En América Latina, 182 millones de personas sobreviven con menos de 60 dólares al mes y 100 millones lo hacen con menos de 30 dólares, en una sorda bomba de tiempo que la región debe desactivar para pagar su deuda social, según planteó en Venezuela el Parlamento Latinoamericano (Parlatino).
Parlamentarios de la región se congregaron los días jueves y viernes en Caracas en un seminario sobre "la pobreza en América Latina y el Caribe: una acción estratégica", destinado a impulsar desde los poderes legislativos de la región iniciativas para mejorar la situación de quienes viven en la indigencia.
El presidente alterno del Parlatino, Pío Cueva, indicó que 46 por ciento del total de la población latinoamericana se encuentra debajo del límite de pobreza, que según pautas internacionales está fijado por un ingreso igual o inferior a 60 dólares al mes.
Cueva participó junto con el presidente de Venezuela, Rafael Caldera, y el vicepresidente del Parlatino, el diputado venezolano Henry Bencid, en la sesión inagural del seminario, realizada el jueves en el Senado, en una sesión solemne.
El seminario sirvió para impulsar la propuesta del Parlatino de constituir un Banco de Asistencia Alimentaria, que contribuya a erradicar el hambre en la región, que según cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO) padece 15 por ciento de su población.
Caldera aseguró que el problema de la creciente brecha social latinoamericana y del incremento de la pobreza fue un tema que analizaron "con honda preocupación" los gobernantes de América durante la II Cumbre de las Américas realizada en Santiago de Chile, los días 18 y 19.
En el encuentro reservado de los 34 gobernantes, el presidente de Uruguay, Julio Sanguinetti, resumió la situación que encaran los gobiernos del área.
Sanguinetti expresó, según Caldera, que "no es posible eliminar la pobreza sin creación de riqueza, pero no basta la creación de riqueza para que la pobreza se elimine".
El presidente venezolano afirmó que el remedio de la pobreza no es el populismo, porque las políticas que prevalecieron en la región a su amparo, sólo trajeron a la larga "mayores dificultades, mayores inconvenientes y situaciones más trágicas de las que intentaban confrontar".
Caldera aseguró, avalado por estudios recientes al respecto, que en los países latinoamericanos "los más altos niveles de pobreza coinciden con bajos niveles de educación", en una situación que se retroalimenta en un círculo vicioso que sólo se puede romper con mayor inversión en educación.
El presidente del Senado venezolano, Pedro Pablo Aguilar, destacó que la miseria viene acompañada de dosis de indignidad que chocan con una sociedad de consumo, que le muestra por diferentes medios su presencia exacerbada a crecientes ejércitos de desposeidos que no tienen acceso a ella.
Aguilar afirmó que se trata de un hecho que alimenta la disconformidad, el odio y la violencia, mientras hace más palpable el sistema de "injusticia social" en que ha caído la región y que ha llegado el momento en que desafía "la ética, la política y la economía".
Un reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas muestra que América Latina se ha transformado en la región del mundo con mayores desigualdades sociales y que los ingresos de los que más ganan son 35 veces más de los que menos ganan, y en Brasil, por ejemplo, ese desnivel es de 67 veces.
Bencid y Cueva alertaron sobre los riesgos sociales de que los gobiernos estén mucho más preocupados de cumplir con el pago de la deuda financiera externa que con responder a la deuda de justicia con contingentes de la población colocadados en situación desesperada.
El seminario analizó el jueves el impacto que ese pago de la deuda externa tiene sobre el drástico recorte del gasto social por habitante, los desafíos étnicos de la pobreza en un continente pleno de mestizajes y el aporte que pueden hacer los procesos de integración a la superación de la pobreza.
El viernes, los parlamentarios regionales analizaron el papel decisivo de la educación como el factor sustantivo para superar la pobreza y la situación del empleo y su equilibrada distribución. (FIN/IPS/eg/ag/ip-if/98