasará a la historia como el único acuerdo concreto de la II Cumbre de las Américas.
"Este proceso enaltece a Chile y a México, ojalá se mutiplique a toda América", dijo Zedillo al advertir que estos dos países "están cumpliendo su parte en la integración económica".
"Me alegro de que sea la primera actividad oficial de la Cumbre", comentó Frei al rubricar el viernes el acuerdo bilateral, y coincidió con su colega mexicano al advertir que "estamos demostrando que la integración es posible".
Zedillo fue uno de los primeros gobernantes en arribar para la II Cumbre de las Américas que se realiza este sábado y domingo en la capital chilena.
Los presidentes y jefes de gobierno americanos abordan temas como el libre comercio, la educación y el narcotráfico, pero no se esperan anuncios espectaculares.
Uno de los anuncios destacados se hará este domingo cuando se lance de manera formal el inicio de negociaciones del Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA), a concretarse en el 2005, pero su impacto se debilitó después que el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, no consiguió la autorización para negociar.
El reiterado fracaso de Clinton para obtener esa autorización o "vía rápida" del Congreso, llevó a México y Chile a buscar una fórmula bilateral, pues no era posible incorporar a este país al Tratado de Libre Comercio (TLC) de América del Norte.
Chile también tiene suscrito un acuerdo de libre comercio con Canadá, el tercer socio del TLC junto con México y Estados Unidos.
El acuerdo firmado el viernes en Santiago reemplaza y profundiza el convenio original entre México y Chile, que desde 1996 permitió aplicar arancel cero a la mayor parte de su intercambio comercial.
"El intercambio se multiplicó casi nueve veces", recordó Zedillo. Las cifras oficiales distribuidas en la cumbre revelan que el comercio bilateral subió de 158 millones de dólares en 1990, a casi 1,500 millones en 1997.
La nueva versión avanza hacia la liberalización de los servicios y las inversiones, y fue el resultado de 15 meses de negociaciones.
"Más inversiones significan mejores condiciones de trabajo y mejores ingresos para chilenos y mexicanos", afirmó Zedillo, quien recalcó que la relación entre los dos países demuestra "los beneficios del libre intercambio".
Los propios mandatarios dijeron que se habían propuesto llegar a la II Cumbre de las Américas con un tratado bajo el brazo, cuando se reunieron hace un mes, con motivo de la visita oficial de Zedillo a Chile.
Frei destacó que el acuerdo es una demostración de que "también es necesaria la voluntad política para avanzar" en el libre comercio.
El acuerdo, que prevé la creación de mecanismos de solución de controversias, deberá estar operativo el 1 de octubre, tras recibir aprobación parlamentaria.
Los dos gobiernos también firmaron un convenio para eliminar la doble tributación, que es el segundo suscrito por Chile, después de otro con Canadá.
El próximo paso en la integración económica entre Chile y México será la firma de un acuerdo sobre servicios financieros, que deberá concretarse en 1999. "Será un tratado en beneficio de los chilenos, será un tratado en beneficio de los mexicanos", aseguró Zedillo. (FIN/IPS/lc/ggr/98