Los afectados por el virus del sida en Canadá, Estados Unidos y México decidieron unirse y exigir respeto, ya que existen en esos países importantes rezagos en los derechos de los enfermos pese a los avances científicos y a la promocionada cooperación para detener la epidemia.
Sin publicidad y evitando el contacto con la prensa, 30 enfermos se reunieron en la capital mexicana a inicios de mes con funcionarios y delegados de organizaciones no gubernamentales para preparar una declaración conjunta que será presentada próximamente a sus gobiernos.
El grupo de trabajo de los tres países abordó temas relacionados con los derechos humanos de los afectados por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), que provoca el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida).
Así mismo, el grupo se refirió a la atención a pacientes, los avances técnicos y el uso adecuado de medicamentos, indicó a IPS Patricia Uribe, coordinadora de la Comisión Nacional de Prevención y Control del Sida de México.
Estadísticas de la Organización Mundial de la Salud indican que en Estados Unidos hay 219.425 casos de sida, en México 14.334 y en Canadá 4.055, pero pacientes y organizaciones independientes señalaron que en los hechos las cifras son mucho mayores.
El nivel de atención pública para las personas que viven con el VIH es similar entre los tres países a pesar de la asimetría económica, señaló Uribe.
"México está reconocido como un país que tiene una gran capacidad técnica y cobertura de salud, pero hay que cambiar la actitud de algunos sectores y de personal de salud que no están atendiendo adecuadamente a los afectados", explicó.
Las enfermedades que ocasiona el sida son la tercera causa de muerte entre los hombres mexicanos de 25 a 34 años, el grupo social más afectado. Se estima que en los últimos 15 años alrededor de 19.000 personas infectadas con el VIH murieron en México.
En Estados Unidos, donde hay más recursos, el problema "es que no hay acceso gratuito a todos los medicamentos retrovirales", declaró Uribe.
"Solamente las personas que cuentan con seguro tienen acceso al tratamiento, pero hay una parte importante de la población, sobre todo aquella con menos recursos, que está fuera de los sistemas de salud", destacó.
En la cita de México, la tercera de su género desde 1996, los pacientes y los funcionarios barajaron alternativas para que los tres países, socios en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), mejoren su cooperación en la materia y faciliten el acceso a los medicamentos.
Uribe informó que también decidieron crear programas de capacitación de trabajadores de salud, lanzar campañas sobre los derechos de las mujeres y las niñas que viven con VIH, difundir mensajes de respeto a la orientación sexual de las personas y trabajar por la adecuación de las legislaciones existentes.
El interés de pacientes y autoridades es firmar en los próximos meses un acuerdo trinacional que aliente el compromiso de los gobiernos para disminuir de manera importante la violación de los derechos humanos de las personas que viven con el VIH.
Los enfermos indicaron en México que promoverán sus relaciones a través de Internet y otras vías.
Los especialistas consideran que el contacto entre los afectados contribuye a evitar que abandonen el tratamiento, una de las peores consecuencias de la discriminación.
"Los gobiernos y las personas que viven con el VIH tenemos que vigilar de manera conjunta que se cumplan los acuerdos vigentes y no queden en letra muerta", señaló Uribe.
Tras la aparición del virus en el continente americano, se generó un aparente conflicto entre los derechos individuales y los derechos colectivos, así como reacciones de intolerancia y represión que presionan por la aplicación de medidas coercitivas para controlar su propagación.
Problemas comunes denunciados en México son la violación a la confidencialidad y la obligatoriedad de las pruebas de detección, así como la estigmatización, la discriminación y el rechazo en el empleo y en los servicios de salud y educación.
Según la experta mexicana, en el universo potencial de víctimas del VIH se encuentran los grupos con prácticas de riesgo, que tienen relaciones sexuales sin protección.
Como ejemplo de situaciones de riesgo señaló el caso de hombres y mujeres violados, y entre los grupos más vulnerables mencionó aquellos integrados por adolescentes, mujeres, indígenas, migrantes y presos, pues cuentan con menor acceso a los servicios de salud e información. (FIN/IPS/mb/ml/hd-he/98
