Los cinco jóvenes integrantes del grupo Raihan protagonizan una nueva revolución musical en Malasia, con una música que se acerca al pop pero sin desprenderse de su fuente de inspiración, el Islam.
Raihan, que en árabe quiere decir "dulce esencia del paraíso", logra cautivar a sus fanáticos mediante la interpretación de "nasyids", que son himnos religiosos islámicos. Pero la música tradicional es aderezada con un toque moderno, cortesía de los instrumentos de percusión.
"Los nasyids están asociados a la cultura musical religiosa, pero nosotros no queríamos tocar música árabe tradicional, nos interesaba ser contemporáneos", comentó a IPS el líder de Raihan, Zarie Ahmad.
Comentó que a veces se inspiran en baladas y canciones sentimentales, pero la poesía está en la música. "Hablamos de amar a Dios, de las buenas acciones. De eso se tratan estos 'nasyids contemporáneos"'.
Sea lo que sea, la gente escucha los discos de Raihan. El primer álbum del grupo, "Puji-Pujian" fue lanzado hace un año y desde entonces vendió 650.000 copias en Malasia, rompiendo todas las marcas de un mercado donde el producto más exitoso había alcanzado las 350.000 copias.
El nivel de ventas catapultó su popularidad por encima de otros grupos malasios e incluso de las estrellas occidentales. El nuevo disco de Raihan que salió a la venta hace tres meses ya vendió 150.000 copias.
Sus videoclips son difundidos con insistencia por la cadena MTV Asia, mientras la compañía disquera del grupo, Warner Music Malasia, se prepara para conquistar otros mercados de la región.
El director del Instituto para el Entendimiento Islámico y presidente del Movimiento Internacional para un Mundo Justo, Chandra Muzzafar, consideró que el éxito de Raihan se debe también al deseo de muchas personas de clase media de identificarse con una nueva expresión del Islam.
"Es la manifestación de una búsqueda de identidad islámica… se podría decir que es una manera de alejarse de la influencia occidental, como cuando las mujeres dejan la vestimenta influenciada por Occidente para volver a los vestidos islámicos", dijo.
Pero el crítico cultural Amir Muhammad piensa que el éxito de Raihan se debe a la manera novedosa en que interpretan la música tradicional. "La gente estaba esperando algo nuevo", argumentó.
Amir destacó la estrategia de Raihan, pues también apunta hacia personas que no son musulmanas, sin expresiones despectivas hacia los grupos "seculares". Comentó que las letras ponen énfasis en la espiritualidad y la compasión, en vez de promover el dogma y la represión.
Pero también está la calidad de la música. "La mayoría de las canciones se te quedan pegadas, las vas tarareando cuando caminas", afirmó el estudiante universitario Nurazla Bte Alias, de 18 años.
El sonido también cautiva a los niños, que anteriormente se rebelaban contra el ejercicio de memorizar los nasyids. "Ahora me piden que coloque la música en la casa, en el automóvil, y cantan junto a los Raihan", comentó el periodista Ismail Hashim.
"La música y el entretenimiento son las cosas que más le llaman la atención a los jóvenes. Si queremos influir sobre ellos, lo mejor es usar la música", opinó uno de los vocalistas de Raihan, Abu Bakar.
De esa manera lograron llegar a un estrato de la sociedad que de otra manera hubiera rechazado la música de inspiración religiosa. "La diferencia entre nosotros y otros grupos pop es que no cantamos sobre el amor entre chicos y chicas, sino sobre el verdadero amor por Dios", afirmó Abu.
Sin embargo, Raihan también fue objeto de críticas por parte de la comunidad religiosa. El representante Farahin Abdul Fattah recordó que algunos musulmanes los acusaron de vender su alma tras la firma del contrato con la Warner.
"Respondí que aquí estamos hablando de Dios, de enviarle un mensaje a la sociedad y de hacerlo con la mayor eficiencia posible. Y Warner Music tiene una división de mercadeo muy fuerte", dijo Farahin.
Añadió que es equivocada la postura de no cooperar con los no islámicos para difundir canciones musulmanas. "Estás negando el desarrollo de una sociedad multicultural, lo que contradice el propósito de ser un buen musulmán".
La decisión de aceptar la oferta de Warner rindió sus frutos, pero no sólo en términos monetarios. Zarie contó que en una oportunidad se le acercó un niño chino que lo llamó "tío", mientras la madre le advertía: "mis hijos adoran sus canciones".
"Nos emocionó comprobar que también habíamos llegado hasta personas que no son musulmanas", dijo el líder Zarie.
Los miembros del grupo también recibieron una carta de felicitación del príncipe Carlos de Inglaterra, quien quedó impresionado tras verlos durante una actuación en un festival cultural en Edimburgo.
Uno de los colaboradores de Raihan es Cat Stevens, quien fuera una estrella de la música popular hace unos años. Conocido ahora como Yusuf Islam, el cantante participó en la grabación de la canción "Dios es la luz", realizada en un estudio de Londres.
Farahin dice que mientras algunos los critican por usar métodos de promoción occidentales, el grupo logra influir de manera importante con sus canciones.
"La música pop occidental aborda temas negativos, como drogas y sexo. Nosotros somos positivos, hablamos del amor a Dios, de compartir, de la compasión, del respeto a los mayores y a la familia", puntualizó. (FIN/IPS/tra-en/ks/cb/js/lc-ml/cr/98
