El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, le prometió a Chile que luchará para lograr un acuerdo de libre comercio bilateral, en medio del escepticismo del empresariado local.
Clinton concluyó el viernes una visita oficial de 48 horas a Chile, que realizó como preámbulo a su participación en la II Cumbre de las Américas, que se realiza este sábado y domingo en Santiago.
"Estamos decididos y dispuestos a buscar un acuerdo de libre comercio y no estaré satisfecho hasta que se logre", aseguró Clinton ante una concurrida sesión del Congreso, al referirse a las relaciones económicas bilaterales.
"En el siglo XXI debemos ser socios a tiempo completo", añadió el mandatario de Estados Unidos en la sede del parlamento, ubicada en el puerto de Valparaíso a 120 kilómetros al oeste de la capital.
Pero los pronunciamientos sobre el libre comercio no lograron conmover al empresariado y a dirigentes políticos chilenos, quienes criticaron que no se haya referido a problemas concretos del intercambio bilateral.
Todos los representantes de gremios empresariales dijeron que habían esperado un anuncio sobre las medidas proteccionistas aplicadas en Estados Unidos contra productos chilenos como salmón, madera y otros del rubro agrícola.
Entretanto, dirigentes de la oposición derechista se unieron a las criticas al considerar, también en forma unánime, que el discurso en el Congreso no se salió de lo previsible.
Clinton llegó a Chile al amanecer del jueves para realizar una serie de reuniones con su anfitrión el presidente Eduardo Frei y asistir a la firma de acuerdos de cooperación intergubernamental.
Durante la visita también se ratificó la decisión de crear una Comisión Binacional para el Comercio y las Inversiones, una de cuyas tareas sería precisamente la de resolver los problemas relacionados con el intercambio.
Pero su visita no fue convincente en materia comercial, ni tras el anuncio de la Comisión, ni luego de prometer un acuerdo ante el Congreso, ni cuando pidió "sean pacientes, lo conseguiremos".
Clinton anunció que seguirá luchando ante el parlamento de su país para lograr la aprobación de una "vía rápida", que lo autorice para negociar acuerdos comerciales.
La ausencia de esa autorización marcó la visita oficial a Chile y por cierto la participación de Clinton en la Cumbre, donde se lanzarán las negociaciones para un Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
"No sería la primera vez que iniciamos una negociación sin vía rápida", dijo Clinton al referirse al ALCA.
Pero durante la visita a Chile el visitante estadounidense también abordó otros temas, como la importancia de la educación, el desarrollo tecnológico y la democracia.
En el discurso ante el Congreso que fue su última actividad oficial bilateral, Clinton invocó a los poetas chilenos Gabriela Mistral y Pablo Neruda, mientras elogiaba la democracia, recuperada por este país en 1990 tras 17 años de dictadura.
"Nadie ama más la libertad como aquellos que la han perdido", dijo Clinton provocando los aplausos parlamentarios. "Sé que estoy en una sala llena de personas que aman la libertad", agregó.
En la sala, por cierto, no estaba el flamante senador vitalicio y ex dictador, Augusto Pinochet, quien se excusó por motivos de salud.
La visita estuvo matizada por una constante cobertura a los asombrosos mecanismos de seguridad de la delegación de Estados Unidos, por actos sociales y por las visitas de Clinton a lo que se calificó como "chilenos comunes".
Aparte de encontrarse con empresarios, se reunió con microempresarios y con estudiantes. Su última actividad pública fue una visita a una comuna rural el viernes por la tarde.
Entretanto, su esposa Hillary asistió a todas las actividades de la visita oficial, antes de partir hacia Temuco, a 720 kilómetros al sur de la capital, para conocer proyectos de desarrollo en esa zona de fuerte presencia indígena.
Clinton es el tercer presidente de Estados Unidos que visita Chile, después de Dwight Eisenhower en 1960 y de George Bush en 1990. (FIN/IPS/lc/ggr/ip/98