ARGENTINA: Otro oficial nazi revela su identidad y luego huye

El ex comandante nazi Dinko Sakic huyó de su casa en Argentina, donde vivía desde hacía más de 50 años, tras admitir a la televisión haber dirigido en Croacia un campo de exterminio en el que murieron medio millón de serbios, judíos y gitanos durante la segunda guerra mundial.

El Canal 13 de televisión difundió el lunes la entrevista que mantuvo con Sakic en la vivienda de éste en la localidad bonaerense de Santa Teresita, donde residía con nombre falso.

Sobrevivientes del Holocausto consultados por el mismo programa lo identificaron como un "degollador" de cautivos en el campo de concentración de Jasenovac, en Croacia, un país dominado entonces por el régimen fascista Ustachi, aliado del Tercer Reich alemán.

Al advertir el revuelo que provocó en los medios, Sakic, que comandó el campo de Jasenovac durante más de un año, desapareció de su casa.

Su esposa, Esperanza Duburic, aseguró que Sakic estaba en Buenos Aires pidiendo instrucciones a la embajada de Croacia, pero esa legación negó este miércoles haberle dado refugio.

El presidente Carlos Menem instruyó al Ministerio del Interior a que solicite a la justicia la detención del ex comandante corata, y el Centro Simon Wiesenthal, de Viena, que persigue a criminales de guerra nazis, instó a Croacia a pedir su extradición.

Jasenovac, identificado por el Centro Simon Wiessenthal como "el Auswitch de Croacia", fue dirigido por Sakic entre 1942 y 1944. El presunto criminal de guerra vivió en Argentina desde el fin de la segunda guerra mundial con el nombre de Ljubomir Sakic Bilanovic, según consta en su cédula de identidad, emitida por la Policía Federal.

Sobrevivientes del genocidio practicado por los nazis aseguraron que en Jasenovac murieron entre 500.000 y 700.000 personas, aunque el actual presidente croata Franco Trujman dijo que las víctimas no fueron más de 60.000.

Sakic aseguró al noticiero "Telenoche" del Canal 13 que no hubo víctimas en Jasenovac mientras él estuvo a cargo de ese campo de concentración, ya que sus subordinados tenían la orden de no "tocar" a nadie.

En diálogo con IPS, Jorge Burman, de la organización judía internacional B'Nai Brith, confirmó que desde hace tiempo se conocía que Sakic vivía en Argentina, pues éste solía dar reportajes a medios croatas.

Pero Burman puntualizó que son los estados los que deben intervenir para la extradición de un criminal de guerra y su juzgamiento.

Se cree que más de 150 criminales de guerra nazis residieron o aún residen en Argentina. Una investigación realizada hace un año por la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas determinó que podría haber muchos más, y que las autoridades de la época de la posguerra alentaban su ingreso en el país.

Junto con la investigación del paradero de nazis y la política de facilitación de su radicación en este país, se conocieron documentos de los archivos estadounidenses según los cuales Argentina habría sido destino de casi 1.500 millones de dólares en oro secuestrado a las víctimas del nazismo en Europa.

La historiadora Beatriz Gurevich, a cargo en Argentina de la investigación sobre criminales de guerra, afirmó que durante el primer gobierno de Juan Perón fue creada una Comisión de Asesores Confidenciales del gobierno que buscaba a criminales de guerra para invitarlos a radicarse en este pas.

Asi como se conoció que Estados Unidos y la Unión Soviética procuraban captar a cientficos y tcnicos alemanes, en Argentina, asegura Gurevich, se alentaba la entrada de criminales, colaboradores y simpatizantes del régimen nazi.

En este país vivió sin ocultar su identidad por unos años Josep Menguele, acusado en Alemania de ejecutar a 400.000 judíos y de efectuar atroces experimentos con seres humanos en campos de concentración.

También Adolf Eichmann, encargado de los "asuntos judíos" del Tercer Reich, estuvo refugiado en Argentina hasta que fue secuestrado por un comando israelí en 1960, para ser luego ejecutado en Israel.

Así mismo, vivieron en este país Eduard Roschmann, el croata Ante Pavelic —cuya extradición fue denegada por Argentina—, Walter Kuschmann, Joseph Schwammberger, Heinrich Muller y Eric Priebke. Sólo Schwammberger y Priebke fueron extraditados.

Schwammberger murió después de ser condenado a cárcel en Alemania y Priebke cumple actualmente prisión domiciliaria en Italia, tras haber confesado en una entrevista periodística que participó en la masacre de 355 italianos en las Fosas Ardeatinas, en 1944.

El gobierno de Menem creó una Comisión para el Esclarecimiento de las Actividades Nazis en Argentina, presidida por un sociólogo sin antecedentes en este tipo de investigaciones, y tres historiadores extranjeros: Ronald Newton, Ignacio Klich y Robert Potash.

Pero antes de comenzar la tarea de investigacin, Newton relativizó la veracidad de los datos que indican que Argentina fue uno de los principales refugios de criminales de guerra.

Newton es autor de "El cuarto lado del triángulo. La 'amenaza' nazi en Argentina", y su tesis señala que hay más de mito que de realidad en las versiones sobre la presencia de criminales nazis a este país.

"Yo no creo que a este país llegaran tantos criminales de guerra, (aunque) sí creo que quizás vinieron unas tres o cinco docenas", dijo el historiador, que hoy integra la comisión que debe pronunciarse en los próximos meses sobre esta verdad del pasado. (FIN/IPS/mv/ff/hd/98

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