La Comunidad Andina arriba al lanzamiento de las negociaciones para conformar el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) alentada por haber ganado un pulso de última hora para que las economías intermedias tengan un trato especial.
El bloque andino logró que los 34 países involucrados en el ALCA acepten que la aplicación de los compromisos sea diferente en base al nivel de desarrollo de cada uno, una demanda puesta sobre la mesa cuando la fase preparatoria estaba casi cerrada.
Los negociadores de Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela fueron criticados en la reunión ministerial en San José por reabrir la discusión en un punto ya cerrado, que en marzo dejó definidas las reglas de la negociación que los presidentes lanzarán formalmente este domingo en Chile.
Pero, al mismo tiempo, obtuvieron una victoria a último momento que, además de cumplir un objetivo concreto, cambió la percepción sobre un bloque que había transitado de puntillas el sendero hacia la apertura de la negociación, iniciado en 1995.
La Comunidad Andina (CA), uno de los cuatro bloques de América que tiene como objetivo ser un mercado común, vivió los tres años de preparación para las discusiones del ALCA azotada por tormentas que pusieron en riesgo su vida y amainaron en 1997.
Dos meses después de que en diciembre de 1994 los 34 miembros de la Organización de Estados Americanos decidieran en Miami establecer el ALCA antes del 2005, Ecuador y Perú se enfrascaron en una corta y no declarada guerra por un conflicto limitrofe.
Fue el inicio de un periodo trágico para el bloque, jalonado por la crisis política en Colombia, el país que aparecía más interesado en la integración andina, las abandonadas medidas económicas de controles de Venezuela y la destitución en febrero de 1997 del presidente de Ecuador, Abdalá Bucaram.
Para completar las desgracias andinas en el trienio 1995-1997, se abrió una gran brecha entre los demás socios y Perú, cuyo gobierno llegó a anunciar hace un año su salida del bloque, en un hito dramático que paradójicamente sirvió para la recohesión del grupo que aglutina a 104 millones de pesonas.
Colombia, Ecuador y Venezuela cambiarán de presidente este año, pero los análisis coinciden en que la participación de la CA en el ALCA será ahora muy activa por los intereses que se juegan y porque en ese escenario los andinos quieren transmitir "una imagen de bloque con el que se tiene que contar".
Los cinco países de la CA negociarán como bloque la conformación del ALCA, al igual que el Mercado Común del Sur (Mercosur, integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), el Mercado Común Centroamericano y la anglohablante Comunidad del Caribe.
La CA y el Mercosur rubricaron el jueves en Buenos Aires un acuerdo marco para abrir una progresiva zona de libre comercio en el 2000, que facilitaría posiciones conjuntas a lo largo de la negociación del ALCA, que se prolongará hasta el 2005.
Pero los gobiernos y la Secretaría General de la CA subrayan que este bloque actuará con independencia, mediante una sola voz que hasta julio expresará Ecuador y después, por un año, Colombia.
"Mantendremos nuestro perfil independiente aunque habrá vasos comunicantes con el Mercosur, al igual que en otros casos tendremos divergencias", comentó a IPS el secretario general de la CA, el venezolano Sebastián Alegrett.
El funcionario andino aseguró que diferenciar los compromisos según el nivel de desarrollo representa el reconocimiento de la asimetría del continente, en el que hay cinco potencias (Estados Unidos, Brasil, Canadá, México y Argentina), un grupo de países intermedios y las pequeñas economías.
"Nos hicimos sentir con una propuesta de nueva orientación, que no pidió asimetrías tradicionales ni cooperación dadivosa, sino un trato diferenciado que haga posible el ALCA", afirmó Alegrett.
La CA tiene en América el destino de 70 por ciento de sus exportaciones, que totalizaron 49.839 millones de dólares en 1997, informó el Banco Interamericano de Desarrollo. Se trata de una dependencia del mercado continental muy superior al promedio continental, que es de 55 por ciento.
Estados Unidos absorbe 51 por ciento de las exportaciones andinas, lo que convierte la meta de un acceso desgravado al gran mercado del norte en un objetivo más prioritario para la CA que para Mercosur, con un comercio mucho más volcado hacia Europa.
El negociador técnico venezolano dentro de la CA, Gerardo Arellano, comentó que en los últimos meses se produjeron intensas reuniones en la sede de la CA en Lima, destinadas a afinar las posiciones en el proyecto del ALCA.
El viceministro de Comercio de Costa Rica, Carlos Murillo, viajó incluso dos veces a Lima para dialogar con los negociadores andinos y contribuir a fijar sus prioridades en las reuniones conclusivas de la etapa preparatoria, celebradas en San José.
En la cumbre andina, concluida el día 4 en la ciudad ecuatoriana de Guayaquil, se ratificó la negociación conjunta y se expresó "gran satisfacción" por el papel que el bloque tendrá en las negociaciones.
Altos funcionarios de la cancillería de Venezuela precisaron que el único objetivo incumplido fue lograr que Colombia fuera sede del diálogo en alguno de los lapsos de 18 meses en que se dividieron las negociaciones.
Pero sí será sede de las negociaciones Panamá, durante un bienio que se abrirá en marzo del año 2001, en una iniciativa que contó con el decidido apoyo andino, porque la nación interoceánica mantiene un intenso proceso de integración comercial y política a la CA, consolidado en Guayaquil.
La Declaración de San José establece que los andinos controlarán en los próximos 18 meses el grupo negociador más importante, el de acceso a los mercados, cuya presidencia tendrá Colombia y Bolivia la vicepresidencia.
De los otros ocho grupos en que se dividió la negociación, Venezuela presidirá, con la vicepresidencia de Ecuador, el grupo de propiedad intelectual, mientras que Perú lo hará en el de las políticas de competencia.
Además, Ecuador tendrá la vicepresidencia general de las negociciones entre noviembre de 1999 y mayo del 2000, cuando asumirá la presidencia por otros 18 meses, durante los cuales Bolivia acogerá una de las grandes rondas negociadoras.
"Vamos a hacer sentir nuestra voz en forma muy activa durante las negociaciones", precisaron diferentes ministros de Comercio y cancilleres andinos consultados por IPS en Guayaquil.
Para ello, la CA contrató a dos protagonistas de la fase preparatoria del ALCA para que realicen un estudio sobre cuales deben ser los objetivos del grupo en el primer año de negociaciones, los escenarios de pérdidas y ganancias para el bloque y las mejores estrategias de negociación. (FIN/IPS/eg/mj/if/98