Más de 140 ONG de 42 países lanzaron hoy un llamado a un acuerdo mundial sobre estándares ambientales que regulen préstamos e inversiones de agencias de financiación de exportaciones respaldadas por gobiernos.
La exhortación de las ONG se dirige a ministros de Finanzas de los países más ricos del mundo que participarán en la reunión ministerial anual de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCED), a realizarse en París el 27 y 28 de abril.
Las agencias, que manejan más de 400.000 millones de dólares, financian compras de terceros países y brindan a empresas préstamos, seguros y otro tipo de asistencia financiera para promover las inversiones en el exterior.
Muchos de estos bancos de exportación e importación y agencias de seguros de inversión, en su mayoría situadas en países industrializados, carecen de normas ambientales y sociales, por lo cual se involucraron en proyectos destructivos en países en desarrollo, destacan las ONG (organizaciones no gubernamentales).
Entre estos discutidos proyectos se encuentran la represa Tres Gargantas en China y la mina Grasberg en Nueva Guinea.
"Más de 70.000 millones de dólares por año (de estas agencias) se destinan a proyectos en países en desarrollo que a menudo tienen impactos sociales y ambientales adversos", dijo una declaración de las ONG.
Grupos ambientalistas como Amigos de la Tierra de Brasil y Japón, el Centro para el Ambiente y el Desarrollo, con sede en Camerún y el Fondo de Defensa Ambiental, con sede en Washington, critican a las agencias por no dar detalles sobre los proyectos que respaldan.
Ambientalistas de Estados Unidos han logrado mejorar las normas ambientalies del Banco de Exportación-Importación de ese país y la Corporación de Inversión Privada en el Exterior (OPIC).
Tras presiones de grupos ambientalistas, el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton promovió recientemente nuevas reglas que impiden a las agencias respaldar grandes represas, proyectos en parques nacionales o áreas protegidas, y en bosques tropicales primarios.
Los estándares ambientales exigen también el seguimiento y la información sobre emisiones de gases con efecto invernadero de los proyectos de generación de energía.
Las directrices ambientales del Banco de Exportaciones- Importaciones prohibieron apoyar el proyecto de Tres Gargantas en China, y las del Banco Mundial negaron fondos a ese proyecto sobre la base de que inundaría grandes áreas y desplazaría a más de un millón de personas.
Sin embargo, otras agencias de exportación en Canadá, Francia, Alemania, Japón y Suiza, no restringidas por políticas ambientales, revelaron interés en el proyecto de Tres Gargantas. La organización German Herms Guarantee, por ejemplo, aprobó 800 millones de dólares en préstamos para el proyecto.
Por lo tanto, cualquier agencia que intente fijar normas sociales y ambientales sale perdiendo si compañías de otros países pueden invertir en proyectos, indican las ONG.
Para eliminar esta desventaja competitiva mientras se mantienen los estándares ambientales, las ONG y algunas industrias plantean que el Grupo de los Siete países más industrializados y la OCED adopten normas similares para las agencias de todos los países.
La OCED incluye a Japón, la Unión Europea y Estados Unidos.
Los grupos afirman que las normas comunes eliminarían los dobles discursos. Contribuyentes en Europa respaldan instituciones financieras internacionales como el Banco Mundial, que respeta disposiciones ambientales.
Pero, a la vez, apoyan a agencias de crédito que promueven proyectos e inversiones irrespetuosos del ambiente, dijo Bruce Rich, abogado del Fondo de Defensa Ambiental. (FIN/IPS/tra-en/dk/mk/lp/en if/98