Más de tres millones de personas, según se calcula, visitarán el Santo Sudario, la tela que, según la tradición cristiana, cubrió el cuerpo de Cristo cuando lo bajaron de la cruz. La prenda será expuesta al público este sábado, y hasta el 14 de junio.
La sábana mortuoria se presentará por primera vez desde 1978. Hace un año se salvó de un incendio en la catedral de Turín, al norte de Italia, donde se encuentra desde 1578.
Cada persona podrá detenerse apenas un minuto frente al sudario, de 4,36 metros de longitud y 1,1 de ancho.
Se trata del objeto más célebre de la tradición católica. De ser cierta, procedería de Palestina, pero algunos investigadores creen que su origen se remonta solo a la Edad Media.
La Iglesia reconoce el carácter sagrado del sudario y permite su veneración, aunque jamás se ha pronunciado de que sea el verdadero Santo Sudario, que se salvó del incendio que destruyó la noche del 11 de abril del año pasado la capilla y la cúpula de la catedral de Turín.
El Santo Sudario había sido retirado poco antes de la capilla para su restauración. La prenda también se salvó hace casi 500 años de otro incendio, en 1532, en la Iglesia de Chambéry, en Francia.
El interés por el Santo Sudario no disminuyó por un examen de carbono 14 efectuado en 1988 en los laboratorios de las universidades de Oxford, Tucson y Zurich para determinar su antigüedad.
El 13 de octubre de ese año, el entonces obispo de Turín, cardenal Anastasio Ballestrero, difundió los resultados del examen, según los cuales la sábana mortuoria se remonta a la Edad Media. Su origen se ubicaría entre los años 1260 y 1390.
El propio Ballestrero afirmó que la Iglesia no acepta esos resultados a ojos cerrados. "La Iglesia dio audiencia a la ciencia. La ciencia ha hablado. Ahora, la ciencia juzgará los resultados", dijo.
El cardenal Giovanni Saldarini, actual custodia del Santo Sudario, expresó que "en esta sábana, y es un hecho único, está impresa la figura de un hombre crucificado, con signos de sufrimientos y de llagas que, en cada elemento, corresponden a la descripción de la muerte de Jesús según los Evangelios".
El papa Juan Pablo II negó en 1989 que el Santo Sudario pueda considerarse una simple imagen. "La Iglesia nunca se ha pronunciado en este sentido. Siempre ha dejado la cuestión abierta a todos los que quieran demostrar su autenticidad. Yo creo que es una reliquia", dijo el pontífice.
Un científico ruso, Dimitri Kouznetsov, sostuvo que el incendio de 1532 modificó la cantidad de carbono presente en la prenda, lo que alteró el cálculo de la fecha de su origen que, a su juicio, se remonta al siglo I DC.
Goffredo di Charny, un militar de Lirey, en el norte de Francia, fue el primer propietario conocido del Santo Sudario. Di Charny murió en la batalla de Poitiers, en 1356.
Tres años antes se había declarado propietario de un "linceul", una sábana, a la que luego donó a una iglesia.
Se produjeron muchos debates sobre su autenticidad, tras los cuales se llegó a un compromiso. El Santo Sudario podía ser considerado una "representación" de Jesús y se podían conceder indulgencias (perdón concedido por la Iglesia a los pecados) a quien lo visitara.
El Santo Sudario pasó después, y hasta 1453, a manos de los Savoya, una antigua familia noble que reinó en Italia desde mediados del siglo pasado hasta 1946.
El interés científico por el Santo Sudario es bastante reciente. En 1898, un abogado de Turín con una gran pasión por la fotografía, Secondo Pía, realizó las primeras fotografías. La exposición de este año está dedicada al centenario de esas fotos.
La importancia de esas fotos es decisiva porque los negativos revelaron un inédito positivo.
Antes, el Santo Sudario no había suscitado ningún interés científico particular. Su autenticidad era dada por descontada. Sus exposiciones eran frecuentes y se realizaban sin precauciones especiales.
Este año, en la Catedral de Turín, será expuesto suspendido dentro de un prodigio de tecnología. Se trata de un cofre lleno de gas inerte, el recipiente de atmósfera controlada más grande del mundo. (FIN/IPS/jp/mj/cr/98