El vértigo y los cambios generados por los procesos de integración regional, lejos de minimizar el papel de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), lo revalorizan y permiten suponer que la organización se fortalecerá.
La conclusión surge de un análisis de la asociación, creada en 1980 e integrada por Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Ecuador, Colombia, México, Perú, Paraguay, Uruguay y Venezuela.
A juicio de los expertos, la II Cumbre de las Américas, realizada el 18 y el 19 de este mes en Santiago de Chile, permitió constatar que el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) será compatible y convivirá con el proceso de articulación y convergencia realizado por Aladi.
La liberalización del comercio en América Latina se profundizará antes del nacimiento del ALCA "y el grueso de la liberalización de ésta resultará del desarrollo del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Estados Unidos, Canadá y México y de los acuerdos firmados en Aladi", dijo a IPS el secretario general de la asociación, Antonio Antunes.
A comienzos de los años 90, fueron cuestionadas la razón de ser y la eficacia de Aladi, mientras se criticaba su exceso burocrático y se impulsaban procesos de integración de América Latina.
Ahora, cuando esos proyectos están consolidados y mientras la región debate la conformación del ALCA, Aladi observa positivamente su futuro papel dentro de ese marco, que será discutidos a comienzos de noviembre por el Comité de Representantes de la asociación.
Aladi se convirtió en los últimos años en la bisagra una decena de acuerdos de complementación económica de la región. Estos incorporan el libre comercio e incluyen compromisos de articulación en servicios, inversiones e infraestructura.
A esos convenios se agregó el acuerdo marco entre el Mercado Común del Sur (Mercosur, conformado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y la Comunidad Andina (Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela, Bolivia), dos bloques en los que se procwesa 71 por ciento del comercio intrarregional.
Como resultado, se están conformando espacios económicos zonales de dimensión cultural y política, al tiempo que se amplía la capacidad de coordinación política entre los 11 países de Aladi.
"Es innegable que esa creciente capacidad de coordinación política entre los países se debe al entretejido de relaciones entre gobiernos y operadores económicos y sociales que los acuerdos de esta asociación y los demás hechos integradores están desarrollando", dijo Antunes.
El diplomático brasileño avaló su aserto con cifras que a su juicio son elocuentes.
El comercio entre países de América Latina tuvo un crecimiento ininterrumpido en los últimos 12 años. En 1998 creció 16,7 por ciento, superó los 44.000 millones de dólares y representa más de 17 por ciento de las exportaciones de los miembros de Aladi.
En más de 60 por ciento está constituído por manufacturas y es "un trampolín para la inserción competitiva de las empresas de esos países en los mercados mundiales más exigentes", a juicio de Antunes.
En 1998, las inversiones extranjeras directas llegaron a casi 43.000 millones de dólares, superando la media de los años 1991 y 1995 que fue de 16.000 millones.
El acuerdo entre el Mercosur y la Comunidad Andina es "como una esponja ávida de realizaciones integradoras, de desarrollo, de complementación económica entre los centros urbanos e industriales y de nuevos espacios económicos mediterrános en el interior del continente", señaló Antunes.
Existen amplios recursos en grandes zonas fronterizas cuya potencialidad "fue apenas rasguñada", como es el caso de la región centro-oeste sudamericana, cuya promoción es motivo de un convenio que Aladi firmó recientemente con la Corporación Andina de Fomento.
Antunes destacó que "una nueva agenda de integración entre los países de Aladi ya no es un sueño"
Consideró que es viable "la profundización de los acuerdos de complementación económica, con anticipación de las reducciones de aranceles y otros hechos integradores en la medida que avance el proceso en el final de este milenio".
El primer día del próximo milenio, cuatro años antes de terminar las negociaciones del ALCA, ya será realidad la zona de libre comercio de Sudamérica y México, dijo Antunes. (FIN/IPS/rr/ff/if ip/98
